LA NACION

Apertura comercial minorista Una iniciativa que genera polémica en el sector exportador

en los últimos meses el Gobierno aceleró las medidas que facilitan a los consumidor­es el acceso al mercado internacio­nal, pero los exportador­es reclaman cambios para equilibrar la competenci­a

- Texto | Alejandro Vicchi para la NaCION

En los últimos meses, el Gobierno aceleró las medidas que facilitan a los consumidor­es el acceso al mercado internacio­nal, pero los exportador­es reclaman cambios para equilibrar la competenci­a.

Cuandosepi­ensaencome­rcio internacio­nal, lo más común es pensar en negocios entre empresas. pero el ecommerce y la masificaci­ón de los viajes al exterior pusieron productos de todo el mundo al alcance del consumidor final, reduciendo la necesidad de intermedia­rios. Comprar en otros países parece estar al alcance de todo el que tenga una conexión a internet y algo de poder adquisitiv­o.

para las pymes, una tienda online es una oportunida­d muy atractiva, ya que les permite vender en forma directa a clientes de todo el mundo evitando depender de intermedia­rios y aumentando su rentabilid­ad.

Tan relevante es el fenómeno que la Organizaci­ón Mundial del Comercio (OMC) cuenta desde 1998 con una moratoria sobre comercio electrónic­o, por la cual los países que la integran se comprometi­eron a no gravarlo con impuestos específico­s. la moratoria es renovada cada dos años, pero se busca que sea permanente.

En la argentina, el Gobierno busca aumentar la cantidad de pymes exportador­as que venden por e-commerce, pero una serie de medidas tomadas a partir de junio, por el momento, favorecen la importació­n por parte de los consumidor­es argentinos más que la exportació­n directa al consumidor por parte de las empresas nacionales.

la primera de esas medidas fue triplicar, hasta US$3000 por día, el monto máximo que un particular puede comprar en el exterior e ingresar sin necesidad de estar registrado como importador, con la comodidad de recibirlo en su domicilio, por servicio de courier. para los exportador­es argentinos, el máximo que pueden enviar sigue siendo US$1000 por día, aunque la Secretaría de Comercio ExteUS$600

Las medidas que facilitan el acceso a la oferta global de bienes es bienvenida por un amplio sector, pero criticada por cámaras empresaria­s

rior impulsa su aumento.

En noviembre, se elevaron los límites de la franquicia de equipaje para quienes viajan al exterior, y se agregó la posibilida­d de traer una computador­a y un celular, al margen de esos topes.

El mes pasado se habilitó la venta minorista en la zona franca de río Gallegos, que se suma a la de puerto Iguazú en esta modalidad. las demás zonas francas que funcionan en el país se usan como depósito de importació­n, excepto la de General pico, que exporta gracias a un régimen particular. El resto de las zonas francas esperan desde hace décadas una reforma que las ayude a potenciar las exportacio­nes.

pero la novedad más esperada es la ya anunciado alza de la franquicia libre de impuestos en las compras que se traen por Correo argentino, al doble o al triple del tope actual, pasando el valor máximo por paquete a US$50 o US$75, con un máximo anual de o US$900, según cual sea la decisión final.

la combinació­n de medidas que facilitan el acceso de la población a la oferta global de bienes es bienvenida por un amplio sector de la sociedad, pero a la vez criticada por cámaras empresaria­s que la consideran negativa para la industria y el comercio, justamente cuando hay una situación económica delicada.

la Confederac­ión argentina de la Mediana Empresa (CaME) hizo pública una carta que dirigió al ministro Dante Sica, manifestan­do preocupaci­ón por el aumento de las franquicia­s.

“la ampliación de esos regímenes parece una inconsiste­ncia con todo lo que nos obligan a hacer a las pymes que todavía estamos dentro del sistema formal”, opina José luis lopetegui, secretario de Comercio Exterior de CaME. “Nos castigan con impuestos, tasas exorbitant­es, declaracio­nes

juradas, etcétera; si no cumplís, sanción, pero en estas modalidade­s dan más facilidad que en otros países vecinos”.

Por su parte, el presidente de la Federación Económica de la ciudad de Buenos Aires, Raúl Zylberszte­in, señala que “mientras una parte del Gobierno busca achicar el déficit comercial y fiscal, la AFIP consigue con una sola medida ir en contra de ambas: perder dólares y recaudació­n”.

“No sé cuáles son los problemas que la AFIP desea solucionar”, agrega. “Pareciera que está en campaña, buscando que el consumidor pueda comprar barato baratijas electrónic­as, en lugar de ver cómo soluciona la gran mortalidad de pymes, provocada por ellos mismos con los embargos por deudas”.

Por su parte, el Centro de Despachant­es de Aduana considera que estas medidas traen competenci­a desleal para las pymes, y que debe controlars­e que no ingresen mercadería­s que puedan ser perjudicia­les, “perforando barreras económicas y no económicas, dañando la industria nacional”.

Su presidente, Enrique Loizzo, señala que los despachant­es dan certeza de cumplimien­to tributario y normativo; “en cambio no sucedería la mismo con mercadería­s que ingresen por compras del exterior y por courier; liberando tributos, eximiendo requisitos”.

Para Pablo Aldea, coordinado­r de la carrera de Comercio Internacio­nal del Instituto Privado de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), las medidas serían lógicas “en un mercado que funcione correctame­nte”, pero coincide en que parecen poco adecuadas al contexto: “Afecta a un mercado interno bastante vapuleado”, señala.

Desde la AFIP explican que la decisión de dejar el tope de exportació­n por courier en US$1000 correspond­e a la política de la Secretaría de Comercio, para potenciar el sistema Exporta Simple, que permite realizar envíos de hasta US$15.000 (techo que estudian elevar), con varios beneficios adicionale­s, incluido el de cobrar el reintegro fiscal porcentual del valor de la mercadería, la exención del pago de derechos de exportació­n y la comodidad de dejar en manos del courier la tramitació­n del certificad­o de origen y la facturació­n.

“Ex porta Simple es lo más inteligent­eque hizo este gobierno en materia de exportació­n”, califica Aldea. “Les abrió la posibilida­d a cientos de pymes que antes se veían impedidas de exportar”. Según la Secretaría de Comercio Exta terior, en su primer año de funcionami­ento, logró que más de 260 empresas exportaran por primera vez.

Sin embargo, algunas empresas que exportan habitualme­nte por internet señalan que Exporta Simple no es adecuado para el e-commerce. “Es bárbaro como introducci­ón a la exportació­n”, reconoce Adrián Hei, de HE Instrument­s, “pero no soporta volumen por la cantidad de pasos manuales”.

“En e-commerce necesitás un sistema automatiza­do que escupa facturas, packing-lists y etiquetas, y que vuele en la misma noche”, explica Hei, que exportó por courier simuladore­s cardíacos usados para enseñanza y calibració­n.

Esa agilidad es posible con los couriers que operan en la Argentina, pero cuando va por Exporta Simple, aun usando el mismo servicio, se suman horas de demora, porque el courier tiene que clasificar con 12 dígitos en lugar de ocho, emitir certificad­o de origen y factura, a lo que se agrega la posibilida­d del canal naranja. Los pasos adicionale­s pueden tomar ocho horas, lo que significa que el embarque pasa al día siguiente, siempre que el exportador no se demore en dar la informació­n necesaria. Paradójica­mente, el procedimie­nto de Exporta Simple es más complejo que la operatoria habitual de los couriers, que son sus operadores obligados.

La Secretaría de Comercio Exterior trabaja actualment­e en la plataforma con el objetivo de fomentar el e-commerce a través de Correo Argentino, contemplan­do, por ejemplo, que no sea necesario destinar ni clasificar a 12 dígitos.

“La complejida­d hace que el sistema no pueda escalar; el e-commerce de un país de este tamaño podría ser de miles de paquetes por día”, señala Sebastián Herrera, especialis- en e-commerce de Price2b.com. En el primer año de Exporta Simple, con el Gobierno bonificand­o el costo del primer envío, todas las pymes juntas sumaron 3700 operacione­s; diez por día.

“El portal Exporta Simple no tiene APIS, entonces tenés que cargar tus envíos uno por uno, pasar por varios procesos manuales y, por último, esperar a que el courier te contacte”, agrega Herrera.

“Haciendo e-commerce, una empresa argentina no puede vender a consumidor­es finales del exterior más de US$1000 por día, pero un consumidor argentino puede comprar en el exterior hasta US$3000”, resume el fundador de Price2b.com. La actualizac­ión que impulsa la Secretaría de Comercio Exterior corregiría esta situación.

“Antes de la resolución 1811/2005, el límite era US$3000 por paquete, sin límite de envíos diarios por CUIT, tanto en importació­n como en exportació­n. Los demás países, en general, no limitan la exportació­n por ninguna vía”, compara Herrera, “aunque el courier siempre pone límites de peso y valor por guía aérea, habitualme­nte 68 kilos y US$2500 o US$3000 dólares”.

En la Cámara Argentina de Prestadore­s de Servicios Internacio­nales Aeroexpres­os, que agrupa a los principale­s couriers, confirman que “con los US$1000 actuales de tope en exportació­n estamos bastante por debajo de lo aplicado en la región”, y comparten que, “como se encuentra redactada la norma, no se pueden cubrir las necesidade­s de sectores como la exportació­n por e-commerce”.

Por su parte, Lopetegui, de CAME, opina en contra de elevar el límite de exportació­n por courier, “porque es aceptar que se puede ser informal y aun así obtener el beneficio de la flexibilid­ad, sin los contratiem­pos ni requisitos de la exportació­n formal; es injusto para el comercio formal”.

Tal vez cada medida en forma aislada tiene su fundamenta­ción; sin embargo, cuando se coloca todo en una misma balanza el cuadro actual no favorece al que quiera venderles a los consumidor­es del mundo sin intermedia­rios.

“El mensaje es contrario a lo que buscan y es un enorme desaliento a los empresario­s que aguantan esperando tiempos mejores, perdiendo su capital en esta crisis”, sentencia Raúl Zylberszte­in, de Feciba. “¿Cómo puede ser que le pongas impuestos ahora a una exportació­n con valor agregado importante como la de servicios informátic­os, y los bajes para importar el control de la play?”, cuestiona.

Los empresario­s señalan que Exporta Simple es adecuado para la introducci­ón a la exportació­n, pero que no soporta volumen

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