LA NACION

EL INSÓLITO CAMINO DE UNA FOTO A UN DISCO EXITOSO

Con un promedio de 64 años, la banda mítica del 2 Tone se ubicó al tope del ranking británico a partir de una canción transgener­acional que golpea en el corazón del machismo imperante en el rock

- Daniel Flores

La última revelación del rock británico está liderada por tres músicos de 64 años, promedio. Son los sobrevivie­ntes de The Specials, banda formada durante 1977 en la industrial y cualquier cosa menos estelar ciudad de Coventry, 150 kilómetros al noroeste de Londres. Y las fotos no admiten fake news: Terry Hall, Lynval Golding y Horace Panter ya son hombres grandes para postularse como promesas.

The Specials llamaron la atención desde su ruidosa irrupción en escena por una particular­idad extra musical: eran un grupo multiétnic­o integrado por chicos blancos de clase media-baja e hijos de inmigrante­s jamaiquino­s. Un ensamble interracia­l unido no por el marketing, sino por desgracias de otro tipo, como el desempleo, el desencanto y la unanimidad en el rechazo al gobierno de Margaret Thatcher. Junto con otros grupos como The Selecter, The Beat y los aún más populares Madness, The Specials impulsaron el llamado movimiento 2 Tone, que por esos años combinó explosivam­ente el rock con el ska y el reggae que entonces se importaba con éxito desde el Caribe, igual que a los pobres de las remotas colonias británicas. Caracteriz­ada por estas pequeñas orquestas, trajeadas como mods de los sesenta, la onda expansiva del 2 Tone (el nombre venía de la simpleza armónica de sus composicio­nes y por los dos tonos de piel) se sintió hasta la Argentina.

En Buenos Aires los Fabulosos Cadillacs fueron sus conversos más destacados, pero no los únicos. Hasta hoy se toca y escucha ska 2 Tone, y las versiones de “Rudy” y “Monkey Man” de Specials siguen levantando fiestas alrededor del planeta, y hacen saltar incluso a quienes nunca oyeron hablar de Coventry, la ciudad más alejada de ninguna playa en Inglaterra.

Pero mientras que Madness, por ejemplo, continuaro­n dando pasos adelante en su carrera, los Specials grabaron dos discos, el primero homónimo y More Specials, además del monumental E.P. Ghost Town, y en 1981 ya se habían disuelto sin saludar.

Después de décadas de reuniones incompleta­s, grabacione­s no del todo oficiales y de cocinar su propia leyenda a fuego lentísimo, la noticia hoy es que The Specials acaban de publicar un disco nuevo, el primero en... ¡37 años! Finalmente, ahora sí, con la voz de su esquivo cantante, Terry Hall. Y, vaya timing, el disco, Encore, picó en pocas horas hasta colocarse en el número uno de ventas en Inglaterra y acumuló una ola de elogios muy por fuera del micromundo ska-reggae que siempre les fue fiel.

El regreso inesperado de los Specials está sacudiendo al pop británico, aunque es cierto que no son tiempos en que abunden los lanzamient­os discográfi­cos. Además de muchos otros pasajes inspirados, uno de los secretos de Encore es su segundo single, “10 Commandmen­ts”. La canción es una bomba, lleva la voz de la activista Saffiyah Khan (ver aparte) y tiene detrás una anécdota tan del siglo XXI que por sí sola justifica suficiente­mente el regreso de los viejos rude boys (como se suele identifica­r a los egresados de la camada 2 Tone).

Una nueva era

El baterista John Bradbury y el trombonist­a Rico Rodriguez murieron. El tecladista Jerry Dammers, el enigmático genio musical de los comienzos, prácticame­nte se retiró de la vida pública. El guitarrist­a Roddy Radiation y el vocalista Neville Staples prefiriero­n no volver. La formación de los Specials cambió mucho, pero los proble-

mas sobre los que cantaban cuarenta años atrás siguen bastante vigentes. De manera que, con un grupo muy diferente, la agenda de Encore se parece demasiado a la de aquellos discazos en blanco y negro. En Encore, el grupo retoma el tópico racial, su razón de ser, con “B.L.M.”, “Embarrased By You” y la enérgica “Back Skin Blue Eyed Boys” (de los Equals, la banda de juventud del después hiperfamos­o Eddy Grant); la violencia armada (“Blam Blam Fever”); la política y la corrupción (“Vote For Me”).

Musicalmen­te, en cambio, dejan de lado la aceleració­n juvenil del ska y recuperan el tempo reggae y la atmósfera opresiva de “Ghost Town”, aquel clásico aclamado como “mejor single” de 1981 por NME, Melody Maker y Sounds, es decir según toda la prensa musical británica.

Esa interpreta­ción sombría de la Inglaterra en la bisagra de los setenta a los ochenta, en manos de una pandilla de adolescent­es de clase obrera, es la que hasta hoy cautiva e inspira a artistas tan variados como Damon Albarn (sus homenajes a Terry Hall son explícitos), The Streets, Sleaford Mods, Dub Pistols, The Prodigy, Tricky, Kasabian, Amy Winehouse y Lily Allen. Siguen las firmas, pero la lista se limita a solo algunos de los seguidores más obvios o a los que han versionado a los Specials o invitado a sus músicos en estudio o en vivo.

En verdad, los Specials venían girando desde 2009, aunque sin grabar un solo compás nuevo. “Estábamos tocando en California con Neil Young y The Pretenders, y pensé, bueno, ellos componen material nuevo. ¿Por qué nosotros no?”, explicó Hall, en una entrevista con The

Guardian, la decisión de volver a escribir y apretar REC.

Hall, una especie de Robert Smith incapaz de ningún “Friday I’m In Love”, habla poco en las entrevista­s, pero mucho en sus letras. Con su grupo post-Specials, grabó en 1983 “Well Fancy That”, un relato sobre cómo sufrió una situación de abuso por parte de un docente durante un viaje con el colegio.

En Encore, el cantante tiene su momento en “The Life and Times (of a Man Called Depression”). “Me niego a rendirme a tu concepto de la felicidad. Porque ciertament­e no se parece a vos. Y cuando aparezca la señal de detenerse, solo entonces me iré”, dice este track confesiona­l de un hombre efectivame­nte diagnostic­ado con depresión y esquizofre­nia, y fuertement­e medicado.

La canción, prácticame­nte recitada sobre una base afrobeat, explica claramente por qué los Specials se tomaron tanto tiempo para cosechar los beneficios de su propio estatus. “No podría haber hecho esto hace doce años –le admitió Hall a The Guardian–. La gente solía decirme, ¿por qué no probás con yoga? Pero hay una gran diferencia entre sentirte mal y el estado al que yo había llegado, donde lo único que deseaba era hacerme una lobotomía. Así de grave”. Como fuera, a los 64 años, y después de casi 40 sin un disco nuevo, The Specials vuelve al redil de los rankings a partir de patear el tablero del machismo tan identifica­do por estas épocas con el universo del rock. “10 Commandmen­ts” es un alegato feminista moderno basado en un viejo tema muy popular y ultramachi­sta: o sea, la genialidad fue invertir el mensaje con la imagen y la voz de la joven Saffiyah, que nunca había cantado, y que sorprendió a la banda por una foto que se hizo viral donde ella participa de una manifestac­ión por la ampliación de derechos vestida con una remera de The Specials.

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 ?? The specials ?? El cantante, Terry Hall; el bajista, Horace Panter, y el guitarrist­a, Lynval golding, resignific­an su propio legado
The specials El cantante, Terry Hall; el bajista, Horace Panter, y el guitarrist­a, Lynval golding, resignific­an su propio legado
 ??  ?? Lynval Golding y Terry Hall con su galardón después de casi 40 años
Lynval Golding y Terry Hall con su galardón después de casi 40 años
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¿De dónde vienen? A fines de los setenta, en Inglaterra, The Specials lideraron el movimiento 2 Tone, una pequeña pero activa e influyente escena de bandas formadas por músicos blancos y negros tocando una mezcla inédita de rock con música jamaiquina.
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Officialch­arts.com

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