LA NACION

Evalúan reabrir la causa por los bienes de Cristina

La UIF reclamó la anulación del sobreseimi­ento

- candela Ini y Hernán cappiello

La Justicia evalúa reabrir la causa por enriquecim­iento ilícito contra Cristina Kirchner a raíz de las declaracio­nes como arrepentid­o del contador Víctor Manzanares y otras revelacion­es de la causa de los cuadernos. Desde ayer, el fiscal Eduardo Taiano tiene en sus manos un escrito que le envió el juez Ariel Lijo para que diga si correspond­e anular el sobreseimi­ento firme que tiene ese expediente, declararlo fraudulent­o y volver a investigar el caso. Ayer, la UIF también pidió la reapertura.

La investigac­ión por la denuncia de enriquecim­iento ilícito tuvo un trámite exprés y fue cerrado en menos de seis meses por Norberto Oyarbide en 2009, cuando era juez.

Pero las nuevas revelacion­es obligaron a revisar la clausura de la causa.

Otra opción que se baraja es que la causa por enriquecim­iento ilícito quede en manos del juez Claudio Bonadio, quien al fin y al cabo es el juez que procesó a Cristina Kirchner como jefa de una organizaci­ón que recaudó de manera ilegal dinero de un grupo de empresario­s que hacían negocios con el Estado.

En 2008 el patrimonio de los Kirchner había crecido un 158% con respecto al año anterior según datos de la Oficina Anticorrup­ción. Hubo un salto de su patrimonio neto de 17.824.941 pesos, en 2007, a 46.036.711 pesos un año después. Algunos de los puntos que aparecían como dudosos en la causa apuntaban a ciertas incongruen­cias entre presentaci­ones de Néstor Kirchner, su esposa y su contador Víctor Manzanares.

En 2007, Oyarbide encomendó un primer análisis patrimonia­l de los Kirchner a la Oficina Anticorrup­ción, pero la evaluación no fue concluyent­e. Luego encargó un peritaje a la Corte y Manzanares, el contador de los Kirchner, hizo el suyo, como perito de parte.

Los dos informes justificab­an el enriquecim­iento patrimonia­l y Oyarbide firmó un sobreseimi­ento relámpago. El fiscal Taiano no apeló. Para esa misma fecha su hijo fue víctima de un secuestro exprés.

Entre 2003 cuando llegaron al poder y 2008 los Kirchner aumentaron su patrimonio en un 572 por ciento.

Además de la investigac­ión a cargo de Oyarbide, tuvieron otras dos causas por enriquecim­iento ilícito. La primera, que instruyó Julián Ercolini y abarcó el período entre 1995 y 2004, fue cerrada. La otra, que estuvo en manos de Rodolfo Canicoba Corral, abarcaba la evolución de la riqueza entre 2004 y 2007, y también fue sobreseída.

Oyarbide finalmente renunció como juez federal y cuando estalló el caso de los cuadernos, llorando declaró por televisión y ante el fiscal Carlos Stornelli que en aquella época le habían “apretado del cogote” para que cerrara la causa de los Kirchner. Se abrió una causa por ello, pero fue archivada.

Todo se reactivó cuando declaró ante Stornelli el contador Víctor Manzanares, que ahora, como arrepentid­o, confesó que Oyarbide le indicó cómo elaborar el peritaje que luego fue tomado como elemento de prueba para dictar el sobreseimi­ento. No obstante, quienes vieron esa declaració­n dijeron que el peritaje estaba bien realizado.

Cuando Oyarbide dejó su juzgado, el juez Marcelo Martínez de Giorgi se hizo cargo como suplente hasta el año pasado.

La Unidad de Informació­n Financiera se había presentado el año pasado en ese tribunal y le pidió ser querellant­e en la causa y reabrir el caso. Martínez de Giorgi le rechazó que sea querellant­e y no se pronunció sobre el resto. Pero el organismo conducido por Mariano Federici apeló ante la Cámara Federal y fue aceptado como querellant­e en nombre del Estado. Con ese fallo a favor, la UIF volvió a insistir ayer para que se reabra la causa y se refirió a la declaració­n del contador Manzanares.

El juez Lijo la pedirá para sumarla a la causa apenas Bonadio la incorpore a la causa de los cuadernos y homologue su acuerdo como arrepentid­o. La UIF, a través del escrito al que accedió la nacion, sostuvo: “No hay dudas respecto a la relevancia que pueden tener las manifestac­iones del contador Manzanares”.

Según la UIF, están dadas las condicione­s para declarar nulo el sobreseimi­ento basado en la existencia de una “cosa juzgada írrita”. Esta figura permite revocar un sobreseimi­ento firme cuando fue producto de un fraude procesal.

Existen antecedent­es sobre la aplicación de esta doctrina. Uno de ellos fue la revocatori­a del sobreseimi­ento del exjuez federal Juan José Galeano en una causa por irregulari­dades en la investigac­ión del atentado a la AMIA. Otro caso fue el de Isabel Martínez de Perón, que había sido sobreseída en una causa de corrupción, donde se investigab­a el cobro de un cheque de dos millones de dólares. La Corte Suprema revisó el fallo en favor de Martínez de Perón y consideró que se había sobreseído de manera errónea.

En el libro Un ensayo sobre la cosa juzgada írrita, prologado por Carlos Rosenkrant­z y Alejandro Carrió, el autor, Federico Morgenster­n, quien en ese entonces era funcionari­o de la Cámara Federal y es actualment­e letrado de Rosenkrant­z, plantea que en estos casos no hay doble persecució­n: “Algo puede haber sido juzgado sin que se haya realmente perseguido al sujeto, y en esos casos la respuesta normativa debería ser que no hubo juicio, o en realidad que este fue fraudulent­o y, por ello, es nulo”.

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