Festejo de egresados
En los últimos años se extendió la práctica de arrojar diversos elementos al estudiante universitario que se gradúa. Acto del que participan familiares y amigos del graduado, en muchos casos con total impunidad respecto del resguardo de los espacios públicos. Yo me pregunto por qué en el caso de la Universidad Barceló, que tiene su propio edificio, cercano a la plaza ubicada en Las Heras y Pueyrredón, es utilizado el expasaje Cantilo para esa práctica. Este queda en condiciones lamentables, que se agravan con el paso de los días y el calor: olores nauseabundos en el coincidente espacio de la feria municipal de martes y sábados. ¿Por qué los contribuyentes debemos asumir que el erario público se destine a fines de índole privada? Además de lo primitivo del acto, es lógico pensar que las universidades privadas asuman ejemplarmente la reparación del daño al espacio público. Me consta que otras universidades destinan un espacio con mantenimiento a su entero costo.
Mónica Minetti
DNI 12.552.818