La sangría
La ida de Pablo Matera a Francia tras el Mundial acrecienta el problema estructural del rugby argentino ante la tentación europea
“Buen timing”, fue la frase que escribióyluegoborróGonzaloQuesada,elentrenadordeJaguares.Fuela únicareferenciadeunprotagonista del rugby argentino a las horas de desconcierto, cuando las miradas deberían estar puestas en lo que sucederá mañana en el estadio de Vélez, con el debut en el Súper Rugby ante Lions, en su cuarta participación en el torneo. Sin embargo, desde Europa llegó el sacudón: Pablo Matera, capitán del seleccionado argentino, se irá al rugby francés tras la Copa del Mundo.
No lo confirmó el jugador. Ni la UAR. Eligieron el silencio. Habló Hans-Peter Wild, presidente de Stade Français. “Podemos anunciar a Matera, capitán de la Argentina, quien se nos unirá después del Mundial”, dijo en una entrevista. Se adelantó a los hechos. Es que el tercera línea surgido de Alumni iba a sumarse al equipo francés recién el año próximo. Pese a los contrapuntos que encendió en el propio equipo europeo, y a la desaprobación de algunos dirigentes por su llegada, ya que iría contra los topes salariales impuestos por el club.
Pero los tiempos se aceleraron y la salida de uno de los rugbiers más importantes que tienen Jaguares y Pumas volvió a encender el debate. El propio Quesada fue partícipe activo ayer cuando, horas después del mensaje que dejó en las redes sociales, decidió borrarlo. El pasado del entrenador de Jaguares tiene un vínculo fuerte con Stade Français: fue jugador, dirigió al equipo y se coronó campeón. Decidió no renovar el contrato y se fue seis meses antes de que Hans-Peter Wild asumiera como presidente.
Matera es el segundo jugador de peso del plantel argentino que, en cuestión de meses, anuncia que rompesuvínculoconlaUAR.ElprimerofueNicolásSánchez,quienen diciembre pasó justamente a Stade Français. Días después de vestir la número 10 del club francés, el tucumano apareció en la lista de los 10 jugadores con mejores contratos del mundo. La cifra del sueldo del apertura (730.000 dólares) tampoco cayó bien en el plantel argentino. La UAR hoy no puede competir con el poderío económico de los equipos del Viejo Continente. Las ofertas llueven y los teléfonos que antes no se atendían, hoy sí. La sangría continúa. Para tener una idea, Sánchez percibía cerca de 300.000 dólares, una suma aproximada a la que recibirían los contratos top de la UAR en todo concepto: Agustín Creevy y Joaquín Tuculet.
Se fue Nico Sánchez y se irá Matera. Antes le pasó a Facundo Isa, que en ese momento era el argentino de mejor rendimiento. En el medio, también se fueron algunos con largo recorrido en Jaguares y Pumas, como Ramiro Herrera o Lucas Noguera Paz. Y hay más. Martín Landajo recibió una oferta de Harlequins y se iría tras el Mundial junto a Santiago García Botta. Por Agustín Creevy también hay interés. y Guido Petti se podria ir a Francia en 2020. Lo sentimental tampoco aplica. Es que la prohibición que tienen “los de afuera” de jugar en el seleccionado ya no es más una razón para quedarse.
La veda a los europeos surgió en noviembre de 2014. Antes de comenzar el Súper Rugby, se decidió que en el seleccionado solo puedan jugar aquellos que tengan contrato con la UAR. Una medida que perseguíaunobjetivoclaro:eldedesarrollar un grupo de jugadores bajo un mismo estilo. Todos con el mismo calendario, no depender de convocatorias ni de permisos. Apuntaron a potenciar el seleccionado. Después del Mundial 2015, donde losPumasterminaroncuartos,muchos regresaron al país y otros eligieron continuar en Europa, como Juan Imhoff y Marcelo Bosch.
Pero esa decisión tuvo sus matices. Idas y vueltas, frases cruzadas de dirigentes. En el medio de quedaron presos los jugadores y los resultados del seleccionado tampoco acompañaron. Hicieron rever la decisión. En octubre de 2017 el expresidente de la UAR, Carlos Araujo, le dijo a la nacion que para el Mundial 2019 estarían abiertas las puertas para que jueguen los mejores, independientemente de su procedencia.
Pero Marcelo Rodríguez, quien hoy está a cargo del rugby argentino, matizó esa postura. Hoy la regla establecequepuedenexistir“excepciones”. Es decir que Mario Ledesma, coach de los Pumas, puede llamar, como ya hizo, a jugadores que actúan en el Viejo Continente. Pero será la UAR quien tenga la decisión final.“Elentrenadorpuedepedirlas excepciones que crea necesaria. No haycupo”,aseguróRodríguez.Algo que ya sucedió, ya que para el último Rugby Championship y la ventana de noviembre contó con cinco jugadores europeos: Juan Figallo, Ramiro Herrera, Mariano Galarza, Facundo Bosch y Gastón Cortés.
Matera jugará el Súper Rugby. También el Mundial. Pero lo importante pasará después de Japón. El rugby argentino deberá reestructurarse. Necesitará “buen timing” para intentar evitar la partida de sus mejores jugadores y poder contar con un seleccionado en el que jueguen los mejores.