Piñón Fijo
Los payasos no razonan, Piñón. Los payasos se emocionan. Los hombres, las mujeres y, especialmente, los niños (su público genuino) quieren verlo llorar porque no pudo viajar a Lago Puelo. O quieren verlo con miedo a no poder ir nuevamente, o ingenuamente tal vez quieren que Piñón se enoje contra los demás, como plasmando en usted lo que ellos no deben hacer. Ellos quieren un modelo. ¿Qué modelo está dando Piñón? La emoción mueve, la explicación paraliza. ¿Usted está paralizado o movilizado? Piñón Fijo supo hacer reír a mucha gente, supo hacer llorar a mucha gente, está ahí porque otros no se fijaron en las explicaciones de su vida, se fijaron en lo que usted hacía y les hacía hacer. La gente hoy quiere más fenómenos… y menos explicaciones. Nadie logró nada en su vida explicando, Piñón. Vos llegaste ahí porque soñaste. No les quites el sueño a los chicos con explicaciones: ayudalos a soñar. No pierdas tu impronta, querido Piñón. Los argentinos todavía necesitamos ídolos, aunque sea un payaso.
Axel Persello
DNI 23.643.637