Multas
Prácticamente todas las semanas se publica una carta de lectores con una queja sobre las multas por radares. En las redes sociales las quejas son permanentes. Los políticos, incluido el Presidente, son deudores de multas. La buena fe y la legitimidad de las sanciones son indispensables para su aceptación por el público. Estas multas no reúnen ninguna de estas características. Además, tienen un valor exorbitante, de casi un 50% de un salario mínimo vital y móvil. La pregunta del millón es cuántas multas son necesarias para disminuir un accidente. En palabras médicas, cuál es su costo/beneficio. Las leyes obedecen a un modelo de cambio de conducta que puede no cumplirse. A modo de ejemplo, en Escocia bajar el límite de alcoholemia a 0,05 g no disminuyó los accidentes ni el consumo de alcohol en forma significativa. Es difícil pensar que multar a los ciudadanos por conducir a 102 (máxima 100) tenga algún sentido. Sorprende, en este contexto, la falta de reacción de la gobernadora Vidal; del jefe de gobierno, Rodríguez Larreta, y del propio Presidente. Alejandro Malbrán
DNI 11.266.408