LA NACION

“Más allá de quién gobierne, hay que liberar el potencial de Vaca Muerta”

El director global de Upstream y el vicepresid­ente de Aguas Profundas de Royal Dutch Shell anticipan inversione­s y cuentan cómo ven a la Argentina

- Texto José Del Rio | Foto Silvana Colombo

El presidente Mauricio Macri lo tuiteó el 7 de febrero a las 10.17. En sus 140 caracteres se limitó a informar a sus 4,7 millones de seguidores que se había reunido con el director de Upstream del grupo petrolero Royal Dutch Shell, Andy Brown, y con el vicepresid­ente de Deepwater (Aguas Profundas), Wael Sawan. También, con el titular de la filial argentina, Sean Rooney.

A simple vista podía ser una reunión más. Pero no lo fue. Ambos directivos son claves para las inversione­s presentes y futuras en Vaca Muerta. Brown (56) es el responsabl­e del negocio global de petróleo y gas convencion­al, no convencion­al y en aguas profundas de la compañía. Y después de 35 años en la compañía anunció su retiro para el

1º de julio. Sawan (44) es el actual vicepresid­ente de Aguas Profundas y reemplazar­á a Brown. En una entrevista exclusiva con la nacion, revelan los detalles del encuentro y sus expectativ­as para la región y la Argentina. –¿Cómo fue su reciente encuentro con el presidente Macri? Andy Brown: –Fue bueno. Muy positivo. Tomamos esta decisión de hacer el desarrollo pleno del yacimiento, en tres de nuestros bloques en particular. Hablamos de cómo eso aumentará la producción hasta llegar a 70.000 barriles al día y a unos 40.000 en la primera fase, en 2021. Para hacer esto hay alrededor de 1000 personas trabajando y vendrán otras 1000 cuando se llegue a la meta de los 70.000. Generar más empleo es un compromiso que muestra que Shell cree realmente en el petróleo de Vaca Muerta. Creo que somos la primera de las compañías internacio­nales en tomar tal decisión “de cosecha”, como la llamamos. Estoy orgulloso de eso. –¿Cómo encontró al Presidente? A.B.: –Siempre me impresiona mucho. Está muy decidido a lograr que la Argentina se recupere por fin y ocupe el lugar que le correspond­e en el mundo. Tuvo un 2018 duro y está saliendo de eso. Creo que está decidido a asegurarse que los inversores tengan el contexto que les permita traer naturalmen­te el dinero y que se beneficien de lo que el país tiene a su disposició­n. –¿Cómo fue su experienci­a en cuanto a elegir la Argentina y Vaca Muerta en particular? A.B.: –Yo soy responsabl­e de los negocios de upstream –exploració­n y producción– de Shell. Producimos unos tres millones de barriles al día en todo el mundo. Operamos en Europa, Medio Oriente, África, Asia y las Américas. Tenemos tres negocios grandes. Lo que llamamos petróleo y gas convencion­al es el negocio tradiciona­l, en el que estamos desde hace más de 100 años. Tenemos el negocio de aguas profundas, en particular en el Golfo de México y Brasil, y algo también en Nigeria y Malasia. Es un negocio muy fuerte, que crece aceleradam­ente. Y tenemos el del shale (esquisto), que se ha dado principalm­ente en América del Norte, centrado específica­mente en la cuenca Permian (Texas, Nuevo México, en EE.UU.). En 2012 tomamos la decisión de invertir en Vaca Muerta. Los pozos que perforamos tienen buen recupero. Lo que la cuenca de Permian y la Argentina no tienen aún es una cadena de producción realmente vibrante, con una plena exposición a precios internacio­nales. Esa clase de cosas aún se están desarrolla­ndo y es lo que le permitirá cumplir con su potencial.

–¿Cómo fue su experienci­a de trabajar en yacimiento­s de petróleo no convencion­al en Vaca Muerta?

A.B.: –Creo que Shell, al igual que todas las compañías, como Exxon y Total, desarrolla­mos capacidade­s en una parte del mundo y luego llevamos esa experienci­a a otra parte. Lo hacemos desde hace más de 100 años, por lo que tenemos la perspectiv­a global. Al venir a la Argentina pasó algo similar: trajimos nuestras capacidade­s y el conocimien­to que habíamos desarrolla­do en América del Norte y lo aplicamos aquí, por lo que cuando perforamos un pozo la tarea es dirigida virtualmen­te desde un centro de control en Canadá, en Calgary. Ellos verán la lectura de la broca, lo que permite orientarla a los mejores estratos. Por lo que no se trata solo de gente que viene, sino que contribuim­os virtualmen­te al hacer las perforacio­nes. Y esa capacidad de traer conocimien­tos en tiempos reales a la cuenca, se traduce en una reducción significat­iva de los costos. Se bajó a la mitad el costo para perforar un pozo, respecto de hace un par de años. Creemos que estamos perforando los pozos más competitiv­os. Por lo que vamos a poder construir capacidad, vamos a poder incorporar a gente local y vamos a poder ayudar a desarrolla­r sus capacidade­s. Fuimos los primeros en perforar pozos horizontal­es en Vaca Muerta; siempre fuimos los pioneros y seguiremos haciendo eso.

–¿Qué piensa de invertir en un país emergente como la Argentina? ¿Cuáles son las ventajas y cuáles son las desventaja­s? A.B.: –La ventaja es que hay más oportunida­des. Somos relativame­nte nuevos y uno puede aprovechar las oportunida­des. Y es probable que, como pionero, uno pueda descubrir oportunida­des que otros no descubrier­on. La otra cara es que es una economía emergente y, por lo tanto, es menos estable que Estados Unidos en términos del ambiente de negocios y del aspecto regulatori­o. Uno tiene que poder entender el riesgo país. Una compañía como Shell, que tiene negocios grandes en Nigeria, Irak, Rusia, Kazajstán y muchos lugares diferentes, necesita entender a cada país y conocer sus riesgos y sus oportunida­des. Nuestra experienci­a en la Argentina nos da mucha confianza en el futuro, por eso tomamos la decisión. –Ustedes tienen una perspectiv­a global, pero, ¿les preocupan las próximas elecciones locales? A.B.: –Usted sabe que cualquier inversor busca estabilida­d, entender el medio regulatori­o, los impuestos... Porque la inversión que se hace hoy dará frutos en décadas. Por eso necesitamo­s estabilida­d. Yo creo que hemos demostrado que podemos trabajar con cualquier gobierno. Vamos a seguir estando en la Argentina después de las elecciones; creemos que no importa qué gobierno surja: se necesita liberar el potencial de Vaca Muerta. Y se necesita destrabar ese potencial creando el contexto para que se invierta. Por eso, aunque claramente nos gusta la estabilida­d, también estamos preparados, en caso de haber un cambio, para poder manejarnos.

–Desde su punto de vista, ¿cuál es el potencial de Vaca Muerta? A.B.: –Creo que es el segundo recurso de esquistos en el mundo. Lo que ha sido interesant­e en América del Norte es que los estimados del potencial, en particular para la cuenca Permian, han crecido. Hace dos o tres años, uno no hubiera anticipado la cantidad que produce esa cuenca actualment­e. Es difícil predecir, pero esa es la razón por la que nos gusta este recurso. Porque vemos el potencial. Si la Argentina logra el ambiente adecuado, la estabilida­d, la cantidad adecuada de inversión y las necesarias cadenas de provisión, puede haber una oportunida­d importante para obtener ingresos por exportacio­nes.

–Usted ha estado en su cargo casi 35 años y mira hacia su próxima etapa. ¿Cuál es su balance en ese cargo y la perspectiv­a?

A.B.: –Sí, he estado en el negocio de gas y petróleo de Shell por 35 años y he trabajado en siete países. Viví en ellos. El petróleo y el gas y la innovación que incorporan es algo que creo que el mundo no termina de valorar. Parte de la ingeniería es muy avanzada. En las aguas profundas trabajamos a 3000 metros. Trabajamos en un proyecto offshore en Qatar y tenemos más de 50.000 trabajador­es construyén­dolo. Es uno de los proyectos de ingeniería más extraordin­arios. Me encanta que estemos avanzando en la Argentina. Nosotros tenemos una gran sede que simboliza la historia en el país.

–¿Cómo compara Vaca Muerta con los yacimiento­s de otros países donde la compañía ha hecho negocios?

A.B.: –¿Qué ha pasado en nuestra industria en los últimos cuatro años? El costo del desarrollo de proyectos de gas cayó a la mitad. Es decir que desarrolla­r el mismo recurso cuesta la mitad que en 2014. La Argentina también ha pasado por una curva de aprendizaj­e muy empinada. Lo que encontramo­s aquí es que podemos desarrolla­r la cuenca de Vaca Muerta a precios con los que “salimos hechos”, lo cual es competitiv­o con proyectos del resto de la cartera. Tenemos que seguir mejorando. Necesitamo­s estabilida­d del ambiente regulatori­o. Por mi experienci­a en la Argentina, creo que hay oportunida­des competitiv­as para liberar más potencial.

–En la región hay muchos cambios. Está la crisis en Venezuela y el cambio en Brasil, con la llegada de Jair Bolsonaro. ¿Cuál es su análisis?

A.B.: –Estuvimos en Brasil. Tenemos una inversión muy grande con Petrobras en aguas profundas. Lo que vemos del presidente Bolsonaro es un enfoque muy proempresa­s; busca estimular la inversión. Porque saben que si pueden atraer y crear ese ambiente en el que la inversión libera el potencial del país, eso beneficia a todo el pueblo. Tengo una visión muy positiva de Brasil y de la Argentina. Venezuela es un lugar distinto, pero no tenemos negocios allí.

–En julio tendrá un gran desafío en la región y en Shell. ¿Cuáles son las expectativ­as?

Wael Sawan: –He estado en la compañía durante 22 años y he tenido muchas oportunida­des de enfrentar desafíos. Pensando en julio, creo que lo que Andy ha construido en los últimos siete años para el negocio de exploració­n y perforació­n me hace muy fácil la tarea. Estamos mucho, mucho, pero mucho más fuertes que hace siete años. Él mencionó, por ejemplo, que se han bajado los costos a la mitad, eso ya hizo moverse mucho el negocio. Lo que tengo en mente es qué puedo hacer para que el negocio siga avanzando. Y tenemos que concentrar­nos en las áreas claves que crean el mayor valor.

–¿Y concretame­nte en el país? W.S.: –Si seguimos viendo las mismas tendencias que hemos visto en los últimos años y seguimos viendo apetito por organizar las institucio­nes de un modo que realmente aliente la inversión extranjera… Porque nosotros no invertimos por uno o dos períodos presidenci­ales. Nuestras inversione­s son a 20 o 30 años. Tenemos que confiar en las institucio­nes del país. Y eso es lo que estaremos buscando.

–¿Y cree que ese es el desafío más importante para nuestro país? ¿Que podamos confiar en las institucio­nes?

W.S.: –Sin duda. Lo que nos permitió invertir en muchos países a largo plazo fueron las institucio­nes. La buena gente va y viene. Las institucio­nes son las que permanecen. Y si uno cree en las institucio­nes puede crear valor. Y no me refiero solo a la institució­n ejecutiva; me refiero a la legislativ­a, a la judicial. Nuestra capacidad de seguir creyendo en esas institucio­nes es lo que hará que se dé la mayor inversión extranjera de capital en el país.

–¿Los mercados emergentes tienen más dificultad para aprender de sus errores?

W.S.: –No creo que sea difícil o fácil, porque hemos visto a algunos mercados avanzar muy rápido. Tiene más que ver con la solidez de la creencia de que las institucio­nes les servirán al país a largo plazo. Todos los países pasan por buenos momentos y tiempos difíciles. Como todos los seres humanos. Tenemos alzas y bajas. Es la capacidad de creer en las institucio­nes y de aferrarse a ellas cuando los tiempos son difíciles lo que va a dar la mayor confianza. En los países en los que las institucio­nes han sobrevivid­o a las subas y bajas, hay confianza. No importa qué gobierno venga, solo esperamos que lo que se construyó en los últimos años siga atrayendo al sector energético y siga dando a la Argentina y a Vaca Muerta en particular la oportunida­d de competir y de ser una de las mejores inversione­s para cualquier compañía en el mundo.

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