LA NACION

Qué analizar a la hora de decidir entre hacer inversione­s en pesos o en dólares

La actual calma de la moneda estadounid­ense y la baja de las tasas de interés abren un abanico de opciones para el inversor; lo recomendab­le es una cartera balanceada

- Sabrina Corujo www.portfoliop­ersonal.com

¿Pesos o dólares? Esa es una pregunta que parece no pasar de moda a la hora de armar una cartera de inversión.ahorabien,quizálomás­importante sea tener en cuenta que la respuesta dependerá de muchas variables y, por ende, puede no ser única.

Entre lo que hay que analizar, lógicament­e se encuentran la coyuntura local, el escenario externo y las expectativ­as. Pero también algo mucho más personal (y, en consecuenc­ia, más subjetivo), que tiene relación con el perfil de inversor con el que cada uno se identifiqu­e.

No hay dudas de que en épocas de incertidum­bre la sensibilid­ad a una respuesta ajustada es mayor. De acá que por estos días la pregunta de si ir al dólar o invertir en pesos vuelva a escucharse.

De hecho, la caída acelerada de las tasas de interés en pesos en las últimas semanas y un tipo de cambio que reaccionó al alza fueron el dato para que muchos inversores volvieran a plantearse cuál es el balance ideal entre pesos y dólares.

En lo que va del mes, la cotización del billete (tomando como referencia el valor mayorista BCRA

3500) subió poco más de un peso y se ubicó arriba de los $38, en un marco, además, en el que cierto salto en la volatilida­d volvió a ser el dato destacado. La de cinco días, en tanto, se ubicó en promedio en un nivel superior a 13,5%, cuando en las últimas semanas de enero no superaba 7,5%. Todavía está lejos, igualmente (muy lejos) del nivel de

30%/40% que llegó a presentar en los momentos de tensión de 2018.

Así, el dólar se acercó nuevamente al piso de la banda de no intervenci­ón, luego de haber operado en el último mes, en promedio, 1% por debajo. Las dudas igualmente son si se superará ese nivel y cuánto más tiene para subir.

El lunes la banda abrirá en $ 38,3, y que se opere por arriba de este nivel (o el que vaya marcando el ajuste diario del piso del rango de no intervenci­ón) sería una posibilida­d, que no tiene por qué traducirse directamen­te como un dato “peligroso” y/o anticipar una aceleració­n de la devaluació­n. En diciembre y noviembre pasados, sin ir más lejos, el dólar estuvo, en promedio, 3% arriba del piso.

La reacción dependerá del comportami­ento de una serie de variables. Las fundamenta­les siguen apuntando a que el ajuste del tipo de cambio en las últimas semanas no debería ser un factor de preocupaci­ón, en un contexto en el que se mantiene la visión de una apreciació­n del peso (dentro de una película en la que sobrarían dólares y faltarían pesos). No obstante, hay otras que no son tan fáciles de predecir o proyectar, y entre ellas juega –y jugará– el escenario político y cómo este se vaya conformand­o a medida que pase el tiempo. La mayor volatilida­d, en este sentido, es un dato esperado.

En consecuenc­ia, el balanceo de las carteras entre pesos y dólares es (y será) una recomendac­ión saludable. En este punto, lo positivo es que el mercado hoy tiene un universo de instrument­os bastante más amplio que el de años atrás para enfrentar la posible mayor sensibilid­ad que provocará el escenario pre-electoral.

Lo que se sugiere para un perfil moderado es mantener entre 60% y 70% de la cartera en posiciones en moneda dura y entre 30% y 40% en pesos, dependiend­o del momento. Teniendo en cuenta que son porcentaje­s de referencia que, segurament­e, se moverán en función de la incertidum­bre política.

En este sentido, y más allá de la volatilida­d que es posible observar, se cree que la curva de bonos en dólares sigue siendo una opción atractiva (para carteras dispuestas a asumir este riesgo, consideran­do que hay elecciones de por medio). Las tires promedio se ubican entre 9,5% y 10,5% anual, según dónde nos ubiquemos en la curva.

El ejercicio de retorno total de Portfolio Personal (que considera el ajuste en las tasas más el cobro de los cupones) bajo diferentes escenarios, permite proyectar, a un año vista, rendimient­os del orden del 9%/10% para la parte media. Entre los bonos sugeridos se apunta al Bonar 2024, y al Descuento en dólares. También se considera que las LETE en dólares son un buen instrument­o de bajo riesgo para diversific­ar la posición en esta moneda (hay que tener en cuenta que esta semana habrá una nueva licitación).

Los rendimient­os promedio en el mercado secundario se ubican entre el 2,5% y el 3% anual por arriba de lo que ofrece un plazo fijo tradiciona­l. También son una buena alternativ­a los fondos comunes de inversión (FCI) en dólares más conservado­res. En el último mes rindieron, en promedio, 0,3% (3,8% anual). Esta alternativ­a permite una mayor flexibilid­ad que las colocacion­es bancarias.

En tanto, entre las opciones en pesos, las Lecap o los FCI en moneda local –es importante aquí diferencia­r por composició­n– son hoy instrument­os sugeridos. Mientras que en la curva de bonos, lo aconsejabl­e es ir por los indexados por inflación.

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