Carnaval
La fiesta sin límites
Del norte argentino a Panamá, una hoja de ruta continental para mucho más que cuatro días locos
Febrero es sinónimo de carnaval. Aunque en este 2019, una de las primeras celebraciones del año, y a la vez, la más esperada, se hace rogar un poco más de lo habitual: los insondables caprichos del calendario lunar estiran la espera hasta los primeros días de marzo. La fecha “oficial” es del 2 al 5 de marzo, del sábado de carnaval hasta el Miércoles de Ceniza, pero también unos días antes y otros después.
Es que las celebraciones no pueden esperar, y en muchos rincones, el carnaval comienza con los ensayos de las agrupaciones, desfiles y eventos previos. Porque el carnaval va más allá de la mera fiesta: es una celebración que atesora un valor cultural y patrimonial y que expresa la diversidad del continente, con manifestaciones artísticas que encuentran aquí un lugar de expresión y de reconocimiento.
Las llamadas, murgas y el candombe retumban en Montevideo, Uruguay. Río de Janeiro, Olinda y Salvador expresan en clave de samba, maracatú y afoxé la diversidad cultural de Brasil. La temperatura se eleva al son de la tambora en danzas como la cumbia, el mapalé y el garabato en Barranquilla, Colombia. Mientras que las trompetas de la murga, los enfrentamientos de las tunas, las carrozas acuáticas de Penonomé y el agua de los culecos refrescan a los panameños. Transitando la región andina, un sinfín de bailes forman parte del despliegue folklórico de Oruro. En Arica, más de 16 mil bailarines y músicos de Chile, Perú, Bolivia, Argentina y Brasil desfile por el centro de la ciudad. Y los diablitos se apoderan de los cerros de mil colores de la Quebrada de Humahuaca, en el norte argentino. Aquí, una guía por los principales polos carnavaleros de la región.