Salir a navegar, otro destino posible
Una nueva plataforma web busca reunir a quienes quieren vivir experiencias naúticas, tengan licencia o no, con propietarios de embarcaciones
Se reduce a coordenadas y punto de vista: pasar de observar con entre curiosidad, admiración y distancia a los barcos, lanchas y veleros estacionados en cualquier muelle, a convertirse en protagonistas de altamar. Ahí radica la propuesta de Popey, una plataforma web que se propone como intermediario entre los que quieren navegar y aquellos que son propietarios de las embarcaciones. Como Airbnb y Booking, un modo de simplificar la búsqueda para hacer más fáciles las vacaciones y darnos tiempo para husmear en las opciones posibles y planificar. Viajar antes de viajar.
La plataforma surgió de mentes que se criaron en las costas uruguayas y ya está presente en 15 ciudades de América latina. Creada por Emiliano Bar, Daniel Cleffi y Federico Olivera fue lanzada el verano pasado tras un año de investigación y hoy funciona como una página web disponible para computadora de escritorio y mobile.
Emiliano Bar, que pertenece a una familia de tradición náutica y “prácticamente nació arriba de un barco”, explica el mito de origen: “Hace unos años en un viaje a Estados Unidos descubrí que existía este modelo de negocio de alquiler de embarcaciones y me pareció súper atractivo”.
“Como los viajes son muy inspiradores para mis proyectos un par de años después durante un viaje a Brasil quise alquilar una tabla de surf, pero no encontré dónde. Ahí volvió a mí la idea de cuánto más fácil sería si tuviera la información en el celular. Lo mastiqué bastante y lo comenté con Daniel Cleffi, mi socio, quien también es fanático del mar y ex miembro de la marina. Le pareció una idea muy buena así que decidimos encarar el proyecto juntos”.
Apto para todo público
En Popey la oferta no se reduce solo a grandes yates, cruceros o veleros difíciles de comandar. Hay opciones de otro calibre como alquiler de tablas de surf, kitesurf y vela con clases, o renta de lanchas y motos de agua. Pero su fuerte son los alquileres de embarcaciones para paseos, presentaciones de productos, fiestas, salidas románticas y despedidas de solteros.
Por eso Bar define a Popey como un proveedor todoterreno de experiencias náuticas. “Todo el que quiera acercarse al mar y creía que no podía, con Popey podrá. La mayoría de nuestras embarcaciones son con ca- pitán por lo que no es necesario saber navegar. De hecho, la mayoría de los usuarios que tenemos nunca había navegado y lo toman como algo novedoso, muchos ni siquiera sabían que podían hacerlo”.
Según cuenta Bar, por la idiosincrasia de nuestra región y en particular del Río de la Plata, la mayoría de los dueños están alquilando sus embarcaciones con capitán, que pueden ser ellos mismos o alguien de su confianza.de esta forma se abre un panorama muy amplio porque pueden navegar todos, incluso los que no tienen licencia. “A eso apuntamos: a los que quieren vivir la naturaleza de otra forma, aventurarse en una nueva experiencia: parejas que quieren vivir una situación romántica en un velero, empresas que quieren sorprender a sus clientes, grupos de pesca ... y tantos más ”.
Por ahora operan en Uruguay, Argentina (la costa y sumando oferta en lagos de Córdoba, Bariloche, Ushuaia y el resto de Patagonia) y están comenzando en Brasil: ya están en Angra dos Reis pero es un mercado en el que se quieren afianzar dada la poca estacionalidad de su turismo y el tamaño de su alcance.
Con el apoyo de la Anii (Agencia nacional de investigación e innovación de Uruguay) lograron validar el negocio tras constatar que por estos lares había -y muchos- potenciales usuarios. Por ahora, cuentan con unos 600 usuarios y 250 propietarios, pero las expectativas son ambiciosas. “La idea es que aquel que se sienta atraído por la aventura no pierda la oportunidad y aproveche. Popey es seguro y está pensado para que los precios sean acordes a todos. Para una pareja puede costar alrededor de 30USD”, explica Bar.
Si se trata de coordenadas y punto de vista, nada mejor que pensar las vacaciones con otra perspectiva: desde al mar hacia la ciudad.
En el viejo continente
nautal es la opción europea. Tiene más de 25.000 embarcaciones en oferta, está presente en 49 países y cuenta con más de 30.000 clientes. Fue fundada en 2013 como una plataforma web para poner en contacto a empresas de servicios náuticos y propietarios de barcos con usuarios que buscan disfrutar de su ocio navegando. Y desde entonces, sigue creciendo.
En enero pasado absorbió a la británica incrediblue, la startup pionera en el sector y un referente en el Mediterráneo Este, que también opera en el llamado nuevo continente (concentrándose en Miami y Cancún aunque buscan crecer en las costas brasileñas y las colombianas) ya que el 14% de sus usuarios proviene de países latinoamericanos.