LA NACION

Una poesía que vibra en las minucias del instante

- Gabriel Caldirola

Alos setenta años, la poeta regresa a su pueblo natal para reencontra­rse con una parte de la familia, visitar las tumbas de sus padres y aprender a querer a una multitud de seres que la acompañará­n en su estadía. La poeta es Diana Bellessi (Zavalla, 1946), quien a los veintidós años abandonó su pueblo santafesin­o para irse a recorrer el continente a pie, experienci­a plasmada en uno de sus primeros libros, Crucero ecuatorial (1981). Después de vivir en Buenos Aires, encontró refugio en el delta de Tigre, desde donde escribe una poesía cada vez más impregnada por el paisaje isleño y trama, libro tras libro, un universo propio, rico en repercusio­nes y resonancia­s internas, reincidenc­ias y variacione­s. Bellessi ya había vuelto al pueblo de su infancia en Zavalla con Z (2012), un libro de memorias, pero en Fuerte como la muerte es el amor lo hace en tiempo presente, habitándol­o o, como dice, “haciendo nido”.

El poema que abre el conjunto ubica al lector en “los llanos de Zavalla donde fui / feliz como un meteoro ardiente”. Con luz de luna, estrellas “que parecen puntas / de diamante” y caras fantasmale­s, el libro se va abriendo de a poco a la claridad del día, de mañanas soleadas, de siestas diáfanas, a partir de “un revuelo de plumas blancas en la quietud / de la noche y de pronto esos ojos fijos en mí”. Son los ojos de una lechuza de campanario que reaparecer­á en “La llegada”, poema con aire de canción popular en el que “tres lechucitas blancas” la reciben, sin que quede claro si son un buen o mal augurio.

Alegrías, azaleas, magnolias, margaritas, dipladenia­s y yuyos silvestres, tacuaritas, gorriones, calandrias, alguaciles, mariposas, abejas y colibríes pueblan estas páginas como discretos milagros, y lo hacen con la cercanía, la calidez y la familiarid­ad de les otorga la intimidad de la mirada de Bellessi. Los adjetivos posesivos, y un uso extendido de los diminutivo­s, contribuye­n a reforzar esta proximidad: “pajarito mío”, “amigo mío”, “mi Rey”, “chiquito mío”. Son apelativos de una abierta amistad, expresada en una segunda persona que conversa, con dosis iguales de entusiasmo y placidez, con plantas y pájaros. Es así que el yo poético se vuelve, ante la mirada de la lechuza, “el envés de vos”. Como señaló el crítico Jorge Monteleone, “el ojo de Bellessi no ve las cosas como objetos sino como rostros vueltos hacia su atención”. En Fuerte como la muerte es el amor, esos rostros se manifiesta­n de manera indeleble como las caras de unos gigantes vistas en una pared alquitrana­da. El muro, ante la mirada de la poeta, se hace mural que de a poco va quedando cubierto por el verde de un jazmín del país.

En ocasiones, la visión del paisaje llega a postergar la escritura, en la urgencia de la pura contemplac­ión. Así sucede cuando un pájaro canta “como loco/ lejos de la partitura del verso/ en su idioma propio y yo abandono/ el poema para verlo”. otras veces, los animales se imponen con su propio “tembladera­l de sonidos” y la poeta no puede más que dejarlos entrar en el poema. A lo largo del libro se oye el “runrún” de las torcazas, el “shu shuí shuí” de una bebé paloma, el “braccacarr­a, cakcak” de las cotorras, o el “iiiaaaaahh­h” de “aquella/ cuyo nombre no sé”. Ecos reverberad­os de modernismo llegan a estos versos. Pero no se trata de lustrosa dureza sino de resplandor­es entrevisto­s como el brillo fugaz del boyerito amarillo que sobrevuela la pileta y “picotea bichitos”. Esa pileta es, entonces, “una pequeña laguna azul”, en la que Bellessi descubre el insospecha­do lirismo del cloro: “Dos sapos verdes como el oro puro / nadan en la pileta y es el agua / o el cloro que les da color con sus manchas / oscuras como un yacaré pequeño”.

Zavalla es “un lugar del corazón / para vivir el final”, escribe la autora de La edad dorada. Pero la perspectiv­a de este final, que se encuentra con sus inicios, como en la imagen del uroboros que da título a un poema, no es elegía sino celebració­n de un presente en el filo de la permanenci­a, que late en las minucias del instante.

 ??  ??
 ??  ?? Fuerte como la muerte es el amor Diana Bellessi Adriana Hidalgo 96 páginas$ 350
Fuerte como la muerte es el amor Diana Bellessi Adriana Hidalgo 96 páginas$ 350

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina