La izquierda intenta superar sus divisiones e ir unida a las urnas
Busca disputarle al peronismo el electorado de los trabajadores con un frente común
Presentarse como una respuesta frente a los problemas económicos y convertirse en referentes de los trabajadores más allá del peronismo, son algunos de los puntos en los que coinciden hoy los partidos de izquierda.
En 2019, esos factores podrían dejar a un lado las diferencias que supieron dividir a la izquierda en el pasado y poner fin a una deuda histórica: conformar un gran partido unificado.
El antecedente más cercano fue el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), coalición conformada por el Partido Obrero (PO), el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) e Izquierda Socialista (IS), que se unieron para las elecciones presidenciales de 2011 sin volver a escindirse.
En 2017, el FIT logró 1.500.000 votos a nivel nacional, cifra tres veces mayor a la registrada en las presidenciales de 2011, cuando se ubicaron en el sexto lugar con 500.000 votos.
Sin embargo, otras agrupaciones de izquierda quedaron afuera de esa conformación y vienen reclamando un espacio que los abarque a todos.
Una de las que alzó la voz y reclamó tener un lugar fue Manuela Castañeira, dirigente del Nuevo Movimiento al Socialismo (MAS). “Nosotros estamos llamando a la unidad de la izquierda. Hemos hecho un llamado público al FIT y a Autodeterminación y Libertad (AyL) de Luis Zamora. Entendemos que con el giro hacia la derecha en la Argentina y en el mundo, y la visibilidad que ha tenido la izquierda, tenemos que estar a la altura de las circunstancias y presentar listas unificadas”, pidió Castañeira.
El MAS formó su propio frente en 2016 cuando se unió al Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) y crearon la Izquierda al Frente por el Socialismo, como una alternativa política independiente de Cambiemos, del kirchnerismo y hasta del mismo FIT. Pero los resultados electorales no fueron los esperados. Consiguieron 61.716 votos para diputados nacionales y 8420 para el Senado.
Zamora es más cauto con la idea de la unificación y pidió discutir puntos de acuerdo antes de sellar una alianza electoral. “El camino es hacer acciones conjuntas en el día a día, respaldar conflictos juntos. No nos parece bien ir juntos en las elecciones y después tener bloques separados en el Congreso o en la Legislatura”, sostuvo.
AyL es un partido que no participa a nivel nacional y que se concentra solamente en las elecciones de la ciudad. Tiene dos representantes en la Legislatura porteña.
Unidad y diferencias
Los dirigentes del FIT también convinieron en la oportunidad histórica de agrupar a todas las fuerzas de la izquierda debido a la crisis económica y teniendo en cuenta que podrían posicionarse como una alternativa real y distinta al peronismo y a Cambiemos.
“Estas elecciones se dan en el marco de una crisis excepcional que requiere de la izquierda una intervención también excepcional. Planteamos un acuerdo integral que tiene que incluir candidaturas de inmediato. Queremos que la izquierda golpee como un solo puño para intervenir en esta masacre social”, enfatizó Néstor Pitrola, del PO.
Nicolás del Caño, diputado nacional del PTS, reconoció que “el FIT viene planteando la necesidad de avanzar en un partido unificado de la izquierda”.
Castañeira, precandidata a presidenta del MAS, coincidió con ambos dirigentes del FIT en que el momento económico y social del país le puede dar a la izquierda la oportunidad única de convertirse en referente. “Si vamos fragmentados, hay mucho para perder. No es una elección presidencial más”, precisó Castañeira.
Aunque también se vislumbran algunas diferencias que podrían atentar contra la unidad por las decisiones del MST en el pasado. “El MST tiene que revisar su política. En Santa Fe han integrado un frente de centroizquierda y han integrado la lista de Luis Juez. Las diferencias son más profundas, pero todo se puede discutir”, dijo Pitrola.