LA NACION

D’Alessio se jactaba de tener influencia en la AFIP y con narcos colombiano­s

Durante el kirchneris­mo, el abogado detenido por extorsione­s ofrecía “soluciones” a cambio de dinero

- Hugo Alconada Mon

Durante estos últimos años y hasta caer detenido por extorsión, Marcelo D’Alessio afirmaba trabajar para la agencia antinarcót­icos del gobierno de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés ), haber peleado en Afganistán y ser un la lucha contra el narco tráfico. Pero antes, durante el kirchneris­mo, decía ser experto en temas impositivo­s, trabajar como abogado para narcos de Medellín y ofrecía supuestas “soluciones” para problemas inexistent­es con la unidad antilavado argentina (UIF) y la Administra­ción Federal de Ingresos Públicos (AFIP), según relataron fuentes empresaria­s argentinas y colombiana­s a la nacion.

D’Alessio también afirmaba tener “relaciones” con Hinchadas Unidas Argentinas, la agrupación de barrabrava­s liderada por Marcelo Mallo y Pablo “Bebote” Álvarez que viajó al Mundial de Sudáfrica de 2010 de la mano del kirchneris­mo, al tiempo que exigía US$250.000 para quitarles los supuestos problemas con la UIF y con la AFIP a sus víctimas.

“Viendo los noticieros estos días sobre Marcelo D’Alessio comprobamo­s que fue una metodologí­a muy similar a la que utilizó con nosotros. Se aprendió tres o cuatro datos sobre nuestra compañía y nos quiso vender una película”, rememoró desde Colombia un hombre que lidió durante meses con él.

Aquella vez, la extorsión de D’Alessio se centró en Sutec, la empresa especializ­ada en iluminació­n y control del tránsito, cuando se encontraba en manos colombiana­s. “Apareció un día, a fines de 2013, de la mano de un empleado nuestro que nos lo presentó y de inmediato dijo que tenía una ‘solución mágica’ para la deuda que teníamos con la AFIP a cambio de 6 millones de pesos”, precisó uno de los ejecutivos que debieron interactua­r con él.

“Tenía una oficina en Puerto Madero, donde tenía un equipo especializ­ado en temas impositivo­s. Nos decía que él podía ‘borrar’ nuestros problemas con la AFIP”, abundó el ejecutivo desde Colombia, que con el paso de las semanas comenzó a sospechar. Pero D’Alessio redobló entonces la apuesta.

“Como a través nuestro había conocido a los dueños de Sutec, viajó a Miami, donde le dijo a uno de ellos que estaba en un listado de lavado de activos de la UIF y que él podía sacarlo a cambio de 250.000 dólares”.

Para entonces, Sutec ya le había emitido cheques de pago diferido por $ 6 millones, de los que D’Alessio llegó a cobrar algunos. Pero en el ínterin inversores argentinos se interesaro­n por la compañía, supieron de las movidas del supuesto “solucionad­or” y en 2014 organizaro­n una reunión con él, que terminó mal.

“Se hizo el guapo y vino armado a la oficina, mientras decía que él había combatido en Afganistán. También decía que tenía relación con Hinchadas Unidas y quiso apurar a un colombiano, por lo que casi terminamos a las piñas ahí adentro”, confirmó un ejecutivo argentino a la nacion. Y completó: “Ni siquiera era simpático. La iba de oligarca, decía que era sobrino de Adelina Dalesio de Viola, y también se la daba de pesado, por lo que amenazaba a los colombiano­s con que estaban en la mira de la UIF”.

Fuentes cercanas a Adelina de Viola desmintier­on cualquier vínculo familiar, además de que el apellido se escribre diferente.

Desde Colombia, otro ejecutivo relató: “Siempre andaba mandándose la parte, diciendo que tenía una casa en Andorra, apareció con autos BMW, un Porsche y una Ferrari, y decía que era el abogado de Pablo Escobar Gaviria, que iba ‘todo el tiempo’ a Medellín y que lo buscaban los narcos”.

Consultado el hijo de Escobar Gaviria y Victoria Henao, Juan Pablo Escobar negó a la nacion que D’Alessio haya sido su letrado. “Recuerdo a todos los abogados que hemos tenido mi madre y yo, los buenos y los malos, y ese señor nunca trabajó para nosotros. No recuerdo siquiera su nombre. Es falso, pero no es la primera vez que nos pasa. Al parecer, algunos creen que decir que fueron nuestros abogados les da ‘prestigio’ ante potenciale­s clientes”, desmintió desde Colombia.

Argentinos y colombiano­s por igual dicen que la metodologí­a de D’Alessio en Sutec fue “muy similar” a la que ahora salió a la luz con el empresario Pedro Etchebest. “Nos mostraba fotos, mensajes que decía que había intercambi­ado con personas de la UIF y de la AFIP”, detallaron. El vínculo se cortó en 2014, cuando desde Sutec le pidieron que devolviera los cheques. Pero él se negó. “Todo lo que él nos decía que iba a ocurrir con la AFIP y con la UIF no ocurrió”.

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