“Nuestro objetivo es ir al mundial en Polonia”
En las charlas que suele dar Ariel “Chalo” Britos (42), entrenador de la selección de básquet para sordos Los Topos y con una larga experiencia en distintos clubes, cuenta una anécdota que lo marcó a fuego.
“Yo estaba acostumbrado a una determinada forma de trabajo y entrenamiento. En la primera concentración en Esperanza, Santa Fe, fui con la planificación ya lista. Me paré frente a ellos, me presenté y empecé a organizar: ‘Vamos a hacer esto, aquello...’ Hasta que el capitán, hipoacúsico, me dice: ‘Pará. Nosotros somos sordos. Si hablás mirando para un costado no te vamos a poder leer los labios ni te vamos a entender. ¿Sabés lenguaje de señas?’. Le dije que no. ‘Entonces parate bien de frente, vocalizá y hablá más despacio así te seguimos’”, recuerda Chalo.
Asegura que en ese momento, él, que mide 1,90, se sintió “de 10 centímetros”. “Fue un golpe fuerte. Me sentí un irrespetuoso por no haberme preparado para comunicarme con el equipo”, confiesa.
Desde entonces, Chalo no solo se capacita, sino que vive para su seleccionado, integrado por atletas de todo el país que se desempeñan en distintos equipos convencionales, y que hoy son subcampeones americanos y el quinto mejor del mundo en básquet para sordos.
El caso de estos deportistas es especial, ya que esta selección forma parte de la Confederación Argentina Deportiva de Sordos (Cades), que no integra el Comité Paralímpico Nacional. Por eso, el apoyo del Estado es menor.
“Hicimos de todo para poder viajar y competir, vendimos llaveros, camisetas y rifamos un auto. Todavía estamos pagando los pasajes con los que fuimos al Panamericano de Estados Unidos en 2016”, dice Britos rememorando el encuentro en el que ganaron el segundo puesto a nivel continental.
Los Topos ahora enfrentan por su cuenta el desafío de reunir dinero para el próximo mundial, en Polonia. “Ya pusimos plata de nuestros bolsillos, pero falta. Igual, no bajamos los brazos. El que abandona no tiene premio. Y mi premio es estar con los chicos, ellos me dan energía para seguir”, concluye Chalo.