LOS CHICOS PIDEN MÁS HORAS Y AMPLIAR LOS CONTENIDOS
Es ley desde hace 13 años, pero su aplicación es muy irregular; los alumnos se quejan de la poca diversidad temática; gracias a los talleres, muchas escuelas detectaron casos de abuso
En la argentina, recibir educación sexual integral (ESI) es un derecho avalado por la ley Nº 26.150 y los alumnos lo saben. por eso, cada vez que pueden, lo reclaman y expresan sobre qué les interesa hablar.
“Tuvimos un taller en 2° año, pero en 3° y 4°, nada. al ser adolescentes todos empezamos a experimentar cosas sobre la sexualidad. Me parece importantísimo que aprendamos lo que sucede y las consecuencias, tanto buenas como malas”, dice Gala, de 17 años, que va al colegio porteño Martín Buber. Como ella, son muchos los chicos que piden tener más horas de ESI y que sea transversal a todas las materias.
Una de las preguntas realizadas a los estudiantes en el dispositivo de evaluación nacional aprender 2017 fue cuáles temas querían que se brindaran en la escuela secundaria y el 80% respondió que necesitaban más contenidos de ESI. a partir de esta respuesta, para la versión 2018 de las pruebas, el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología decidió indagar e incorporó preguntas específicas sobre el alcance y la aplicación de la temática.
Según los resultados, el 98% de los directivos consultados declaran que en su escuela se trabaja la ley de educación sexual integral; el 99% de los docentes manifiesta usar materiales para abordar los contenidos en clase, y el 72% asegura que recibió capacitación sobre el tema.
“Una cosa son los datos que surgen cuando se les pregunta a directivos y docentes, pero cuando se los interroga a los alumnos surgen otros muy distintos”, advierte Mercedes Miguel, secretaria de Innovación y Calidad Educativa.
Cuando en aprender 2018 se les preguntó a los alumnos qué habían estudiado en el aula, el 86% respondió que tuvieron alguna clase sobre el cuidado del cuerpo y la salud, el 79% dijo que hablaron sobre el buen trato en la escuela, el 78% de los derechos de niñas, niños y adolescentes, y el 76% de los cambios del cuerpo. Sin embargo, en temas de mayor complejidad disminuye considerablemente la cantidad de respuestas. por ejemplo, solo el 43% mencionó que hablaron acerca de métodos de prevención del embarazo y enfermedades de transmisión sexual, y el 37% sobre cómo evitar un abuso sexual.
El año pasado se generó un debate y cuestionamiento de algunos sectores y padres sobre la enseñanza de ESI, con la idea de que se imponen contenidos no apropiados y que se “hipersexualiza” a los niños. Sin embargo, Miguel señala: “Estos temas son de altísima relevancia. Necesitamos que los adultos más comprometidos con el tema se den vuelta con toda esa información que reciben y generen un momento de aprendizaje
Eleonor Faur doctorA en cienciAs sociAles
“es abrir un espacio para que las chicas y los chicos sean más felices, para que no tengan relaciones que no sean consentidas, para que no se apresuren”
con lo que los adolescentes necesitan saber: cómo prevenir enfermedades, cómo evitar el embarazo no deseado sabiendo los efectos negativos que tiene en una mujer para su trayectoria social, productiva y académica; cómo reconocer que alguien te está pidiendo hacer algo que no corresponde”. De hecho, en muchas escuelas del país se detectaron posibles casos de abuso sexual gracias a lo discutido en clase.
Más allá de Biología
Una de las barreras que más cuesta atravesar es sacar la enseñanza de la ESI del dominio de la Biología e incorporarla de manera transversal en distintas asignaturas. Si bien la ley es clara y dice que hay que trabajar todos los ejes y abordar también los derechos sexuales y reproductivos, la valoración de la diversidad, los roles de mujeres y varones, según los jóvenes esto no se cumple.
“Los chicos reciben algunas horas, mínimas, y algunos contenidos muy biologicistas. Entonces cuando vamos a dar los talleres, lo primero que nos dicen es que no les volvamos a hablar del ciclo reproductivo femenino y masculino. En cambio, preguntan sobre el placer, qué es la frigidez y otras cosas que tienen que ver más con su presente y no tanto con la genitalidad”, cuenta Mabel Bianco, presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), una ONG que lleva años trabajando junto a las escuelas en este aspecto.
Este recorte en los contenidos fue lo que impulsó a un grupo de estudiantes de la Escuela Secundaria Nº 14 Carlos Vergara, de La plata, a desarrollar y publicar ¿Dónde está mi ESI?, su propio manual de educación sexual integral. “Creemos que la ley Nº 26.150 no se implementa de manera total en las escuelas de todo el país, o solo se tiene en cuenta la parte biológica-reproductiva, más no una visión que necesita estar enfocada en la perspectiva de género”, escriben los estudiantes en la introducción. Son 180 páginas que recorren los ejes de la ley complementados con fragmentos de cuentos y canciones, recomendaciones de películas, preguntas para abrir discusiones y artículos periodísticos.
“Los jóvenes tienen inquietudes y preguntas, y lo más importante es que les habiliten la palabra. Muchas veces los adultos se recuestan en que los chicos saben un montón y que por eso no necesitan clases de ESI. Este es un error enorme, la información no está completa y sobre todo lo que no hay son espacios de conversación. Es clave permitir la circulación de la palabra para hablar también de lo que se siente”, advierte Eleonor Faur, parte del equipo de investigación de “Escuelas que enseñan ESI”, un relevamiento llevado a cabo junto a Unicef en 20 colegios de la argentina que implementan correctamente la ley (ver aparte).
Acompañar a los docentes
Según Bianco, las capacitaciones online a los docentes no llegan a darles las verdaderas herramientas, es una comunicación unidireccional donde no hay posibilidades de discutir o sacarse dudas, y esto hace que no se sientan seguros para tratar ciertos temas frente a la clase. En este punto distintas ONG como FEIM son de gran ayuda, porque trabajan junto al docente, planifican con ellos los contenidos y los acompañan en la presentación.
El año pasado, frente a la disparidad en la percepción de los contenidos entre los adultos y los jóvenes, el Ministerio de Educación aprobó la resolución Nº 340/18 que no solo crea los núcleos prioritarios para el nivel inicial, primario y secundario, sino también equipos ESI por escuela. para monitorear la implementación, firmaron un convenio con Unicef y conformaron la Mesa Federal de Educación Sexual Integral que está integrada por referentes de ESI de cada provincia.
“ponerse al hombre la ESI es algo más que cumplir una ley, es abrir un espacio para que las chicas y los chicos sean más felices, para que no tengan relaciones que no sean consentidas, para que no se apresuren. Muchas veces se piensa que cuando hay ESI las relaciones empiezan antes y lo que dice la evidencia internacional es que es todo lo contrario, comienzan después porque se dan a partir de decisiones fundamentadas”, concluye Faur.