Expulsan del clero a un sacerdote de una parroquia de Necochea
José Luis Serre enfrenta una causa penal por abuso de menor; así lo confirmó el obispo de Mar del Plata
MAR DEL PLATA.– El obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, confirmó que la Iglesia excluyó de manera definitiva al sacerdote José Luis Serre, que desde enero del año pasado afronta un proceso penal por abuso sexual de un menor de edad.
El acusado se desempeñaba al frente de la parroquia Nuestra Señora de Lourdes, en Necochea, pero el prelado se encargó de aclarar que el hecho que se le imputa ocurrió fuera de los límites de esta diócesis.
“El delito por el que está procesado es grave y aberrante”, afirmó a la nacion Gabriel Mestre. El obispo de Mar del Plata dispuso la suspensión preventiva de Serre apenas escuchó detalles del caso de parte de padres de la víctima y el inmediato inicio del proceso canónico, contexto en el que le quedaba prohibido el ejercicio público del ministerio sacerdotal y cualquier tipo de contacto con menores de edad.
La exclusión de Serre fue confirmada en octubre del año pasado y las autoridades de esta diócesis explicaron que recién ahora dan difusión al caso porque buscaron preservar a la víctima y su entorno, también con una reserva absoluta sobre datos filiatorios, lugar y condiciones en que sucedieron los hechos.
Mestre, acompañado por el vicario local, Luis Albóñiga, fue muy claro al advertir que en casos como este “hay que tomar el toro por las astas”. En tal sentido, resaltó el pensamiento del papa Francisco en cuanto a condenar de manera tajante este tipo de comportamientos de ministros de la Iglesia.
Serre tiene 59 años y, según las autoridades religiosas de la jurisdicción, tenía una conducta “intachable” al servicio de la Iglesia, con una amplia trayectoria. Su lugar fue ocupado por el sacerdote Alejando Martínez, que hace más de una década resultó absuelto en un reconocido caso de denuncias de abuso infantil en un colegio católico de Mar del Plata.
Mestre dijo que la situación que se investiga “da vergüenza” y, por ello, justificó la inmediata intervención de la Iglesia, primero con la separación del cargo de manera preventiva para el acusado, la colaboración plena con la investigación judicial y el apoyo al menor y su familia en este proceso.
Sobre este tipo de casos se manifestó predispuesto a habilitar en la diócesis una oficina específica que se ocupe de recibir denuncias. “Hay que ir hacia un nunca más de estos hechos”, insistió el obispo de Mar del Plata.