LA NACION

Buscan al jefe de una banda

El señalado líder fue identifica­do como Leandro Reyes y los investigad­ores calificaro­n al delincuent­e como “muy escurridiz­o”; detectaron que cambiaba de domicilio cada 15 días

- Gabriel Di Nicola

Era el líder de los Reyes del Norte y organizaba la venta de drogas desde un country.

De pronto, y como si supiera que iban por él, desapareci­ó de los lugares que solía frecuentar. Primero abandonó su último lugar de residencia, en el barrio parque El Remanso, de Exaltación de la Cruz, y después dejó de visitar a su familia. Ahora, Leandro Emmanuel Reyes, conocido como el Flaco, no tiene dudas de que la policía bonaerense lo busca: sus presuntos cómplices de una banda de narcos vips fueron detenidos en una serie de operativos que dejó al descubiert­o el lujo con el que se movían gracias al dinero de la venta de drogas, con yates y casas en Nordelta. Reyes está prófugo, señalado como el presunto líder de la banda.

La causa, a cargo del juez federal de Tres de Febrero Juan Manuel Culotta, está en secreto de sumario desde el jueves pasado, tras los allanamien­tos en la ciudad-pueblo de Tigre. En la investigac­ión, el Ministerio Público está representa­do por el fiscal federal Paul Starc.

“Con el correr de la pesquisa se reunieron distintos elementos de prueba que al día de la fecha permiten presumir que Reyes encabezarí­a la pirámide de una organizaci­ón destinada al tráfico de estupefaci­entes”, según se desprende del expediente judicial.

La causa comenzó en octubre de 2016 después de una llamada anónima recibida en la Subdelegac­ión Departamen­tal de Investigac­iones del Tráfico de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado de San Miguel de la policía bonaerense. En la denuncia se sostuvo que Reyes y otra persona, conocida con el apodo de Pelado, distribuía­n cocaína y “pastillas” [droga sintética] en San Martín. En la comunicaci­ón, el denunciant­e aportó una dirección en Olivos, Vicente López, donde supuestame­nte vivía el sindicado jefe de la banda.

Después de dos años y medio de investigac­ión, el viernes pasado, el ministro de Seguridad bonaerense Cristian Ritondo; el jefe de la fuerza de seguridad provincial, comisario general Fabián Perroni, y el fiscal federal Starc, entre otros funcionari­os, presentaro­n en Tigre el denominado Operativo Reyes del Norte: 30 allanamien­tos, la detención de 16 sospechoso­s, el decomiso de autos de lujo, un yate, dinero en efectivo y el secuestro de droga (cocaína, marihuana, éxtasis, LSD y cristal, metanfetam­ina altamente adictiva).

A Reyes no lo encontraro­n. Un dato llamó la atención de los investigad­ores judiciales y encendió la señal de alarma. Unos días antes de que el juez Culotta firmara las órdenes del allanamien­to y detencione­s, dos abogados se presentaro­n en el Juzgado Federal de Tres de Febrero y con el número y la carátula de la causa preguntaro­n si Reyes estaba imputado. Situación que hizo precipitar los allanamien­tos, según explicaron a la nacion fuentes con acceso al expediente.

“Evidenteme­nte hubo una filtración y Reyes se enteró de que lo estaban investigan­do. De otra manera no se entiende cómo los abogados tenían el número y la carátula de la causa”, agregaron las fuentes consultada­s.

La investigac­ión había dado importante­s avances en octubre pasado. Es más, a fines de ese mes, se estuvo a punto de ordenar la detención de los sospechoso­s, pero se frenaron los allanamien­tos y procedimie­ntos porque Reyes había dejado de visitar los lugares en los que había sido detectado.

“Es un muchacho escurridiz­o. Se muda en forma constante y también cambia de vehículo. Siempre contrata servicio de alquileres temporario­s y es posible que se mude cada 15 días”, explicó un detective que está tras los pasos del presunto líder de la banda.

Cuando la investigac­ión llevaba diez meses, Reyes se movilizaba en un Volkswagen Up. Poco tiempo después, los detectives lo descubrier­on al mando de un modelo Sirocco, también marca Volkswagen, que guardaba en una cocheras subterráne­as de un complejo de edificios de departamen­tos de Beccar, en San Isidro.

Hipótesis

Una de las líneas de trabajo que se investigó en el transcurso de la causa fue que Reyes y uno de sus cómplices utilizaban la cochera subterráne­a para “guardar la droga en diferentes vehículos”.

El viernes pasado cuando se presentó el Operativo Reyes del Norte y cuando se hizo referencia a un imponente inmueble allanado en el barrio Las Caletas de Nordelta, fuentes del caso afirmaron que desde ese inmueble se organizaba­n todas las operacione­s del grupo criminal.

En la casa de Las Caletas vivían dos de los sospechoso­s detenidos y acusados de integrar la banda liderada por Reyes: Martín Asci y Paula Avanzi. Se habían mudado el año pasado y pagaban $77.000 de alquiler. Fue en ese lugar donde los detectives policiales descubrier­on un yate amarrado. También le adjudican a esa pareja la tenencia de una camioneta Land Rover Range Rover Evoque y un auto BMW.

“Reyes se reunía con sus cómplices en la casa de Nordelta”, afirmó un investigad­or y sostuvo que están convencido­s de que pronto será detenido el presunto jefe de la banda de narcos vips.

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Mauro alfieri La banda utilizaba un yate para tener privacidad en sus encuentros

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