Aspirar a mejorar: sin sorbetes
Nuestro mundo se ve cotidianamente amenazado por una creciente polución que adquiere múltiples formas. Una de ellas es la invasión de plásticos que no se biodegradan, que mayormente no se reciclan ni incineran y dañan mortalmente al ambiente, a la flora y la fauna, hasta el punto de comprometer seriamente nuestra salud y nuestro futuro. Ocurre que la contaminación plástica no desaparece: los plásticos son para siempre. Se trata de una peste que se agravó en los últimos años al pasar de una producción de 147 millones de toneladas en 1993 a 406 millones en 2015.
Una de las muchas iniciativas globales vigentes para acotar los efectos de la contaminación de los plásticos comienza a desarrollarse en la Argentina contra el uso de sorbetes plásticos, hechos sobre la base de petróleo: las tradicionales “pajitas”.
Starbucks, Ron Bacardi, los hoteles Marriott, Alaska Airlines y American Airlines, entre otros, han anunciado que eliminarán gradualmente los sorbetes de plástico en los próximos años. El papel será probablemente uno de los materiales de reemplazo más utilizados, pero se trabaja también con pasta, bambú y heno.
Localmente, Pinamar fue pionera
al proponer un verano 2019 sin pajitas ni vasos plásticos en sus playas. Ahora es el turno de Buenos Aires, mientras sigue faltando una ley nacional. La plataforma Hagamos Eco (https://www.hagamoseco.org/petitions/argentina-libre-de-sorbetes) suma firmas a favor de la sanción de una norma contra su comercialización y utilización en Argentina. La página web de National Geographic (https://www.nationalgeographicla. com/planeta-o-plastico) reporta que nueve millones de toneladas de basura plástica terminan anualmente en el océano y propone ser inteligentes en una cuestión de tan graves implicancias. Una vez en el océano, la contaminación del plástico afecta a aves y tortugas marinas, ballenas, peces, arrecifes de coral y un sinnúmero de otras especies y hábitats.
A partir del eslogan “Sin sorbete. Si es malo para el ambiente, es malo para vos”, figuras de distintos ámbitos sumaron su imagen a la campaña: Juampi Sorín, Candelaria Tinelli, Guillermina Valdés, Bahiano, Coti, Emilia Attias, Nicole Neumann y Julián Serrano, entre otros.
La erosión y la radiación solar degradan los plásticos y los descomponen en partículas cada vez más pequeñas, conocidas como microplásticos, de fácil ingestión para la fauna de los océanos, con presencia incluso en la sal marina. Mientras la ciencia avanza también por el camino de estudiar enzimas y gusanos que funcionen como aliados por su capacidad de comer plástico, cada uno de nosotros debemos renovar nuestro compromiso con el planeta y descartar cada vez más el uso de este material en cualquiera de sus presentaciones.