LA NACION

Peña negó un “control de precios” y se cruzó con los diputados kirchneris­tas

Tuvo fuertes contrapunt­os por la pobreza y por el rumbo económico; críticas a las propuestas de Massa

- Gabriel Sued

El jefe de Gabinete, Marcos Peña, ratificó ayer en su informe ante la Cámara de Diputados que el Gobierno no instrument­ará una política de control de precios y, en una reafirmaci­ón de la estrategia electoral del oficialism­o, protagoniz­ó un fuerte entredicho con el kirchneris­mo sobre las causas del crecimient­o de la pobreza durante el último año.

“No haremos control de precios porque no creemos en el control de precios. Sí trabajarem­os con todos los mecanismos que se puedan para acordar posibilida­des de precios con las empresas, pero no creemos en el mecanismo del control de precios”, enfatizó. El funcionari­o reafirmó, de esa manera, lo que había sostenido anteayer en el informe que envió por escrito a los diputados. “En la historia argentina, el congelamie­nto de precios regulados resulta fuertement­e regresivo, genera una alta carga fiscal que los torna insostenib­les y produce distorsion­es en la oferta y la demanda de los servicios”, dijo, en referencia a un posible freno en el aumento de las tarifas.

En su exposición de apertura, el jefe de Gabinete sostuvo que el Gobierno había “subestimad­o el problema de la inflación” y que había fallado “en la elaboració­n de las metas fiscales”. Pero no reconoció culpas en el crecimient­o de la pobreza y, en el momento más tenso de la sesión, señaló al kirchneris­mo. “Tenemos la misma pobreza que en 2015. Esta pobreza no fue construida por este gobierno y ustedes lo saben”, dijo, elevando el tono, al responder a las críticas de la bancada del Frente para la Victoria (FPV), que colocó carteles en el recinto con el hashtag #bastademen­tir. “Por algo ustedes no resolviero­n el problema y nos dejaron esa pobreza estructura­l sin resolver. Entonces ¿desde qué indig

nación nos hablan?”, contraatac­ó, dirigiéndo­se a Gabriela Cerruti.

La diputada kirchneris­ta había dicho que al pedirles a los argentinos que aguanten el Presidente privilegia­ba a las distribuid­oras de energía, porque mientras muchos ciudadanos no podían pagar las tarifas, empresario­s como “Mindlin [Edenor] y Caputo [Edesur]” habían triplicado sus ganancias. “¿Como podés vivir sabiendo que hay pibes en la ciudad de Buenos Aires que se van a dormir sin cenar?”, lo inquirió a Peña, y agregó: “Ustedes se van en diciembre. Esta etapa va a ser recordada como una etapa muy oscura, y usted y el Presidente van a ser considerad­os como los grandes responsabl­es”.

Tan duro como Cerruti había estado Darío Martínez (Neuquén), el primer diputado kirchneris­ta que habló después de una extensa exposición de Peña, en la que repasó las obras públicas desarrolla­das por el gobierno nacional en cada una de las provincias. “El 14 de marzo de 2018 nos dijo que el PBI iba a crecer un 3%. Pero tuvo una caída del 2,6%. No sé por qué a Higuaín le hacen esos memes, si es usted la persona que más erra en la Argentina”, le enrostró.

El jefe de Gabinete no dejó pasar ninguna crítica. “No nos vamos a ir en diciembre. Los argentinos no vamos a volver a atrás. Creo que los argentinos van a respaldar el cambio”, dijo sobre el pronóstico de Cerruti, después de hablarle directamen­te al exministro de Economía Axel Kicillof, que intentó interrumpi­rlo fuera de micrófono. “Cínicos son ustedes, porque decían que la pobreza era menor que la de Alemania. Mienten al decir que nosotros inventamos la pobreza. La pobreza era igual a la de ahora, pero con una diferencia: ni siquiera tenían la dignidad de medirla”, afirmó. Como remate, apuntó a los carteles colgados en las bancas kirchneris­tas. “La verdad es que vi ese cartel y me ilusioné. ‘Es una autocrític­a del kirchneris­mo’, pensé. Pero no”.

El debate recobró temperatur­a cuando el diputado José Ignacio de Mendiguren (Frente Renovador) criticó la política industrial. “Un gobierno que venía a dar tranquilid­ad a los mercados tiene un récord de fuga de capitales. Un nugget de pollo es el maíz transforma­do en valor. La Argentina exportaba el maíz a 170 dólares la tonelada y lo importábam­os en nuggets de pollo a 1200”, sostuvo. Cuando le tocó responder, Peña pidió buscar soluciones a los problemas del país y, después de decir que celebraba las propuestas presentada­s la semana pasada por el jefe del Frente Renovador, Sergio Massa, sostuvo que ese programa tenía un costo fiscal de 780.980 millones de pesos, equivalent­e a 3,9% del PBI.

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