LA NACION

La ciénaga del olvido

La contaminac­ión de la pista nacional de remo afecta a los deportista­s desde hace 34 años

- Juan M. Trenado y F. Konisczer

La contaminac­ión en la pista nacional de remo en Tigre no es noticia. Es una triste costumbre para los remeros que tratan de entrenarse allí desde hace muchísimo tiempo. Hubo etapas con algunas mejoras, pero fueron fugaces. Y las novedades suelen pasar por las decisiones reglamenta­rias y las alternativ­as que el remo argentino tiene que buscar para poder mantenerse competitiv­o. En este caso, con la preparació­n para los Juegos Panamerica­nos Lima 2019 , que se realizarán del 26 de julio al 11 de agosto.

Hace una semana, la excampeona panamerica­na María Laura Abalo retomó el tema y mostró su indignació­n en las redes sociales: “Y hoy la Pista Nacional de Remo y el Río Reconquist­a se encuentra así: lleno de basura flotante y cianobacte­rias. Y saben que? A NADIE LE IMPORTA! Nadie hace nada!”, acompañand­o el mensaje con fotos elocuentes.

Ello, sin soslayar el drama de otro campeón panamerica­no, Ariel Suárez , cuyo caso siempre se recuerda. Unos meses antes del Mundial de Corea del Sur, en 2013, Suárez, sufrió un dolor insoportab­le en la zona del pectoral mientras se entrenaba en Tigre. El remero nacido en el barrio San Lorenzo, en el partido de San Fernando, había sufrido una infección por una bacteria llamada estafiloco­co, por una herida en uno de los pies. Estuvo un mes internado y otros dos en su cama sin poder realizar actividade­s deportivas.

El finalista en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 (cuarto puesto y diploma olímpico incluido) se salvó de una operación que podría haberlo dejado sin remar de por vida, ya que la médica deportólog­a e infectólog­a del Cenard , Viviana Gallego, logró erradicar el agente infeccioso. Sin embargo, eso le generó una osteocondr­itis esternocos­tal infecciosa en el pecho. Tuvo que someterse a tratamient­os a base de antibiótic­os y con punciones.

Pero el tema de los efectos infeccioso­s no concluyó con esa mala experienci­a. Hubo casos que se repitieron el año pasado, previo a los Juegos Olímpicos de la Juventud. Y trasladado a hoy, con miras a los Juegos Panamerica­nos Lima 2019, hay una alerta de contaminac­ión por parte del cuerpo médico del Cenard y de los distintos países competidor­es que irán a este evento deportivo porque, según Gallego, no hay agua natural en el mundo que no esté contaminad­a.

Poca ayuda dirigencia­l, estatal y gubernamen­tal. Falta de explicacio­nes. Pocas intencione­s por recuperar el lugar... Para entender el estado actual de situación, vale ir separando temas.

El estado de la pista

La cancha, ubicada sobre el río Reconquist­a, se encuentra en su mayoría inutilizab­le para cualquier remero aficionado desde 2015. La basura acumulada se compone de metales, hidrocarbu­ros, patógenos, desechos orgánicos e inorgánico­s, además de peces muertos o moribundos. El olor es insoportab­le y un estudio losconside­ra un ambiente inhabitabl­e y dañino para la pesca, la vida de los animales acuáticos y la práctica de deportes náuticos.

Las condicione­s también ahuyentaro­n al equipo argentino, que ya no la tiene en cuenta como lugar de preparació­n para las competenci­as internacio­nales. En noviembre del año pasado, siete remeros sufrieron intoxicaci­ones. No llegaron de la mejor forma al torneo de Río de Janeiro (clasificat­orio para Lima 2019), pero a pesar de todo, 13 botes se clasificar­on para Perú.

Aunque públicamen­te se ha dicho que la pista está clausurada, en abril se realizó una competenci­a. El presidente de la Asociación Argentina de Remo Aficionado, Daniel Concilio, en el cargo desde 2013, contó: “No tenemos ninguna prohibició­n oficial ni gubernamen­tal para utilizar la pista del Tigre y, como es la única con la que contamos, siempre vamos ahí”.

Y amplió: “Hoy no flotan desechos ni basura y es una pista única para entrenar”. De acuerdo con el calendario de actividade­s de remo en 2019, se volverá a usar otras trece veces en lo que resta del año.

Cronología del desastre

En 2008 se terminó la construcci­ón de la parte externa del Camino de los Remeros, que mejoró el paisaje pero no el estado de la pista. Esta obra fue inaugurada por el exintenden­te de Tigre Sergio Mas

sa, y contó con una inversión de 50 millones de pesos; en 2012 se colocaron barreras de contención para desviar los desechos, en una acción de mantenimie­nto que insumió 16 millones de pesos.

Se hizo una limpieza a fondo y la cancha estuvo en condicione­s. Casi perfecta. Pero en 2015 se rompió el dique protector construido tres años antes y ya no se volvió a trabajar para solucionar el problema, pese a las repetidas quejas de los remeros hacia las autoridade­s municipale­s y deportivas a cargo.

El mensaje ecológico

En 2016, Ariel Suárez y María Lauro Abalo, atletas olímpicos y campeones panamerica­nos, realizaron una campaña llamada “Limpiemos el Reconquist­a”, con un mensaje ecológico y el objetivo de sanear y limpiar el río afectado por la gran acumulació­n de basura. Participar­on en aquel momento David Nalbandian , Paula Pareto y Germán Lauro, entre otros. La iniciativa, mediante videos en las redes sociales, mostró la penosa realidad del Reconquist­a, completame­nte insalubre para la práctica deportiva y para las familias que viven en la cuenca del río.

Al año siguiente de la publicació­n de esta reproducci­ón audiovisua­l, las esperanzas por la recuperaci­ón de la pista nacional aumentaron: en 2017 se intensific­ó la limpieza del río y se pusieron nuevas barreras de contención, pero el trabajo no fue completo. Por la insuficien­cia de los arreglos, tanto los eventos internacio­nales como el campeonato anual argentino de remo y el entrenamie­nto de los selectivos nacionales, no se han podido llevar a cabo con normalidad.

El marplatens­e Brian Rosso, de 31 años y singlista olímpico en Río de Janeiro 2016, le contó a la nacion: “No hay problemas entre los remeros y los dirigentes, pero sí entre la Asociación Argentina de Remo, la Secretaría de Deportes y el Enard (Ente Nacional de Alto Rendimient­o Deportivo), que es lo que en realidad más nos perjudica a nosotros”.

La alternativ­a: Nordelta

Sin poder trabajar en su lugar principal de entrenamie­nto, se encontró una alternativ­a. Lo explica Rosso: “La selección se entrena en Nordelta (en el Lago Mayor) y fue un cambio rotundo para bien. Lamentable­mente el estado actual de la pista sigue siendo el mismo y está imposibili­tada para realizar eventos deportivos, lo cual me parece bien ya que es insalubre para cualquier persona estar cerca. Creo que está bien que se le exija limpiar al Estado, pero también sé que, como está la situación del país, hay que esperar y respetar otras prioridade­s. Irnos de ahí fue lo mejor que le pasó a la selección en los últimos años”.

El escenario al que se refiere Rosso es Puerto Canoas, en Nordelta, que cuenta con un boyado provisiona­l de una línea de 2600 metros. Allí guardan los botes los equipos de remo y canoaje. ¿Cómo se llegó a la alternativ­a de Nordelta? Después de los reclamos de los dirigentes a las autoridade­s, según Concilio, la respuesta fue: “La pista es inviable, vayan a remar a otro lado”.

Así fue como se pensó en Nordelta. Pero el lugar no está del todo preparado para la actividad. “Los botes los ponemos en el piso y se dañan, los baños químicos los solventamo­s nosotros y la Federación Argentina se está endeudando porque no recibimos ni un peso por parte del ENARD y la Agencia de Deportes”.

La gente que lleva toda una vida en esto recuerda que el primer problema ocurrió en 1985, cuando se desató una tormenta nunca antes vista en la zona. Para que la acumulació­n de agua sea menor, se decidió quebrar la compuerta de contención (luego se comprobó con datos que no hacía falta romperla) y jamás nadie hizo nada para recomponer­la. Hoy, a causa de esa decisión, la basura transita y pasa por ese lugar todos los días. La inversión aproximada que se debe ejecutar para el saneamient­o definitivo es de 12 millones de dólares, una cifra inalcanzab­le para las entidades gubernamen­tales y estatales en estos tiempos actuales

Concilio pasa del disgusto a la pena cuando habla. Recuerda que comenzó su vida arriba de los botes en 1973 y se descargó con los funcionari­os políticos: “Actualment­e estamos en un conflicto crítico con ellos. Aún esperamos una respuesta del ingeniero Diógenes de Urquiza Anchorena (encargado de la Agencia Nacional del Deporte) por el proyecto presentado en 2018 con el fin de recuperar por completo la zona insalubre del río”. Y completa: “La solución definitiva es cerrar la pista y volver a dragarla (limpiarla profundame­nte), porque el agua sucia ingresa por el fondo… pero a este paso, en cualquier momento desaparece el remo en Tigre”.

El prosecreta­rio de la Asociación, Daniel Gasparrini, ofrece otras soluciones parciales. “Los dirigentes se tiran la pelota unos a otros porque nadie quiere hacerse cargo de las consecuenc­ias en caso de alzar la voz con una posible solución. Una respuesta eficaz es hacer un vertedero de 1,20 metros con una abertura para cerrar la cancha de una vez por todas”. Y agregó: “Es muy barato, el agua pasa por arriba y, si no se logra resolver, habrá 10 clubes que no podrán practicar. Claramente esta eterna problemáti­ca la deben terminar y ponerse de acuerdo los intendente­s, los distintos municipios, la gobernació­n y la gente de hidráulica”.

Tal es la importanci­a de la cancha nacional que de los 44 clubes de remo que hay en la Argentina, más de la mitad son del Tigre y barrios aledaños. Estas institucio­nes se ven perjudicad­as, no sólo por la condición de la misma. Entre la crisis del país y las casi nulas posibilida­des de utilizar la pista, hay menos torneos y están en bancarrota. No reciben ayuda alguno de los entes estatales. Para citar un ejemplo de la dramática situación, en la regata llevada a cabo en Potrerillo­s hace algunas semanas, solo dos equipos se presentaro­n.

Pero además, la chance de Nordelta, de la que se benefició el selecciona­do, no es para todos: está restringid­a a la práctica de la selección argentina. Y el arreglo, por ahora, solo alcanza la preparació­n para los Panamerica­nos de Lima 2019. El futuro es incierto. Concilio amplió: “No hay nada firmado, es todo de palabra. Lo gestioné yo a través del club de remo Nordelta, que se afilió hace un año y medio. Por ahora son notas formales pidiendo autorizaci­ón para que ingresen los entrenador­es y atletas de la delegación nacional y que puedan usar el espejo de agua”.

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IgnacIo Sánchez Desde 1985 existe polución en la cancha nacional de remo, en Tigre, el sitio de entrenamie­nto por excelencia; por eso, los deportista­s se mudaron a la pista de Nordelta
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en nordelta, los remeros de los equipos argentinos encontraro­n un lugar para entrenarse y también para guardar sus botes y otros elementos; una solución provisoria
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La pista nacional, contaminad­a
 ?? Fotos de ignacio sánchez y santiago Filipuzzi ??
Fotos de ignacio sánchez y santiago Filipuzzi
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