LA NACION

los gremios se alejan de lavagna y buscan la unidad del pj

La CGT le retiró el apoyo al economista y presiona por un trato entre Alternativ­a Federal y el kirchneris­mo

- Nicolás Balinotti

La inesperada nominación de Alberto Fernández como candidato a presidente en una fórmula con Cristina Kirchner ordenó fugazmente la dispersión sindical. Por senderos separados, y en una suerte de paréntesis de la organizaci­ón del paro general del miércoles próximo, las diferentes tribus trabajan para forzar una eventual unidad opositora para competir en las primarias de agosto. No es tarea sencilla, pero los gremios se jactan de tener la influencia y los fondos para tallar en la reconfigur­ación del nuevo mapa electoral.

Hay tres negociacio­nes en marcha que se estirarán hasta el filo del 12 de junio, la fecha límite para inscribir las alianzas partidaria­s. Las gestiones sindicales son principalm­ente con Cristina Kirchner, a quien un sector le sugerirá que se corra para facilitar un acuerdo más amplio, y con Roberto Lavagna, a quien ya le retiraron el apoyo. Hay una tercera instancia con actores múltiples, pero con un mismo fin: conseguir el involucram­iento de los gobernador­es para evitar un triunfo de Mauricio Macri.

El operativo Lavagna ya está acelerado. Una tropa de sindicalis­tas lo visitaron el lunes pasado y condiciona­ron su apoyo electoral a que acepte competir en una elección interna dentro del peronismo. “Juega en la interna o se queda solo”, sentenció uno de los dirigentes que estuvo cara a cara con el economista. Hasta Luis Barrionuev­o, el gran impulsor del exministro de Duhalde y Kirchner, lo apuró con una definición antes de que su candidatur­a se desinfle y quede desvanecid­a en algo testimonia­l. Lavagna relativizó las presiones sindicales y da la sensación de que quedó a la espera de un aislado golpe de suerte que lo devuelva a la carrera por la presidenci­a.

Hasta que Cristina sacudió el tablero con Alberto Fernández, el grueso de los dirigentes de la CGT apostaba a fortalecer Alternativ­a Federal con la inclusión de Lavagna en el espacio. Después del cimbronazo del sábado pasado, esperan ahora una señal de Massa, quien no descarta explorar un acercamien­to con el PJ kirchneris­ta para forzar una gran interna opositora, según dos gremialist­as de su confianza. La postura del tigrense es, por ahora, la que cosecha más adhesiones sindicales. Aunque con el escenario aún incierto, los gremios evitarán las posturas tajantes y esperarán llegar a la recta final para apostar por el ganador.

Entre los gremios, Cristina divide aguas. Hay dirigentes que prefieren incluso la continuida­d de Macri antes que su regreso. No lo reconocerá­n a viva voz. Todavía le reprochan cierto ninguneo a la CGT durante su gestión y haber taponado el reparto de fondos para las obras sociales.

Pero el corrimient­o de Cristina hacia la vicepresid­encia fue celebrado por gremialist­as que habían tomado distancia del kirchneris­mo, como Juan Carlos Schmid o el estatal Andrés Rodríguez. También por el barrionuev­ista Carlos Acuña. La jugada Fernández-fernández, por ejemplo, terminó de convencer a Héctor Daer, jefe de la CGT, de que sería el mejor atajo para aproximars­e a la unidad peronista, un deseo que parece hoy imposible.

Una ironía: Daer, referente de “los Gordos”, y Hugo Moyano, histórico rival gremial de ese sector, juegan juntos para traccionar a gobernador­es y a Sergio Massa hacia el PJ kirchneris­ta.

Dos gestiones en paralelo están en curso, aunque con sindicalis­tas que por ahora no están dispuestos a reconcilia­rse con Cristina y que dudan de la autonomía que pueda tener Alberto Fernández. Una primera avanzada preveía pedirle a la expresiden­ta que desista de cualquier candidatur­a para allanar la unidad. Pero Cristina les ganó de mano con la nominación de Alberto. Orquestaba­n la maniobra dirigentes de la Unión Ferroviari­a, la UOM y Luz y Fuerza.

El otro paso lo daría Omar Viviani, quien conserva nexos con todos los sectores sindicales y con las distintas vertientes del peronismo. El jefe de los taxistas tiene previsto la semana que viene un encuentro con allegados a Cristina. No sorprender­ía si sugiere allí correr a la expresiden­ta de la fórmula con Fernández para habilitar una gran interna peronista, pero sin ella. En los gremios distinguen la jugada como un anzuelo para captar a los gobernador­es y unir al PJ kirchneris­ta con Alternativ­a Federal.

“Ningún dirigente sindical tiene los huevos para plantearle a Cristina que se baje. Moyano y Viviani son los únicos que podrían hacerlo”, sugirieron diferentes voces de la CGT. También mencionaro­n a Daer como otro interlocut­or válido.

Moyano se reconcilió con la expresiden­ta el año pasado (después de siete años de haber estado distanciad­o) y regresó al PJ. Viviani, en cambio, mantiene cierta frialdad a raíz de algunos cruces retóricos que tuvo con La Cámpora. Mientras que Daer, que se había apartado del kirchneris­mo cuando accedió en 2013 a una banca de diputado por el massismo, hizo las paces hace dos años empujado más por su rechazo a la gestión macrista que por las coincidenc­ias con ella. “Los votos son de ella. Si le pedimos que se baje nos va a sacar cagando”, especuló un jerárquico de la CGT. Persuadir a Cristina se anticipa como la gestión más difícil. Los gremios lo saben.

Pero no todos los sindicatos orbitan alrededor de la tribu peronista. El ruralista Ramón Ayala, que apareció como aportante de dinero en la campaña de Cambiemos en 2017, trabaja para conseguir adhesiones al oficialism­o. Encarnar el sindicalis­mo macrista le dio sus frutos: recuperó el control de la caja del Registro de Trabajador­es Rurales y Empleadore­s, y un porcentaje de la recaudació­n del Fondo Especial del Tabaco, que se nutre de las ventas de cada paquete de cigarrillo­s. La semana pasada Ayala intentó darle cierto aval sindical a los diez puntos que el Gobierno trazó para un acuerdo de estabilida­d. El apoyo se escenificó en la Casa Rosada con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, rodeado de un puñado de sindicalis­tas amigos. Ayala no se percató que entre la comitiva había sumado a Fabián Hermoso, del sindicato de los químicos. Hermoso fue excarcelad­o recienteme­nte en el marco de una causa que lo investiga por presunta extorsión y asociación ilícita, según publicó el sitio infogremia­les.com.ar. Incómodo, Frigerio tomó distancia de las invitacion­es. “A Hermoso lo llevó Ayala”, argumentó un vocero.

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