Interna solo entre Massa y Urtubey
Después de una semana plagada de cruces, vaivenes y tensión, el segundo escenario es probable. Ello, teniendo en cuenta que el plazo para anotar frentes vence el 12 de junio, y que las candidaturas deberán estar inscriptas a más tardar 10 días después, el 22 de junio.
Este panorama supone, por un lado, que Lavagna finalmente dé el portazo con el que amenazó el miércoles y romper con Alternativa Federal (AF) y, por otro, que Massa y Urtubey decidan sostener sus precandidaturas y la decisión de ponerlas en juego en las PASO y como representantes del peronismo no kirchnerista.
En este escenario los horizontes opuestos que imaginan Massa y Urtubey chocarían inevitablemente. Mientras el exintendente de Tigre pide una “gran interna opositora” que contenga la fórmula Fernández-fernández, Urtubey exige una PASO antikirchnerista.
¿Y Lavagna? Consumado el adiós a AF, el exministro podría ser candidato por su lado, como único representante de su espacio, Consenso 19, o despedirse definitivamente de la disputa electoral.
Esa decisión no es para nada menor. Junto con lo que finalmente ocurra con el kirchnerismo y AF, determinará si el Gobierno enfrentará a una, dos o tres opciones peronistas. La medida en que el voto opositor es, desde ya, clave para las chances del candidato del Gobierno, Macri o quien finalmente él decida, tanto en las PASO como en las elecciones generales de octubre. Por eso, cada paso de los candidatos y dirigentes del partido de Perón son seguidos muy de cerca por la Casa Rosada.
También Pichetto deberá decidir qué hace si Lavagna opta por tomar su propio camino. Hace pocos días, el jefe del peronismo en el Senado dijo que para él sería “un honor” ser el candidato a vice del economista, aunque pareció referirse exclusivamente al escenario en el que el exministro participara de la interna de AF.
Por lo pronto, con Schiaretti lejos del campo de batalla, Pichetto actuó como “mecánico contenedor” de AF. Recibió a Lavagna en el Senado, volvió a escuchar sus condiciones y logró que el exministro acepte “seguir dialogando” con el peronismo no kirchnerista. Después de cuatro días de frenesí, Lavagna completó su giro de 180 grados. ¿Y ahora? El próximo paso podría ser una nueva reunión con Schiaretti.