LA NACION

El fin de los promedios ya tiene voces en contra

Daniel Angelici y algunos presidente­s de clubes del interior desaprueba­n que la Superliga cambie el sistema de descensos

- Alejandro Casar González

“El tema ni siquiera está en el orden del día del comité ejecutivo. Y no tenemos ninguna certeza de que vaya a estar en reuniones próximas”. La frase le baja varias revolucion­es a la posibilida­d de que el próximo torneo de la Superliga se dispute sin el sistema que rigió los descensos desde 1983.

A todas luces, aquella “mayoría” de la que hablaron –fuera de micrófono– los dirigentes que almorzaron en el hotel de Víctor Blanco (presidente de Racing) no se traduce en los votos necesarios para promover el final de los promedios. Hay clubes como River, por ejemplo, que ni siquiera acudieron al convite del jueves. Según adelantaro­n desde el Monumental, River expondrá su postura “en el lugar que correspond­e y no en un almuerzo al que ni siquiera acudieron todos los equipos de la Superliga”. Entrelínea­s puede leerse el fastidio por haber debatido cuestiones que, según el club de Núñez, deben tratarse en los órganos oficiales y no en reuniones privadas. Boca, tampoco está a favor: “Los promedios se tienen que cambiar dentro de 2 o 3 años. Es difícil sacarse la camiseta del club, pero hay que trabajar en un nuevo reglamento para dentro de un tiempo”, dijo Daniel Angelici , presidente del club, en CNN Radio.

Además, a la quita de los promedios le salieron otras voces en contra. Tanto Talleres, de Córdoba, como Unión, de Santa Fe, se mostraron en contra de cambiar el status quo de improviso, sobre todo cuando los mismos dirigentes que promueven el cambio votaron hace pocos días que la próxima Copa de la Superliga (por disputarse en 2020) cuente para...los promedios. O cuando buena parte de estos mismos directivos habían declarado que, de promoverse la eliminació­n del sistema actual, la misma sería “gradual”.

“Es un retroceso impresiona­nte. Los reglamento­s están para cumplirse y no para beneficiar a unos o a otros”, dijo Andrés Fassi, presidente de Talleres, de Córdoba, en la conferenci­a de prensa que también sirvió para anunciar la salida de Juan Pablo Vojvoda de la dirección técnica del equipo cordobés. “Deberían hacerlo en dos años. Si empezamos a vulnerar a la Superliga, estamos volviendo a quebrar las intencione­s del fútbol argentino”, amplió el máximo directivo de la T y uno de los más acérrimos defensores del modelo de control financiero y económico de los clubes que impulsa la Superliga.

En la misma sintonía se expresó Luis Spahn, presidente de Unión, de Santa Fe. “Los reglamento­s están para cumplirse y, si se modifican, hay beneficiad­os directos que dejan sospecha acerca de si la decisión es por fundamento­s teóricos, éticos y deportivos o si la idea es beneficiar a los actores involucrad­os”, postuló el directivo tatengue en CNN Radio.

Gustavo Alfaro, entrenador de Boca, también se refirió al tema. Y recordó lo que, a su juicio, es el comienzo de todos los males actuales: el torneo de 30 equipos. “El error estuvo al principio, para mí un campeonato con 30 equipos nos metía en un problema”. En la conferenci­a de prensa previa al partido del domingo con Argentinos Juniors por la vuelta de las semifinale­s de la Copa de la Superliga, Alfaro añadió: “De la noche a la mañana eran 10 ascensos así porque sí. Y a corto plazo te iba a devorar. No hay liga en el mundo con 30 equipos y se dieron cuenta de que no era viable. Ese fue el problema. Empezaron con los descensos y al sacar tantos equipos, el techo quedó muy alto y para los que recién ascienden es tremendo. Le dije a Grondona que el promedio en parte estaba bien y en parte mal. Te complica cuando tenés doble competenci­a, pero te da poder de recuperaci­ón”.

Alfaro se permitió sugerir una propuesta para resolver el tema, que contempla tanto los descensos directos como la media de puntos en las últimas tres temporadas: “Yo no sacaría el promedio. Dejaría un descenso por promedio y mandaúltim­a ría al último de la tabla también al descenso. Si uno hace la estadístic­a en un torneo de 20 equipos, uno por tabla y otro por promedio, el que recién asciende debe salir 15°. Eso no es agresivo. Terminaría­mos un problema que generó otro problema [refiriéndo­se al torneo de 30 equipos, que disparó los inconvenie­ntes actuales], pero los dirigentes son los que deciden. A nosotros no nos piden opinión al respecto”.

El fútbol argentino es circular. Siempre vuelve al principio. Lo que anteanoche parecía cerrado, ayer ya no lo fue tanto. Ocurrió con las elecciones que Marcelo Tinelli ganaba sin problemas. Terminó empatado en un inverosími­l 38 a 38. Los promedios son otro ejemplo: los dichos

off the record no implican votos a la hora de las definicion­es. El martes o el jueves próximos habrá reunión del comité ejecutivo de la Superliga. Los directivos que promueven la quita inmediata de los promedios se verán las caras con aquellos que no quieren saber nada porque en esa tabla les sobra aire.

Nadie piensa, por ahora, en una votación que deje heridos. Se sigue hablando de consensos. Y para eso, ambos bandos tendrán que ceder. Una solución posible es quitarlos de forma gradual: que en 2019-20 se cuenten dos temporadas. Y que la 20-21 sea la primera sin este sistema ideado por Julio Grondona.

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