Francesco Rocca. “No se puede negar lo que está sufriendo la gente”
El presidente internacional de la Cruz Roja dijo que ir a Venezuela fue “un shock emocional”
Elabogadoitalianofrancesco Rocca, de 53 años, que desde
2017 es el presidente internacional de la Cruz Roja, quedó profundamente impactado por lo que vio semanas atrás durante su visita a Venezuela, cuando fue recibido por el presidente Nicolás Maduro. “Fue un shock emocional”, reconoció en una entrevista con la nacion.
“Nadie puede negar lo que está sufriendo todo el pueblo venezolano, más allá de cualquier bandería. Yo había visitado el país hace 18 años y comparar con la situación actual me generó un impacto grande, especialmente la situación sanitaria”, dijo.
Un mes atrás, la Cruz Roja quedó en el foco de la atención cuando el régimen chavista se negó a recibir ayuda y el propio Maduro negó la crisis humanitaria. Luego de tensas negociaciones, el gobierno permitió el ingreso del convoy, pero rechazó los de otros países donantes.
De visita en Buenos Aires para la XXI Conferencia Interamericana de la Cruz Roja, donde se discutió la agenda humanitaria de la región, Rocca también habló sobre los desafíos de conducir la red humanitaria más grande del mundo, fundada en
1863, que cuenta con 17 millones de voluntarios. “A veces siento que estamos dando marcha atrás en los avances del humanitarismo moderno y que tengo que explicar que proteger una vida no es un acto político”, dijo.
–¿Cómo hicieron para cuidar la neutralidad de la Cruz Roja en Venezuela en medio de la politización de la ayuda humanitaria? –Desafortunadamente se convirtió en una cuestión muy sensible en todo el mundo, desde Siria o Yemen hasta Venezuela. Se ve la ayuda como una posibilidad de ganar consensos para un bando u otro. En lo que yo insistí en Venezuela es en que todo el pueblo está sufriendo. Lo que hay es una diferencia política en el análisis de las causas de la situación. Pero el resultado es que la gente está sufriendo y eso nadie lo puede negar.
–Pero Maduro negó la crisis…
–Conmigo fue diferente. Solo me pidió que respetemos las normas venezolanas. En el diálogo con él me cuidé de no mencionar la frase “crisis humanitaria” porque sé que hay mucha sensibilidad. Solo hablé de las “necesidades” de la población.
–¿Cuál es el aspecto más grave de la situación humanitaria?
–El tema salud. Lo que más me impresionó fue la cantidad de gente que está muriendo por falta de energía eléctrica en los hospitales, en las salas de terapia intensiva o de diálisis. Por eso ya hicimos ingresar 16 generadores eléctricos para los hospitales. Tenemos un avión listo en Panamá y otro de la Cruz Roja italiana que esperan la autorización del gobierno para llevar más generadores e infraestructura hospitalaria. Nuestro objetivo es dar ayuda a unas 650.000 personas en un año. Pero en un país tan grande como Venezuela eso es muy poco.
–¿Y el tema migratorio?
–Nuestro foco está en la zona fronteriza de Cúcuta, Colombia. Pero los números son impresionantes. Fíjese que en Perú llegaron en un mes 700.000 venezolanos, incluidos 100.000 chicos para las escuelas peruanas. Esas cifras alteran la vida política y social de cualquier país.
–Se lo ve muy afectado.
–Tengo una empatía personal con Venezuela. Un tío mío se fue con la familia de Italia a Caracas en los años 60 y se tuvieron que ir. Es un dolor grande ver esto en el país con la mayor reserva petrolera, con minerales y un potencial turístico enorme. Es el mayor colapso económico en el último medio siglo en un país sin guerra.