Una semana de ratificaciones y revisiones tras la sorpresa K
Macri confía en una mejora del clima económico para eludir replanteos profundos
“Jaime (Durán Barba) ya viajó. Pero está online, y más en un momento como este”, reconocía el alto funcionario en un despacho de la Casa Rosada. La “permanencia” del gurú ecuatoriano en la conversación (virtual) del poder fue una muestra de la hiperactividad del núcleo duro del Gobierno en la semana que siguió al anuncio de la fórmula kirchnerista que encabezará Alberto Fernández, un anuncio que en principio mereció el escepticismo, pero que luego obligó a repensar estrategias y acelerar planes de acción.
El presidente Mauricio Macri se mostró, en público y en privado, como“elcapitándelbarco”,segúnlodefiniera a un dirigente radical la nacion con el que conversó esta semana.
“Lo veo muy firme como candidato”, agregó el dirigente, justo en la semana en la que –según publicara en su edición del jueves– la nacion algunos sectores (no solo de la UCR, sino también del macrismo) insistían en la conveniencia de que María Eugenia Vidal sea la candidata a presidenta.
La versión fue enfáticamente desmentida cerca del jefe de Gabinete, Marcos Peña, a quien cerca de la gobernadora bonaerense señalaron por la “instalación” de una versión menos verosímil: la posibilidad de que Vidal sea candidata a vicepresidenta y repita de ese modo la fórmula ganadora en la ciudad de 2011. “Mauricio y María Eugenia se quieren mucho, y ni ella ni nadie harán nada para perjudicar al Presidente. Lo decidirá el equipo”, opinó uno de los dirigentes que cree en la posibilidad de modificaciones sustanciales.
Más allá de las versiones, Macri recibió “buenas noticias” por parte del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y espera que esas buenas noticias se reflejen en los estudios de opinión encargados a dos consultoras por la siempre discreta Mora Jozami, subsecretaria de Análisis y Seguimiento de Opinión Pública de la Jefatura de Gabinete.
En la reunión de gabinete del jueves, según dos asistentes, Dujovne afirmó que “la inflación núcleo está bajando”, que la relativa calma del dólar contiene los precios y que habrá, a partir de junio, un repunte del consumo.
Todo esto colabora con lo que un ministro muy cercano al Presidente define como “la sensación de la gente de que el Gobierno tiene el control de la economía”.
Para ese ministro, “lo importante es que en octubre el escenario de ballottage va a ser muy distinto al de hoy. Y además, nuestros adversarios siempre nos ayudan un poco”, bromeó el funcionario, que espera que la división opositora continúe y que el kirchnerismo tenga algún traspié mediático o político que colabore con la reelección presidencial, como lo hizo –a juicio del Gobierno– la foto de Cristina Kirchner en el banquillo de los acusados.
En lo que hace a la encuesta, algún dato alentador ya se coló antes de tiempo: el Presidente habría subido un poco su imagen positiva, lo que al igual que la economía estabilizada contribuiría a acallar las voces que públicamente piden cambios de timón, como Alfredo Cornejo o Julio Cobos, o que pronostican “sorpresas antes del 22 de junio”, como el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.
“No estamos tan mal: en provincia, Macri mide 20 puntos en la tercera sección, 30 en la primera y 40 en el interior. Nos faltan diez puntos en cada lugar y no veo gente desesperada por votar a Alberto Fernández”, analizó un colaborador todo terreno del jefe de Gabinete, que comparte el incombustible optimismo de su jefe político.
La constante inauguración de obras públicas por parte del Presidente y sus principales funcionarios (incluso Peña se fotografió en el Paseo del Bajo sin la compañía del jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta) será otra herramienta a utilizar durante estas semanas, previas a los anuncios de la fórmula oficialista.
Deberá pasar, claro, la convención nacional de la UCR, que desde el lunes debatirá la continuidad del centenario partido en Cambiemos.
“Ahí sí que puede pasar cualquier cosa”, se preocupaba un ministro importante esta semana, ante la posibilidad de que el sector que encabeza Cornejo –hoy aliado táctico del eterno Enrique “Coti” Nosiglia– consiga “hacer ruido” con su propuesta (hoy minoritaria) de “abrir Cambiemos” y construir “otra cosa” con cambio de fórmula presidencial y alianza con peronistas incluidos.
“No va a ganar esa propuesta, porque (Roberto) Lavagna se desinfla y no hay otro lugar donde ir. Pero sí habrá radicales hablando de cómo el Gobierno abandonó a los candidatos radicales en las provincias”, reflexionó un cacique radical enrolado entre los leales a la Casa Rosada.
Una vez superado el “escollo radical”, el Gobierno piensa en la visita del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro (estará aquí el 6 de junio), como la última estación antes de confirmar el binomio que buscará la reelección. Mientras Gabriela Michetti se “concentra en la gestión y no pregunta nada”, según contaron a cerca la nacion de la vicepresidenta, aumentan las voces que ven como “muy posible” la cesión de la vicepresidencia a un “no Pro”, si es que no prospera la idea original de Cornejo y Nosiglia: unas PASO con Macri compitiendo contra Martín Lousteau, resistida desde un comienzo por el jefe de Gabinete. “Es claro que algo hay que hacer”, sostienen quienes creen que la fórmula Fernándezfernández movilizó al tablero “hacia el centro”, y que el Gobierno deberá reconquistar a moderados e indecisos con acciones concretas que complementen la mejora en la economía que esperan en Balcarce 50.