Alfaro va por su segunda final con un planteo más agresivo

Boca recibe a Argentinos con la obligación de ganar; si empatan sin goles habrá penales; Zárate será titular

Gustavo Alfaro busca disputar su segunda final como entrenador de Boca. La primera fue la Supercopa Argentina –gracias al título de Superliga logrado por Guillermo Barros Schelotto–, en la que venció a Rosario Central. Hoy, el escollo será Argentinos Juniors, una presa difícil porque ya ha eliminado como visitante a dos pesos pesados: San Lorenzo e Independiente. Para conseguir el pasaje al partido decisivo de la Copa de la Superliga –se jugará el próximo domingo, en el estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba–, Boca necesita vencer a Argentinos. Si el partido finaliza con el mismo resultado del encuentro de ida (0 a 0), la serie se definirá por penales. Cualquier otro resultado (triunfo de Argentinos o empate con goles) favorecerá al conjunto de La Paternal.

Al contrario de lo que hizo como visitante tanto en Liniers frente a Vélez como en Argentinos frente al Bicho, Alfaro piensa en atacar a su rival. Para eso confirmó a Pavón como titular, mientras que Zárate (tal vez el futbolista más decisivo de este Boca) ingresará desde el inicio por el juvenil Agustín obando. Además, el entrenador tendrá a su defensa de gala: Buffarini-izquierdoz (vuelve luego de la fecha de suspensión)-lisandro López-más. En el banco estará Ramón Wanchope Ábila, recuperado de sus molestias físicas. El exdelantero de Instituto y Huracán puede ser una de las llaves para abrir el partido.

El valor de llegar a la final y luego ganarla es para Boca más simbólico que tangible. Ya está clasificado para la próxima Copa Libertadores, por lo que el premio gordo del torneo le importa poco. Sí es vital para reafirmar aquello que pregona Alfaro, y para acercarse a la meta de todo equipo de fútbol: tener identidad, saber a qué juega, encontrar su propio estilo. El triunfo en la Supercopa le sirvió para templar el ánimo y reforzar algunos de esos conceptos. La Copa de la Superliga todavía no mostró a Boca como el equipo punzante y contundente que puede ser. El propio Alfaro lo reconoció: “Llegué con la idea de cumplir con tres ejes: recuperación anímica, los objetivos futbolísticos y la identidad, que todavía nos falta”.