LA NACION

Mark Hamill. “En las redes la gente opina lo que jamás te diría en la cara”

El último de los caballeros, que saltó a la fama como Luke Skywalker, en Star Wars, protagoniz­a Knightfall, ahora como un veterano templario del siglo XIV

- Martín Fernández Cruz

El actor Mark Hamill es una leyenda viva del género fantástico. Desde 1977, interpretó en varios films de Star Wars

a Luke Skywalker, el granjero devenido en caballero Jedi que ayudó a derrotar al Imperio y que en su vejez se convierte en el maestro de una joven heroína. Si bien ese fue su personaje más importante, a lo largo de su carrera no dudó en arriesgars­e con roles que lo llevaron hacia otros desafíos. De esa forma aceptó la oferta de incorporar­se a Knightfall,

la serie histórica de History Channel centrada en la vida de los templarios durante el siglo XIV.

En esa ficción Hamill es Talus, un veterano caballero que luego de estar prisionero una década, se ocupa de entrenar a una nueva camada de templarios. A pesar de ser un hombre adusto y de pocas palabras, su oscuro pasado poco a poco sale a la luz, y la compleja relación que tiene con Landry (Tom Cullen), uno de sus antiguos aprendices, sufrirá importante­s consecuenc­ias.

Con motivo del estreno de la segunda temporada de Knightfall, y en diálogo con la nacion, Hamill habló sobre qué significa para su carrera unirse a esa serie que combina historia, imponente batallas y conspiraci­ones políticas.

–¿Te interesa el período en el que transcurre

Knightfall?

–En parte, ese fue el motivo por el que me resultó tan atractivo el proyecto. Tenía un conocimien­to parcial acerca de los caballeros templarios. Creo que hay una tendencia a romantizar­los como si hubieran sido Los Caballeros de la Mesa Redonda, pero el siglo XIV fue un período muy desolador. Entonces sí, en parte me involucré porque me interesaba esa historia.

–¿Qué parecidos encontrás entre Luke y Talus?

–Creo que la principal similitud es que ambos están comprometi­dos con un objetivo, pero sus personalid­ades son muy distintas. Talus es un hombre de una fe religiosa muy sólida, y es poco amigo de los vínculos afectivos, mientras que Luke es afable y optimista. El templario es oscuro, estuvo preso diez años y más de una vez contempló el suicidio. Star Wars es fantasía, es escapismo, pero Knightfall está anclada en el mundo real y por eso es mucho más sombría. Este personaje está muy al borde.

–Todo un desafío, ¿no?

–Me encantan los desafíos, y cuando leí el guión dije: “Por qué pensaron en mí para esto?” Talus es alguien muy violento, y esa época fue una realidad, entonces es gratifican­te estar en algo basado en hechos históricos. Yo amo la historia y amo cuando se la puede dramatizar en vez de conocerla a través de libros, porque representa­rla en pantalla le da vida de una forma en que un texto no puede.

–¿Qué tan difícil fue cambiar el sable láser por la espada de los templarios?

–Las espadas utilizadas en Knightfall eran muy pesadas, se trataba de réplicas y no de utilería falsa. Las armas y el vestuario pesaban unos ocho kilos, y físicament­e era difícil llevar todo eso.

–En tu carreta interpreta­ste íconos como el Guasón o Luke Skywalker... Actualment­e, ¿qué tiene que tener un papel para interesart­e? –Busco desafíos. Lo que amé del Guasón fue que se encontraba a 180 grados de Luke, uno era un ícono de la virtud y bondad, y el otro de la locura y la maldad. La versatilid­ad y la brecha entre ellos me resultaba de enorme atractivo. Con respecto a Talus, me halagó que pensaran en mí porque hay una tendencia en la industria, y es que cuando ven que hacés un tipo de personaje bien, quieren verte repitiéndo­lo una y otra vez. Por eso estaba muy ansioso de entrar en Knightfall, ya que jamás me habían pedido que formara parte de una ficción histórica, y nunca interpreté a alguien tan extremo y brutal. Esta es una excelente oportunida­d para mí. –Últimament­e los fans son muy agresivos en internet. ¿Qué pensás del odio que predican contra ficciones que supuestame­nte aman?

–El de las redes es todo un mundo nuevo, y para mejor o peor cambió la forma de comunicarn­os. En los viejos tiempos, la gente que se tomaba el tiempo de escribirte una carta era usualmente fan. Te decían cosas como “me gusta tu trabajo, me gusta tu serie”. Pero ahora en las redes sociales resulta que todos te están insultado, y odian esto o aquello. Antes nadie se hubiera tomado el tiempo de escribir una carta para decirte: “Querido Mark, creo que tu trabajo es un desastre, por favor retirate”. Ahora es todo diferente, y en redes sociales la gente opina cosas que jamás te diría en la cara, el anonimato les permite hacerse los locos.

–¿Te afecta en lo personal?

–No me permito ser demasiado sensible con respecto a este tema porque a fin de cuentas, yo era actor antes de que en las redes sociales se pusieran a criticar o incluso a elogiar mis interpreta­ciones. Eso es parte del juego y parte de lo que me toca enfrentar como intérprete. En estos días se puso todo más brutal, creo que eso tiene que ver con que estamos muy divididos. En las viejas épocas uno podía disentir con alguien y seguir siendo amigo, pero ahora ya no parece ser así: o estás de acuerdo o sos un enemigo. Y es una pena, pero así es la vida y hay que seguir adelante. Yo por mi parte trato de divertirme en Twitter, hacer reír a la gente y que todos lo pasemos bien.

–¿Considerás que la televisión está viviendo una época de oro?

–Esa es una buena pregunta porque la tele cambia todo el tiempo. Ayer era distinta, y será diferente mañana. Cuando tenía cinco años había pocos canales, y después llegó el cable y luego, las plataforma­s streaming, y todas estas opciones brindan una oferta más amplia. Hace varias décadas había un mercado de films independie­ntes, pero ahora ese tipo de material puede ser producido con una mayor facilidad a través de estos servicios en vez de en el cine. Y cosas como Game of Thrones, Breaking Bad o incluso Knightfall pueden hacerse de ese modo. Pienso que esta es una época maravillos­a porque hay mucha diversidad de material en comparació­n con lo que sucedía hace diez años.

–Destacás lo mucho que te gustó trabajar en una ficción histórica, ¿hay otro período que te gustaría representa­r?

–¡Lo que no hice jamás fue un western! Solo hice algo similar a ese género hace muchos años, cuando trabajé en una comedia llamada The Texas Wheelers. Me interesa mucho la vida en el salvaje oeste americano, y los westerns son algo que ya no interesan en Hollywood. Hoy están de moda los superhéroe­s, pero cuando era chico había muchísimos programas de vaqueros en televisión y todos me parecían emocionant­es. Me encanta la historia, no solo la estadounid­ense, y aún estoy buscando la posibilida­d de encontrar algo que me enamore como lo hizo Knightfall. Me encantaría hacer algún día un western.

La segunda temporada de Knightfall llega al canal History mañana, a las 21.

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NYT Mark Hamill, de Jedi a templario
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Fotos History El actor de Star Wars, aquí caracteriz­ado como un caballero templario en Knightfall
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Daisy Ridley, Adam Driver y Hamill
 ??  ?? desde hoy, por History Knightfall,
desde hoy, por History Knightfall,
 ?? Archivo ?? Mark Hamill, en su juventud, como Luke
Archivo Mark Hamill, en su juventud, como Luke
 ??  ?? Mark Hamill, en el rodaje de Episodio VII
Mark Hamill, en el rodaje de Episodio VII

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