Urcera, el dueño de los millones, quiere la gloria
El piloto de Chevrolet triunfó en Rafaela, embolsó el premio de $ 2.000.000 y aumentó la ventaja en el campeonato
En tiempos en que los pilotos y las estructuras hacen cuentas para reunir el presupuesto y ser parte del Turismo Carretera, la existencia de un premio económico es un estímulo. José Manuel Urcera (Chevrolet) tiene una billetera abultada, pero ese incondicional respaldo financiero que le brindan las empresas de servicios petroleros que tiene la familia no le quitó el apetito por la victoria. La tradicional competencia de Rafaela brindó dos millones de pesos para el vencedor, un monto que se duplicó por la inflación, respecto a 2018, y el mejor piloto de TC en 2019, el que enseñó mayor regularidad en las seis fechas del calendario, embolsó el cheque. El rionegrino dominó en la pista y controló los tres relanzamientos para festejar su segunda victoria en la categoría y consolidarse en lo más alto del campeonato bajo el paraguas del JP Carrera, el conjunto que con el triunfo de Diego Ciantini (Chevrolet) en el TC Pista celebró por duplicado.
Las estadísticas se rindieron a Urcera, que en el año marcó dos pole –en la apertura en Viedma, y luego en San Luis– y tres podios: al contundente éxito en Rafaela se le agregan dos segundos puestos (en Centenario, Neuquén, y en el escenario puntano); el peor resultado de la temporada fue un 10mo puesto en Rosario, donde tuvo la peor clasificación, 9no. “Nunca manejé un auto así. Hace todo bien: frena y tracciona bien y genera poca resistencia al aire”, analizaba, después de ser la referencia en los entrenamientos del viernes. El sábado se clasificó a apenas 115/1000 del poleman Valentín Aguirre (Dodge), compañero en el JP Carrera. Vencedor en la serie, donde minimizó a Facundo Ardusso (Torino) y Mariano Werner (Ford), presentó credenciales para la carrera final.
Ahí asomó un rival más encumbrado, Agustín Canapino (Chevrolet), que presentó un nuevo auto. En el segundo relanzamiento, después que debiera neutralizarse la carrera por el fortísimo impacto de Alan Ruggiero (Torino) –se le trabó el acelerador– sobre Christian Ledesma (Chevrolet), Urcera y el campeón se rozaron; en el último, en el giro final –la carrera terminó por tiempo, con 25 giros de los 30 pautados–desarticuló la maniobra del tricampeón de TC y defensor de la corona por arrebatarle el éxito.
El primer triunfo de Urcera en TC fue en La Plata 2016, con un auto que alistaba Las Toscar Racing, la tarde en que Canapino realizó un titánico avance para coronarse campeón, después de los desajustes de Ardusso, que era amplio favorito al título. Más allá de los méritos y las victorias, el piloto, de 27 años, no llega al corazón de los hinchas de Chevrolet, marca con la que debutó en las categorías de la ACTC en 2012, en el TC Mouras, con el JP Carrera. La imagen de joven altanero –este año sostuvo un cruce con Alberto Canapino en el TC, con Matías Rossi en el Super TC2000 y con Facundo Chapur, en años anteriores en el STC2000, cuando eran compañeros en Citröen, y en TN; su padre Claudio fue sancionado por la CAF en 100 mil pesos de multa, después del toque de su hijo con Canapino en el Coronación de San Nicolás 2018, que le valió a Agustín largar último la final– es reconocida como sus cualidades conductivas. El excelente pasar económico le posibilitó realizar costosos cursos de capacitación en Europa sobre autos de GP3 y WTCC (Mundial de Turismo), experiencias que desea enseñar en el TC, donde ganó, es puntero y luce chapa de candidato.