Claves a la hora de encarar una reforma
En épocas austeras, encarar una reforma se convierte en una opción cada vez más atractiva, y sobre todo más apta para los bolsillos, a la hora de renovar los ambientes. Si la reforma se va a ir haciendo por partes, lo primero es tener una visión global de a dónde se quiere llegar y tomar en consideración el estilo que queremos lograr; si podemos encarar toda la reforma al mismo tiempo, en lugar de varias parciales, reduce las posibilidades de tener que incurrir, en el mediano plazo, en modificaciones edilicias costosas que permitan acomodarse a las refacciones anteriores. Hay que evitar correr el riesgo de, por ejemplo, poner un revestimiento en una pared del comedor y, al año siguiente, al reformar la cocina, darnos cuenta que ahí iba un pasa–platos. Una obra integral abarata los costos ligados a la contratación de la mano de obra y la compra de materiales.
Una de las claves es ahorrar en tareas que podemos animarnos a hacer, y los tutoriales de internet son una gran ayuda. Por ejemplo, podemos desde aplicar el revestimiento texturado en una pared a colocar un piso flotante, en tan solo unas horas. los que necesitan recortar aún más el gasto, encontrarán, en la reforma en seco, una opción sólida y más que atractiva para sentarse a planificar las refacciones de su vivienda u oficina. De la mano de este tipo de obras, que se caracterizan por ser más limpias y rápidas que las tradicionales; reducen al máximo los costos, y hacen que estos trabajos no afecten la rutina del lugar.
Por ejemplo, con productos de última generación como los paneles o los pisos vinílicos, se puede renovar completamente un baño y una cocina sin la necesidad de tener que clausurarlos durante la obra, ya que se colocan directamente sobre lo existente, sin demoliciones ni obra húmeda.•