El conflicto en el Estrecho de Ormuz
Primeros roces
Donald Trump retiró a EE.UU. en mayo de 2018 del tratado que limitaba el programa nuclear iraní, con el pretexto de que no funcionaba, y reinstaló las sanciones contra sectores claves de la economía iraní. Un año después, Trump dispuso medidas militares con el envío de un portaviones y bombarderos. Teherán anunció en respuesta el aumento de las actividades nucleares y Washington lo hizo responsable por el sabotaje de cuatro barcos.
Drones y aviones
El 20 de junio pasado, la Guardia Revolucionaria iraní anunció el derribo de un dron norteamericano que “violó el espacio aéreo iraní”. Según la versión de Washington, el dron estaba en espacio internacional. La tensión aumentó al máximo y Trump se jactó de haber suspendido a último momento, cuando los aviones estaban en el aire, un bombardeo contra Irán en represalia por el derribo del dron y otros incidentes previos en el Golfo Pérsico.
Capturas
A principios de julio empezó una nueva etapa de la crisis con un vaivén de capturas de petroleros en distintas regiones. Los incidentes comenzaron el 4 de julio, cuando Gran Bretaña retuvo un barco de bandera iraní en Gibraltar. El 10 de julio la marina iraní intentó cerrarle el paso a un petrolero británico en el Estrecho de Ormuz, y anteayer Irán incautó el Stena Impero, también británico, con el pretexto de que el buque participó en un choque.