Tras el derrumbe en los mercados, Macri culpó al kirchnerismo
El dólar se disparó hasta $57,30, la caída de los bonos hizo trepar el riesgo país a 1467 puntos y las acciones sufrieron una baja histórica de 38%; el Presidente pidió “responsabilidad” a Fernández, que respondió que “el Gobierno debe gobernar”
Un verdadero terremoto. La estrepitosa derrota del Gobierno en las elecciones primarias de anteayer golpeó con fuerza a los mercados, en medio de una incertidumbre generalizada que se reflejó también en la Casa Rosada e incluso tuvo sus coletazos en algunos
países de la región. La cotización del dólar para el público escaló a $57,30, una devaluación del 23% respecto del viernes que, según los analistas, se trasladará en algún momento a los precios.
Los bonos de la deuda pública sufrieron caídas de hasta 20%, lo que hizo trepar el riesgo país 68,2%, hasta 1467 puntos básicos. Las empresas que cotizan en Bolsa sintieron el golpe del tsunami: el índice Merval sufrió una baja de 38%, mientras que los papeles de empresas argentinas que cotizan en Wall Street se derrumbaron hasta 59%, una des capitalización histórica que sufrieron principalmente bancos y empresas de servicios regulados, dos de los sectores apuntados por el kirchnerismo en la campaña.
La abultada diferencia que consiguió en las elecciones el kirchnerista Frente de Todos, coincidieron los analistas y operadores, hizo olvidar la euforia que habían vivido los mercados el viernes pasado, que anticipaban una elección más pareja. Apenas se iniciaron las operaciones, los inversores entraron en pánico y se desprendieron masivamente de acciones y bonos argentinos, y apostaron al dólar.
“No podemos volver al pasado, porque el mundo lo ve como el fin de la Argentina”, advirtió Mauricio Macri, que responsabilizó al kirchnerismo por la zozobra bursátil y la escalada del dólar. Le asignó la “responsabilidad” de tranquilizar a los mercados y negó cambios en el gabinete. Dijo que habrá medidas para “cuidar a los argentinos”. Alberto Fernández no tardó en responder: dijo que el Gobierno es el que “debe gobernar”.
Para frenar al dólar en medio de la ola de rumores, el Banco Central tomó dos medidas: subió la tasa de referencia 12 puntos, a 74,78% anual, y, además de licitarlos US $60 millones diarios a cuenta del Tesoro, hizo tres licitaciones extraordinarias, con reservas, por US$105 millones.
“La alternativa no tiene credibilidad en el mundo”, cuestionó el Presidente, acompañado por su candidato a vicepresidente, Miguel Ángel Pichetto. “Esto no terminó”, aseguró el senador, que negó que hubiera una “transición” entre gobiernos, una interpretación que ayer hicieron varios analistas políticos.
Por su parte, Alberto Fernández participó por la tarde de un encuentro en el Instituto Patria para analizar los datos finales de las elecciones de anteayer junto a Cristina Kirchner, Axel Kicillof y Matías Lammens. A la salida de ese encuentro, afirmó sobre la corrida que se había vivido en el mercado cambiario que “es lo que pasa cuando un gobierno no dice la verdad sobre la economía”. El candidato favorito para las elecciones de octubre se refirió, en tanto, a la responsabilidad que deberá asumir el kirchnerismo en los próximos meses de campaña electoral: “El Gobierno tiene que gobernar. Nosotros somos la oposición”, señaló.
Semanas atrás, el propio Fernández había denunciado que “el dólar estaba subvaluado” y que el Gobierno “pisaba” su cotización para acrecentar sus posibilidades en las elecciones. También había cuestionado que se usara el préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI) con ese objetivo. La misma crítica recitó Roberto Lavagna durante su campaña para presidente.
“A la luz del resultado de las PASO y de sus repercusiones, la Argentina necesita rápidos gestos que permitan la recuperación de la confianza interna y externa. Consenso Federal está para contribuir a la recuperación con la noción de la estabilidad, el trabajo y la producción”, escribió el exministro de Economía en su cuenta de Twitter. Ayer hubo contactos entre Lavagna y Macri, y es probable que haya un encuentro entre ambos en los próximos días.
“El dólar es un tema del Gobierno, que actúen con responsabilidad”, había dicho por la mañana en la puerta de su casa Axel Kicillof, el candidato a quedarse con la gobernación de la provincia de Buenos Aires. “Juntos por el Cambio tiene los instrumentos económicos y eso debería verlo el Gobierno. Nosotros somos opositores y falta hasta octubre para tener un resultado definitivo”, completó el otro exministro de Economía.
“Esta devaluación que estamos atravesando en el día de hoy [por ayer] va a tener impacto. Vamos a acompañar a los que más lo necesitan”, afirmó, en tanto, la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal. Ayer en la gobernación confiaron a la nacion que sus técnicos trabajaban en la posibilidad de otorgar aumentos en los programas sociales con el objetivo de “paliar las subas de precios que llegarán [a los bonaerenses] derivadas de la suba del dólar de ayer”.
Por otro lado, en el gobierno nacional se analizaba una batería de medidas, entre las que estaban una posible mejora en el impuesto a las ganancias, políticas para pymes, más cuotas para el consumo masivo y la contención de precios regulados, como la nafta. Nada estaba confirmado aún (ver aparte).
“No tengo que echar culpas afuera ni enojarme con ese voto. Tengo que hacer mi autocrítica. Pensar qué puedo mejorar yo. Voy a cumplir con mi responsabilidad. Hay que escuchar lo que dicen las urnas”, prometió, en tanto, la gobernadora en su autocrítica, tras la derrota frente a Kicillof el domingo.
Tras los resultados de las PASO, los principales funcionarios del Gobierno se reunieron por la mañana en la Casa Rosada. Allí estuvieron, entre otros, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el presidente del BCRA, Guido Sandleris. También el jefe de Gabinete, Marcos Peña.
Tras las críticas de Fernández por el uso del préstamo de US$56.300 millones para contener el dólar, ayer varios referentes del kirchnerismo pedían al oficialismo medidas para frenar la devaluación. El Gobierno subió las tasas y licitó reservas, pero nunca sonó en el radar la posibilidad de un control de cambios. Ayer, fue justamente Matías Kulfas, principal referente económico de Fernández, quien se encargó de negar la posibilidad de un cepo cambiario. El excolaborador de Mercedes Marcó del Pont, cuando ella presidía el Banco Central y nació el cepo, ratificó que habrá un pedido de reestructuración del programa que el país tiene con el Fondo, pero aclaró que la deuda se pagará.
Macri, que buscó mostrarse competitivo frente a la posibilidad de llegar al ballottage, fue más duro que Vidal a la hora de referirse al impacto que tuvieron las PASO y el resultado favorable al kirchnerismo en la rueda cambiaria y bursátil. Dijo que la oposición debe ser más “responsable” y recordó que Fernández había puesto en duda el pago de las Leliq y los compromisos con el FMI. Sin embargo, el propio Kulfas había asegurado que se cumplirían ambos compromisos días atrás.
“Para los mercados, fue una mala noticia porque no hay garantías de continuidad de estas políticas y [ellos] no despiertan confianza”, dijo Macri, y afirmó que no cree en los “cambios simbólicos” cuando lo consultaron sobre el gabinete. “Se tienen que hacer cargo de la falta de confianza […] Tienen que actuar con responsabilidad”, aseguró. Dijo que el BCRA contenía la situación, pero reafirmó que de confirmarse el resultado “es tremendo lo que puede pasar”. Pronosticó que las firmas perderán más valor, no crecerán, no generarán empleo y vaticinó, en una escala superior a la habitual, cuando se menciona a Venezuela, que para el mundo volver al pasado será “el fin de la Argentina”.
Alberto Fernández Frente de todos “Lo más peligroso es dilapidar las reservas para sostener artificialmente el dólar (...). El Gobierno tiene que gobernar y nosotros somos oposición y vamos a generar una alternativa” Mauricio Macri Juntos por el cambio “Esto es solo una muestra de lo que puede pasar. Esto marca que por el pasado, mucha gente decide que no deja su dinero en el país (...). No podemos volver al pasado porque el mundo ve esto como el fin de la Argentina”