PERDIÓ POR PENALES ANTE ALMAGRO; DE ROSSI DEBUTÓ CON UN GOL
LA PLATA.– Las supersticiones alrededor del martes 13 se volvieron realidad en Boca. Ni el debut con la camiseta azul y oro de Daniele De Rossi, la segunda de su carrera tras las 18 temporadas que disputó en Roma, en una experiencia única para él e histórica para el fútbol argentino, le sirvió a los xeneizes para salir del paso ante Almagro, que le ganó por penales después de la igualdad 1 a 1 en los 90 minutos.
Al margen del resultasdo final, la mega estrella italiana se llevó todos los flashes en el estadio Ciudad de La Plata. Porque mientras muchos se burlan de su contratación, él ya se anotó un poroto enorme: el romano anotó su primer gol.
El día D fue de lo más esperado en el último tiempo. No bien puso un pie en Argentina, la pregunta que se hizo frecuente en los medios y entre los hinchas de Boca fue la misma: “¿Cuándo juega el primer partido De Rossi?”. Tanta era la expectativa que en el estadio se hicieron presentes los más altos dirigentes de la institución de la Ribera: el presidente Daniel Angelici, el director deportivo Nicolás Burdisso y Christian Gribaudo, secretario general y candidato a presidente por el oficialismo en las elecciones de diciembre.
Nadie se quería perder semejante acontecimiento. Si, incluso, el presidente de la Nación, Mauricio Macri, había asegurado que iba a estar expectante de la presentación del italiano: “Estamos todos curiosos por ver qué hace”, lanzó en la previa.
“Con la camiseta número 16, Danieleeee De Rossi!”, anunció la voz del estadio y la tribuna de hinchas xeneizes se vino abajo con aplausos y un fuerte griterío de euforia. ¿Y el protagonista? Ni un gesto: sabía que debía ganarse a la gente de otra manera. Tres señales de la cruz para ingresar al calentamiento y una para retirarse, siempre mirando al cielo. No es una cuestión de plata ni de excursión: viene a hacer lo suyo y, en lo posible, buscar la gloria.
Ese llamado al cielo tuvo respuesta. Una bendición que pocos reciben. ¿Habrá tenido que ver también su encuentro con Diego Maradona, considerado el Dios del fútbol por muchos? No se sabe. La cuestión es que Daniele tuvo la gracia de convertir en su estreno: a los 27 minutos, tras un córner de Alexis Mac Allister, el italiano apareció en el segundo palo con un cabezazo a la red. Y cabe resaltar que la jugada comenzó un minuto antes con un gran corte suyo a la salida del Tricolor. “¡olé, olé, olé, olé, Tano, Tano!”, lo ovacionaron inmediatamente. Brazos en alto a la hinchada y a seguir mostrando su calidad.
Sus virtudes no estuvieron ocultas: el triunfo en las disputas aéreas fue una constante en cada sector imponiendo su 1,85 metro. Doce segundos de partido tardó en aparecer su primera intervención: un corte a una pelota suelta en su sector. Y rápidamente se identificó a qué va a jugar: metido entre los centrales López y Alonso, entregando la pelota siempre limpia, con mucha visión y precisión para abrir el juego a los laterales con pelotazos ofensivos y a la carrera. Y cuando tenga que meter, lo hará sin temor: a los 35 lo amonestaron por entrarle duro a José Méndez y a los 43 se jugó literalmente la vida con un corte extraordinario desde atrás a Brian Benítez, en la medialuna del área propia, que finalizó con un contragolpe peligroso.
De hecho, el empate del conjunto de José ingenieros llegó con justicia cuando De Rossi ya no estaba en el campo, prevenido por su amonestación: Juan Manuel Martínez, exBoca, puso la paridad a los 36 del segundo tiempo tras los errores de Alonso y Marcos Díaz.
El arquero, justamente, había salvado a su equipo varias veces. Y Almagro lo llevó a los penales, donde Diaz, esta vez, siempre estuvo a contramano de la pelota. Pero como se equivocaron feo Hurtado y Mac Allister, cuando el arquero Christian Limousin se vistió de héroe, y Salvió envió el suyo a las nubes Boca dio un impensado paso atrás.