Dificultades para renovar una deuda en dólares
El Gobierno debió suspender la emisión de una LEtE, pero mantuvo la de otra, por la que pagó una tasa de 7% anual
El Gobierno dejó sin efecto ayer el tramo largo de la licitación de Letras del Tesoro (LETE) que había convocado el último viernes para tomar US$750 millones del mercado, es decir, aquel que se había ilusionado con propiciar para aumentar la porción de deuda transferida al próximo mandato para alinearla con lo que le exige el FMI.
Fue en las primeras horas de la tarde y tras haber evaluado las condiciones de mercado, como había anticipado ayer la nacion, en un intento de no tener que validar tasas demasiado altas.
Sin embargo, llevó adelante la subasta para reabrir la LETE a vencer en 105 días (29 de noviembre de 2019), es decir, antes del final de la gestión Macri, para tratar de hacerse de los fondos con que enfrentar los US$650 millones de privados que le vencen este viernes y favorecer que los entes públicos que tenían en cartera ese título lo puedan renovar.
Expectativa vs. realidad
La apuesta le salió a medias: obtuvo ofertas de compra por US$410 millones de las que aceptó y adjudicó titulos por el equivalente a US$409 millones vendidos a un precio de US$980,26 por cada lámina de US$1000 nominales, lo que representa una tasa del 7% anual.
De este modo, empero, debió validar un incremento de 2,85 puntos en el costo de financiamiento local en dólares a corto plazo, considerando que la última emisión a un plazo similar realizada a fin de julio se había hecho a una tasa del 4,15% anual.
Los fondos obtenidos apenas suponen el 53% de los recursos que buscaba inicialmente y cubren el 63% del vencimiento que enfrenta el viernes con privados.
Para el analista financiero Federico Cohen, la licitación fue “buena” considerando las condiciones de mercado en la que se desarrolló.
“Fue un clima muy distinto a las anteriores licitaciones dado el escenario de inestabilidad que generó el acelerado desarme por parte de fondos, empresas y personas físicas de activos de renta fija y variable argentina”, recordó.
En este sentido valoró que, “si bien la tasa aumentó, terminó ubicándose muy por debajo del 31% que se estaba pidiendo en el mercado secundario por esa misma letra hoy [por ayer]. Bajo este estrés financiero local y con el riesgo país volando, era difícil esperar un mejor resultado en porcentaje de renovación y tasa”, señaló.