Educación en China
Después de reaccionar ante el resultado inesperado de las elecciones, en realidad lo sorprendente es la diferencia tan marcada. Pienso, como todos los argentinos, en el futuro de la patria. Dos días antes de los comicios vi el interesante reportaje que el periodista Eduardo Feinmann le realizó al embajador argentino ante China Diego Guelar. Nuestro representante tocó todos los temas de manera amena, lo que nos permite reflexionar sobre el comportamiento social en el mundo comunista. Dejando de lado el paradójico liberalismo de su economía, que le da tan buenos resultados, rescato un tema que me lleva a reclamar a nuestro casi seguro futuro gobernador
de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, repare de qué manera el comunismo atiende la educación de los niños. Le preguntaron al embajador sobre el poco resultado obtenido por algunos empresarios deportivos de instalar escuelas de fútbol infantil, desde donde quizá pudieran surgir jugador que luego producirían dinero. Sucede que los padres de los niños que transitan la escuela primaria no aceptan de ninguna manera que algo extracurricular distraiga su formación. Sí, en esa época de la vida, el cerebro de los chicos forma hábitos e incorpora conocimientos que le acompañarán por el resto de su vida. Kicillof, pida que le pasen ese reportaje, escuche lo que allí se dijo y ponga manos a la obra para resucitar nuestra escuela pública. Insisto, lo importante es el futuro. Utilice su ideología de manera positiva ya que lo que se percibe del otro lado del mundo no es populismo y dádiva, sino trabajo y dignidad.
Nélida M. Labadie de Villa Abrille
DNI 3.1443.309