LA NACION

Dólar: cayó por primera vez desde las PASO

Influyó una medida del Central; para Fernández, $60 es un precio lógico

- Sofía Diamante

La cotización del dólar bajó hasta 5% ayer, su primer retroceso en la semana, luego de haber trepado un 33% en apenas tres días. Sucedió luego de que el Banco Central obligó a los bancos a descargar sobre el mercado, en un plazo de tres ruedas, parte de los dólares que tenían. El billete cerró a un promedio de $59,72 para la venta al público.

El candidato kirchneris­ta Alberto Fernández había dicho por la mañana que $60 es un precio “razonable”. También bajó el riesgo país.

No hubo acuerdo con las petroleras. El Gobierno había suspendido anteayer a la tarde la redacción de la resolución que obligaba a las empresas a congelar los precios porque había primado la decisión de negociar con ellas. Pero después de una mañana de llamadas, la Secretaría de Energía decidió ayer seguir adelante con la decisión de aplicar la ley de abastecimi­ento, la misma que utilizó el entonces secretario de Comercio Guillermo Moreno en el gobierno de Cristina Kirchner.

El miércoles por la tarde, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, recibió la llamada del gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, que reclamaba suspender la resolución. Dujovne tomó el pedido y se lo transfirió al secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, para que negociara con las petroleras una propuesta que el propio Lopetegui había sugerido antes. Ayer por la mañana, el secretario dialogó con las distintas empresas de forma separada, pero ante los distintos intereses volvió al plan inicial: aplicar la resolución que fija los precios. La decisión ya estaba tomada al mediodía.

Si bien se trata de una medida antipática para los funcionari­os macristas, no encuentran alternativ­as para cumplir con la orden del Presidente sin hacer referencia a la denostada norma.

La intención oficial es congelar de manera automática el precio del barril para el mercado doméstico a los valores del viernes pasado, previo a las PASO. Esto significa fijar el tipo de cambio a $45,19 (mercado mayorista) y el precio internacio­nal del petróleo a US$59 (índice Brent). En la práctica, con un dólar cercano a los $60, el barril criollo costaría menos de US$45.

Para la mayoría de las petroleras, esto “destruye las inversione­s en Vaca Muerta”, porque fija el valor del barril a un precio muy cercano a los costos de extraerlo y vuelve a cambiar las reglas de juego en un sector que piensa sus inversione­s a no menos de 20 años. Para el gobierno de Neuquén significa, además, una disminució­n en la recaudació­n por regalías.

Las petroleras no integradas –las que operan solo en el upstream, con la extracción de petróleo– redactaron anteayer el borrador de un documento que tienen pensado enviarle a Lopetegui si se avanza con la ley de abastecimi­ento. Entre las que firmarían la carta se encuentran Tecpetrol (del grupo Techint), Vista & Oil (la empresa de Miguel Galuccio), Pluspetrol, Shell, Chevron, Exxon Mobil y Equinor.

En el documento, que todavía no está firmado, las petroleras advierten que avanzar con una medida de fijación de precios derivaría “segurament­e en una caída de la actividad y revisión de los planes de inversión ya comprometi­dos”. Hace menos de tres meses, Shell y Exxon Mobil habían anunciado su pase a desarrollo en la producción de Vaca Muerta, que significa más inversione­s para acelerar la extracción. La empresa de Galuccio, por su parte, había salido a cotizar en Wall Street hace dos semanas, con el fin de recaudar fondos para incrementa­r sus inversione­s.

Las petroleras no integradas dicen que se ven más perjudicad­as que las que sí lo están, como YPF y Pan American Energy (PAE), que tiene las estaciones de servicio Axion. Sin embargo, según datos del sector, el downstream perdería 250 millones de dólares por mes con esta medida.

En el Gobierno indican que la medida afectaría a todas las empresas por igual y sobre todo a los mayores productore­s, que son YPF y PAE. El único refinador que no cuenta con producción propia es Raízen, que tiene la licencia de las estaciones de Shell, pero no están integradas a la petrolera. Esta refinadora hubiera sido la más afectada si no se aplicaba la ley de abastecimi­ento, porque debía comprar el barril a un tipo de cambio devaluado y venderlo al mercado con un dólar a $45. Para compartir los gastos entre productora­s y refinerías, igualmente, en la cartera de Energía se está consideran­do un mecanismo para incorporar a la resolución.

En el borrador que armaron las empresas se destaca también que no descartan, en caso de que se lleve adelante la aplicación de la ley de abastecimi­ento, “acudir a las instancias administra­tivas y/o judiciales que considerem­os pertinente a los efectos de defender nuestros derechos conforme la Constituci­ón Nacional y legislació­n aplicable en la materia”.

En la Secretaría de Energía señalan que no habría razones para iniciar una demanda, ya que se está sacando una resolución, producto de las circunstan­cias excepciona­les de la macroecono­mía. Sin embargo, casi dos años después de que el entonces ministro Juan José Aranguren liberó el mercado de los combustibl­es, poniendo fin a la ley de abastecimi­ento, el mismo Gobierno la vuelve a reflotar para cumplir con la promesa del Presidente: congelar la nafta y el gasoil por 90 días.

“Este es el golpe de gracia que se le dio a la actividad, que costó tanto poner en marcha, entre el gobierno nacional, el provincial, sindicatos y empresario­s. Esta medida desalienta las inversione­s. Las empresas dicen que de esta manera no se puede trabajar, ya que se ha generado la desconfian­za de todos los mercados. Bajarán las inversione­s y subirá el desempleo”, opinó, por su parte, Guillermo Pereyra, senador y secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa.

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