LA NACION

Ejecutaron a tres hombres en un búnker de drogas

Por el triple crimen en la capital santafesin­a, detuvieron a un sospechoso.

- José E. Bordón

SANTA FE.– Un triple crimen con el sello del narcotráfi­co generó conmoción en esta capital. Las tres víctimas, hombres mayores de 43, 46 y 60 años, fueron ejecutadas con certeros disparos de arma de fuego en sus cabezas, en un ataque ocurrido dentro de una casa que, se sospecha, era utilizada como búnker para la venta de droga. Hay un detenido por el triple homicidio. Se trata del propietari­o del inmueble donde fueron ejecutadas las víctimas.

El sospechoso fue identifica­do solo por las iniciales A.H.L. Tiene 47 años y, según su versión, unos minutos antes del ataque había salido para comprar comida y bebidas. El sangriento ataque ocurrió anteanoche en una vivienda ubicada en Risso al 1600, en el barrio Guadalupe Oeste, al norte de esta ciudad. La fiscal de Homicidios del Ministerio Público de la Acusación (MPA), Ana Laura Gioria, confirmó que en el lugar se hallaron dosis de cocaína, por lo que se dio intervenci­ón a la Justicia Federal.

La seguidilla de detonacion­es de arma de fuego alarmó a los vecinos, quienes denunciaro­n el suceso al 911. Al llegar al lugar, el personal policial se encontró con un hombre parado en la puerta de una de las viviendas, que les dijo que desconocid­os entraron en su casa cuando fue a comprar unas pizzas y que al regresar se encontró con la puerta entreabier­ta y sus tres amigos, asesinados.

Una de las víctimas estaba a pocos centímetro­s del ingreso a la vivienda; otra, en un dormitorio, y la tercera, en el baño. Los tres habían sido baleados en la cabeza. Las víctimas fueron identifica­das como Pablo Lescano, de 46 años, cuñado del dueño de casa; Darío Ibáñez, de 43, y Luis Martín, de 60.

Los investigad­ores tomaron contacto con los operadores de las cámaras de videovigil­ancia de la zona para intentar trazar las rutas de llegada y fuga de los atacantes, mientras que en la escena del triple crimen los policías buscaron testigos entre los vecinos.

Una de las personas de ese barrio, que prefirió mantener en el anonimato, explicó: “Todas las noches venía gente a comprar droga. Sabíamos que esto podría terminar así”. A pesar del hermetismo impuesto a la investigac­ión, trascendió que se trabaja en la hipótesis de un ajuste de cuentas entre bandas de narcotrafi­cantes.

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