Allanaron la sede de los taxistas e investigan la vida de lujo de su jefe
Se trata de Horacio Boix, a quien se le imputa desvío de fondos del sindicato para autos de alta gama
ROSARIO.– El choque que protagonizó con un Audi A7 el titular del Sindicato de Peones de Taxis, Horacio Boix, hace diez días, desembocó ayer en un allanamiento judicial por supuesta malversación de fondos. El siniestro puso al descubierto la vida de magnate de este sindicalista, que representa a los choferes de taxis rosarinos.
De acuerdo con las denuncias que hizo otro miembro del gremio, Horacio Gianotti, Boix chocó otros tres autos de alta gama y el sindicato le pagaba gastos de su tarjeta de crédito por más de 200.000 pesos por mes.
En medio de este escándalo en el gremio que agrupa a los conductores de taxis, un grupo de choferes anunció que hará un abrazo solidario al sindicato, sede en la que un conjunto de dirigentes se tuvo que quedar a dormir durante una semana ante la posibilidad de que fueran corridos por el grupo alineado con Horacio Boix y se destruyeran las pruebas.
Por orden del fiscal David Carizza, quien está al frente de una causa por supuesta malversación de fondos del sindicato, la Brigada de Contrainteligencia de la Policía de Investigaciones (PDI) realizó un allanamiento en la sede del gremio. Se llevaron documentación contable.
De acuerdo con fuentes judiciales consultadas por la nacion, el allanamiento se llevó adelante con el objetivo de “buscar documentación de interés para la causa. Hubo reuniones con peritos contables de cara a las medidas que se van a solicitar sobre la denuncia radicada por miembros de la comisión directiva del sindicato”.
La semana pasada, los denunciantes ratificaron la denuncia y aportaron más información al Ministerio Público de la Acusación (MPA).
El escándalo en torno a la vida ostentosa de Boix, que está acusado de usar fondos del sindicato, estalló el 1º de septiembre, cuando el dirigente, quien lleva 25 años al frente de la entidad, chocó contra un patrullero en un Audi A7. Sorprendió a los propios afiliados de ese sindicato que el representante de los “peones de taxis” se moviera en un auto valuado en 80.000 dólares. Boix aclaró que el auto pertenecía al gremio.
Gianotti admitió después de conocerse este hecho que el secretario general del sindicato ya había chocado “tres autos” de alta gama que pertenecían a ese gremio. Incluso dijo que el gremialista se había comprado un Porsche, una lancha y una moto de agua. Según publicó Rosario3, Gianotti señaló que hay facturas de servicios pagadas por el gremio, de dos domicilios de personas allegadas al gremialista, resúmenes de tarjeta de crédito.