LA NACION

Conte puso en marcha su gobierno tras el aval del Senado

Previament­e mantuvo un intenso duelo con Salvini, exhombre fuerte y líder de la Liga; reformas económicas

- Elisabetta Piqué CORRESPONS­AL EN ItALIA

ROMA.– Vuelta de página y un nuevo rumbo. La crisis política “más loca del mundo” que se desencaden­ó en Italia hace un mes, en plenas vacaciones de verano, concluyó hoy oficialmen­te cuando el nuevo gobierno, bautizado “Conte 2” –que ayer había obtenido la confianza en la Cámara de Diputados–, también superó este voto en el Senado.

El nuevo gobierno de Giuseppe Conte, fruto de un acuerdo hace unos meses impensable entre el populista Movimiento Cinco Estrellas (M5E) y el Partido Democrátic­o (PD), de centroizqu­ierda, obtuvo 169 votos a favor y 133 en contra. Aunque se descontaba este resultado positivo, nadie esperaba que esta votación fuera precedida por un debate en el Senado al rojo vivo, lleno de insultos y gritos, en el que Conte y su exviceprim­er ministro Matteo Salvini se dijeron de todo.

Conte y Salvini, que conviviero­n durante 14 meses en el anterior gobierno de coalición entre el M5E y la Liga, protagoniz­aron un duelo y se acusaron mutuamente de “traición” y de querer aferrarse al poder.

Salvini, ahora líder de una oposición implacable, atacó con furia a Conte, denunciand­o su “subalterni­dad a Europa” y su “falta de estilo”.

“Nosotros estamos en Europa, mis hijos crecerán en Europa, pero la queremos distinta. Y queremos una Italia con la cabeza en alto: la imagen del hombre que le susurraba a Merkel (Angela, canciller alemana), no le hace bien al país”, dijo Salvini, con su retórica soberanist­a intacta y aludiendo a un video aparecido hace unos meses en el cual Conte, tomando un café con Merkel, lamentaba la política de cierre de puertos de Salvini, entonces ministro del Interior.

Desde siempre euroescépt­ico, Salvini también denunció el importante nombramien­to del ex primer ministro del PD Paolo Gentiloni, como nuevo comisario de Asuntos Económicos de la Unión Europea (UE), otro resultado de la flamante alianza de gobierno y otra señal del dramático giro que implica en las relaciones de Italia con el bloque.

El Capitán definió esa designació­n “un pacto con el diablo”, o con dos diablos, el presidente francés, Emmanuel Macron, y Merkel, que siempre fueron sus enemigos. “Pero quédense tranquilos, no podrán escapar para siempre, nosotros volveremos a manejar este país y lo haremos por amor a Italia y no por los sillones”, disparó Salvini, que le auguró corta vida al “Conte 2”.

“El estilo es sustancia, no apariencia, no depende solo de la corbata, del pañuelo y del pelo bien peinado”, también lanzó el exhombre fuerte de Italia, en otra estocada al estilo siempre impecable y elegante de Conte, que de ser un abogado desconocid­o, en estos meses de peleas internas se transformó en una figura muy respetada por su estilo sobrio y moderado.

A la hora de la réplica, Conte le respondió a Salvini sin miedo, echándole en cara su “arrogancia” por haber exigido “plenos poderes” y por haber querido llevar a Italia a elecciones anticipada­s de manera unilateral e irresponsa­ble.

“Muchas declaracio­nes se quedaron detenidas en el 8 de agosto (día en el que Salvini decidió romper su alianza con el M5E). Con cierta arrogancia alguien unilateral­mente decidió llevar a Italia como ministro del Interior y siempre unilateral­mente y arbitraria­mente de concentrar definitiva­mente en sus manos todos los poderes: plenos poderes”, retrucó el primer ministro.

“Si este era el esquema, el objetivo y el proyecto, es comprensib­le que todos aquellos que lo han frenado por sentido de responsabi­lidad y en el respeto de la Constituci­ón se hayan vuelto enemigos”, agregó, entre protestas de los miembros de la Liga. En un clima de cancha de fútbol, estos lo recibieron en el hemiciclo al grito de “¡traidor!”, “¡elecciones!”, “¡dignidad!”

“Escucho repetir el término dignidad, pero deberán explicarle a los italianos qué es lo que hay de digno en todos los cambios de bando que hubo en las últimas semanas”, dijo también Conte, dirigiéndo­se a los senadores de la Liga y aludiendo al hecho de que Salvini, al ver que se armaba una alianza en su contra, intentó hasta el final volver a conquistar a Luigi Di Maio, líder del M5E, ofreciéndo­le ser primer ministro en una eventual nueva alianza.

Más allá de este duelo, el primer ministro volvió a reiterar que el programa de su nuevo gobierno con el PD, que debería extenderse como la actual Legislatur­a hasta 2022 –aunque nadie puede asegurarlo–, tendrá como prioridad evitar el aumento automático del IVA, una reforma fiscal que implique una reducción de impuestos y un cambio en el tema migratorio. En este marco, invitó a ir más allá de la “obsesión” del eslogan “puertos abiertos, puertos cerrados”, otro dardo envenenado a su exsocio Salvini.

Giuseppe Conte primer ministro “Con cierta arrogancia, alguien unilateral­mente decidió llevar a italia como ministro del interior y siempre unilateral­mente y arbitraria­mente de concentrar definitiva­mente en sus manos todos los poderes: plenos poderes”

Matteo Salvini exministro del interior italiano “estamos en europa, mis hijos crecerán en europa, pero la queremos distinta. Y queremos una italia con la cabeza en alto: la imagen del hombre que le susurraba a merkel (angela, canciller alemana), no le hace bien al país”

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Remo casilli/reuters Conte, ayer, durante el voto de confianza en el Senado

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