Peatones en peligro
Tras el trágico episodio ocurrido el fin de semana en Palermo, es necesario que se multipliquen los controles eficaces y se apliquen las máximas penas
Verdadera conmoción han provocado la muerte de la joven agente de tránsito Cinthia Choque y las gravísimas heridas sufridas por su compañero de trabajo Santiago Siciliano durante la madrugada del domingo último, en el barrio de Palermo, tras ser atropellados por un automovilista que intentó eludir un control vehicular y se dio velozmente a la fuga luego de embestir a las víctimas.
El responsable del hecho, Eugenio Veppo, se entregó 14 horas después y permanece detenido mientras es investigado por homicidio simple con dolo eventual, delito que contempla penas de 8 a 25 años de prisión.
Más allá del dolor que representan episodios como el citado, con pérdidas irreparables, es necesario recordar, como lo acaba de puntualizar la asociación civil Luchemos por la Vida, que esta clase de homicidios se producen prácticamente a diario a lo largo y a lo ancho de nuestro país.
Los problemas del tránsito y sus consecuencias más serias, de lesiones y muertes, constituyen una preocupación mundial cuyo eslabón más frágil está representado por los peatones, ya que tienen menor capacidad de reacción y su organismo es más vulnerable frente a un impacto. En una colisión entre un vehículo, aun el más liviano, y un peatón, será este quien, con mayor probabilidad, se llevará la peor parte: golpear fuertemente contra la carrocería, quedar aplastado por las ruedas o ser despedido contra el asfalto. El impacto contra un automóvil que circule a apenas 20km/h ya podría provocar lesiones físicas graves.
Según estudios de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), cuatro de cada diez peatones cruzan la calle poniendo en riesgo su vida. El 84% de las personas entienden que corren un gran riesgo al cruzar mientras el semáforo está en rojo, pero a pesar de ello el 36% lo hacen con naturalidad.
Asimismo, el Observatorio de Seguridad Vial porteño reportó que el año pasado se registraron en la ciudad
de Buenos Aires 65 muertes de peatones, contra 48 que se contabilizaron en 2017; esto es, un incremento del 35%. Más del 77% de los conductores no ceden el paso a los peatones. Otra cifra por demás preocupante es que el 44% de los fallecidos en siniestros viales en 2018 fueron peatones.
Los peatones, al igual que el resto de quienes transitan por calles y avenidas, tienen derechos y obligaciones. Su comportamiento es muchas veces causal de los accidentes de los que son víctimas. Así, por ejemplo, antes que fijarse en el semáforo peatonal o vehicular, lo que suelen hacer los peatones es observar la marcha de los vehículos a la espera de que estos se detengan o aminoren la velocidad para entonces lanzarse a cruzar. También suelen avanzar entre los coches detenidos e, incluso, aguardar parados riesgosamente sobre la misma calle y cruzar sin respetar la senda peatonal.
En los últimos años han aparecido los llamados peatones tecnológicos, que son aquellos que van concentrados en el celular hablando, enviando mensajes o conectados a auriculares que los distraen o afectan sus sentidos. Conforme avanza la tecnología y su uso masivo, el problema continúa agravándose.
Sin embargo, no todo es responsabilidad de los peatones. Los estudios revelan que apenas el 22,4% de los conductores respetan la norma que los obliga a ceder el paso en las esquinas, con o sin semáforo. No se trata de un favor que el peatón deba agradecer con un gesto o una palabra. No parece razonable cuando ceder el paso es una obligación fijada por la legislación de tránsito para conductores, tanto particulares como profesionales, y en igual medida para los motociclistas, gravitantes protagonistas de accidentes viales y víctimas mortales muchas veces.
No todos los peatones son conductores, pero sí todos los conductores son en algún momento peatones. Todos somos peatones y el derecho a que nos den prioridad para cruzar en las esquinas nos asiste. Oficialmente se reportaron 4500 actas labradas en la ciudad de Buenos Aires entre enero y julio de este año por esta grave infracción, penada con 100 unidades fijas, equivalentes a 2140 pesos.
En busca de disminuir la cantidad de accidentes de los cuales son víctimas los peatones, el gobierno porteño adoptó una serie de medidas focalizadas en su seguridad. Además de ampliar la red de semáforos peatonales en los barrios de la ciudad, se encuentra trabajando en cuestiones referidas a infraestructura, educación vial, concientización y compromiso ciudadano. Por otro lado, se ha puesto mayor énfasis en penalizar a quienes no ceden el paso a los peatones.
Es de esperar que las campañas de educación aumenten la conciencia social respecto de la responsabilidad de todos para evitar los mal llamados accidentes viales y las absurdas muertes que ocasionan y que podrían evitarse. Sin embargo, a la luz del incidente ocurrido este fin de semana en Palermo, debería esperarse que se multipliquen los controles eficaces en calles y rutas; que se revise la legislación sobre delitos contra la seguridad vial, en particular el de la conducción con exceso notable de velocidad o bajo el efecto de alcohol, y que los jueces apliquen las máximas penas que prevé nuestra legislación penal para casos como el comentado.
El año pasado se registró en la ciudad de Buenos Aires un 35% más de muertes de peatones que las producidas en 2017
Más del 77% de los conductores no ceden el paso a los peatones