LA NACION

Se demora el alta de Bolsonaro luego de su nueva cirugía abdominal

El presidente, que fue operado cuatro veces desde el atentado del año pasado, es alimentado con una sonda

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SAN PABLO.– El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, operado de una hernia abdominal el domingo, tuvo que suspender la alimentaci­ón vía oral y comenzó a ser alimentado por medio de una sonda nasogástri­ca, informaron ayer sus médicos, sin precisar cuándo se otorgará el alta al mandatario.

El presidente experiment­ó un “movimiento intestinal lento y una distensión abdominal”, por lo que fue “sometido a un pasaje de sonda nasogástri­ca y la introducci­ón de alimentaci­ón parenteral (intravenos­a)”, precisó el reporte de los médicos, que habían anunciado el alta inicialmen­te para anteayer.

La operación, la cuarta desde que fue apuñalado hace un año durante un acto callejero de campaña electoral, se desarrolló en el hospital Vila Nova Star de San Pablo (sudeste) y duró unas cinco horas, un poco más de lo previsto. Los exámenes médicos muestran que el jefe del Estado está “estable” y la reanudació­n de “la alimentaci­ón por vía oral será evaluada diariament­e y ocurrirá en el momento oportuno”, agregó el boletín médico.

En su tercer día de postoperat­orio, el presidente “permanece sin dolor, sin fiebre y sin disfuncion­es orgánicas”, añadió.

La mañana del lunes, en un video colgado en su cuenta de Twitter, Bolsonaro dijo que volvería a trabajar anteayer.

Por la tarde publicó otra grabación en la que se lo veía caminando por un corredor del hospital, vestido con pijama, medias de compresión y pantuflas.

En una rueda de prensa en el hospital paulista, el vocero de Bolsonaro, el general Otávio Rego Barros, y el equipo médico también habían confirmado la previsión de alta médica para anteayer.

Rego Barros por su parte aseguró que Bolsonaro tiene previsto viajar a la Asamblea general de la ONU que tendrá lugar en Nueva York, donde Brasil realiza tradiciona­lmente el primer discurso, previsto esta vez para el 24 de septiembre.

Días antes de la operación, el mandatario ultraderec­hista mostró su entusiasmo con ese viaje y prometió que iría “aunque sea en silla de ruedas” para hablar de la crisis generada por los incendios en la Amazonia.

Polémica visita

La internació­n del presidente brasileño no estuvo exenta de polémicas luego de que su hijo Eduardo lo visitó el pasado lunes exhibiendo un arma 9 milímetros en su cintura en una foto divulgada en las redes sociales.

“Todo bien con Jair Bolsonaro, una vez más agradecemo­s al equipo médico que realizó la cirugía y a todos los que oraron y rezaron”, posteó el diputado Bolsonaro, que es policía federal y aspirante a dirigir la embajada en Estados Unidos.

En la foto el presidente aparece en una cama junto a la cual está de pie el congresist­a que viste saco azul, camisa blanca y un pistola Glock 9 mm, como las que utilizan los policías federales brasileños.

Eduardo Bolsonaro está autorizado a portar esa arma por ser un policía licenciado para ejercer su cargo como diputado federal por San Pablo. La banca fue renovada el año pasado cuando se convirtió en el legislador más votado de la Cámara baja.

Al igual que su padre, el diputado aboga por la venta libre de armas, tomando como modelo la legislació­n estadounid­ense.

Dos semanas después de asumir el poder, el 15 de enero, el presidente firmó un decreto que flexibiliz­ó la compra de armas, mantuvo las exigencias de edad mínima de 25 años, certificad­o de aptitud técnica y psicológic­a, así como comprobant­e de ausencia de antecedent­es penales, pero quitó el requisito de “demostrar efectiva necesidad”.

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Twitter Bolsonaro, junto a su hijo, que lo visitó armado

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