Prisión preventiva
La lectora María Laura Olea afirma con razón en su carta del 26 de septiembre que las organizaciones de DD.HH., con cristina Fernández a la cabeza, sostienen que, en las causas de corrupción en las que están procesados sus compañeros de ruta, los jueces hacen un uso abusivo de las prisiones preventivas, porque privan de su libertad a personas que, conforme a la ley, mantienen incólume el principio de inocencia. Sin embargo, y como bien dice la lectora, son esos mismos críticos los que, de todas las maneras posibles, tratan de justificar las prisiones preventivas de personas inocentes durante décadas, con la única condición de que ellos sean acusados de los delitos mal denominados de lesa humanidad. Las cartas de lectores publicadas sobre este tema nos dejan la amarga sensación de que estamos malgastando nuestro tiempo en la baldía labor de resistir aquello que los políticos y los magistrados consideran “políticamente correcto” aunque intrínsecamente injusto. Sin embargo, no debemos bajar los brazos, pues deben existir aún algunas conciencias que se estén preguntando por qué hacen lo que hacen. no podemos los ciudadanos convertirnos en meros panegiristas de aquellos jueces que sostienen cuestiones que las disfrazan de derecho, pero que no soportan el análisis simple de la persona común, a quien el derecho va dirigido. Es que, en rigor, nos encontramos hoy frente a sentencias de miles de páginas que se construyen copiando y pegando desaforadamente páginas ajenas, colocando de esa manera a los imputados en un estado de indefensión sustancial que de ninguna manera puede ser admitido en un Estado de Derecho. De esa manera, pues, se encuentran hoy privados de su libertad miles de ciudadanos inocentes que todos los días mueren en las mazmorras.
Francisco García Santillán Dni 10.661.522