Boca, en Florencio Varela y River, en Núñez... y cómo jugar en el mientras tanto
¿Cómo convivir con la ansiedad, en el mientras tanto? ¿Cómo aceptar que lo que verdaderamente importa va a suceder dos partidos después? Desde hoy hasta la segunda semifinal de la Copa Libertadores, pasarán 16 días. El martes 22, a las 21.30, en la Bombonera, Boca y River sellarán al finalista del torneo que se convirtió en una obsesión para el fútbol argentino, al menos, en los últimos
15 años. Siguen los debates, las polémicas, los análisis del triunfo por 2 a 0 del equipo millonario y, al mismo tiempo, las hipótesis de lo que ocurrirá en poco más de dos semanas. El problema es que, en el medio, se siguen resolviendo asuntos importantes. Después de la primera batalla, en el Monumental, volverán a salir hoy en la cancha, unos y otros. Habrá una fecha FIFA en el medio y, luego, otra aventura doméstica: la Superliga sigue su camino. Y Boca es el líder, con 18 puntos, aunque pocos den cuenta de ello.
Hubo un tiempo en el que los campeonatos locales lo eran todo. o, al menos, no eran despreciados con tal magnitud como en los últimos tiempos sucede en nuestro medio y no solo se trata de Boca y River. Les pasa a los poderosos, también a los humildes que sueñan con sacar la cabeza en tiempos en los que no solo se juega por el prestigio. El dinero (sobre todo, desde que el cambio del peso con el dólar es sustancial) también juega su partido. Entre esas historias, Boca debe defender la cúspide, en el choque de esta noche, desde las
20, contra Defensa y Justicia, en Florencio Varela.
Gustavo Alfaro, un entrenador elogiado por su sentido común y la lógica de la planificación largos meses después de la valentía ingenua de Guillermo Barros Schelotto, hoy sufre las consecuencias de su política. Ahora, ya nadie recuerda el récord de Andrada, que solo sufrió un gol en ocho encuentros. Lógicamente, no se trata de algo fortuito, sino de una estructura defensiva que lo acompaña.
Bajó de la lista de concentrados al joven Marcelo Weigandt y al experimentado Eduardo Salvio y se inclinaría con recursos que no fueron utilizados en núñez, como Buffarini, Fabra, Almendra, Hurtado y Zárate, entre los titulares. El exdelantero de Vélez intuye que solo depende de su potencial para volver a ser decisivo contra River.
Marcelo Gallardo alimenta su ego con elogios de Pep Guardiola y un posible interés de Barcelona. Y en el choque contra Patronato, sabe que la explosión de júbilo no será igual al encuentro contra Boca, por eso debe recuperar la guardia alta, también, en el terreno doméstico. Está a cuatro puntos de Boca y se mantiene como el equipo más goleador, con 17.
El sábado 19, apenas tres días antes del choque definitivo, Boca recibirá a Racing, en una Bombonera que posiblemente marque tendencia y River visitará a Arsenal, uno de los equipos que luchan por subsistir. Tal vez, ese día, el cuerpo transpire en la Superliga y la cabeza viaje con destino Santiago, la sede de la final, la que todos se desviven por jugar.
Habrá, además, historias paralelas, como Lanús-central, como el clásico de Santa Fe, con el magnetismo de Unión-colón, y un choque fuera de serie, en un horario incómodo: Vélez-independiente arrancará... a las 11.