Maradona: “en el clásico con estudiantes nos jugamos la vida”
LA PLATA.– El Gimnasia de Diego Maradona cayó 1-0 contra Unión, en el Bosque, y para colmo el gol lo hizo Ezequiel Bonifacio, un extripero. Un mazazo para el entrenador albiazul, que tenía dos metas para el partido de ayer: que el Lobo conservara la valla invicta por primera vez en el torneo y que su equipo consiguiera el segundo éxito en cadena. Nada de eso ocurrió...
“La diferencia entre un equipo y otro fue el gol. Estamos dando ventajas: el desarrollo del partido fue todo nuestro y en la única que tuvieron nos convirtieron”, analizó el técnico en cuanto terminó el encuentro, en declaraciones para la televisión, y luego agregó: “En el clásico con Estudiantes nos jugamos muchísimo, nos jugamos la vida”. Antes de ese choque, el Lobo deberá enfrentarse con Newell’s, en Rosario, en otro cruce clave para la tabla de los promedios.
Para los cotejos ante Estudiantes y la Lepra, de todos modos, falta bastante. El club platense (desde el plantel hasta sus hinchas) sufre ahora por otro rendimiento por debajo de las expectativas. Los dirigidos por Diego Maradona fueron de mayor a menor ante Unión y terminaron completando un rendimiento tan pobre como la campaña general.
El desarrollo del primer tiempo, sin embargo, se dio como se preveía: con un Gimnasia ambicioso, con la intención de romper los esquemas, y con un Unión ordenado, con la premisa de mantener la estructura diseñada por su DT. Más allá de los deseos de uno y otro, el trámite fue parejo. El Lobo no se llevó por delante al Tatengue y la visita contragolpeó muy poco.
A pesar de no concretar su objetivo de acorralar a su rival, en el capítulo inicial el equipo de Maradona dispuso de cuatro jugadas claras: dos de Maximiliano Comba que salieron cerca, un remate de Horacio Tijanovich que tapó el arquero Sebastián Moyano y una definición de Nicolás Contín que se fue apenas desviada. Unión, por su parte, tuvo un par de aproximaciones y una sola de real riesgo: remate de Bonifacio que tenía destino de gol, pero chocó ante un defensor.
La segunda etapa fue otra historia. Gimnasia se desinfló enseguida y el conjunto de Leonardo Madelón se animó a plantarse en campo contrario. Sí, todo cambió.
Por eso no llamó la atención que tuviera su chance Walter Bou y que Bonifacio volviese a inquietar. Y en la tercera que tuvo, el exfutbolista del Lobo no perdonó: centro desde la izquierda, aparición de Bonifacio por derecha y remate al primer palo para el 1-0. Otro sopapo para el conjunto platense. Y van...
Sin demasiadas ideas, el equipo de Maradona contó con un par de oportunidades (casi siempre gracias a la enjundia de un Tijanovich errático) aunque repitió una falla que lo persigue desde hace tiempo: la escasez de puntería a la hora de buscar el arco adversario.
Con el correr de los minutos creció el nerviosismo. Unión se consolidó y el tiempo pasó. El que festejó, finalmente, fue el Tatengue y así obtuvo su tercer triunfo en fila. Maradona, que soñaba con la segunda victoria consecutiva para los suyos –algo que el Lobo no consigue por Superliga desde hace más de un año–, se quedó con las ganas. Tampoco conservó la valla invicta. Y encima por culpa de un jugador que hasta hace poco vestía la camiseta de Gimnasia.
Los números no le cierran por ningún lado a Gimnasia. Son muy preocupantes. En diez fechas, perdió ocho partidos. ¡Sumó apenas 4 puntos de 30 en juego! Y con Diego Maradona el rendimiento mejoró, pero no todo lo esperado: consiguió solo 3 unidades de 15.
Pasan las fechas y el Lobo no despega en ninguna de las tablas; posiciones ni promedios. Los dos deseos que tenía Diego Maradona deberán esperar, aunque ayer ya se puso una meta nueva: ganarle a Estudiantes el clásico de la ciudad.