La Dolfina y Ellerstina definirán el Abierto de Tortugas
La dolfina y ellerstina definirán pasado mañana al primer campeón de la triple Corona; el paso arrollador de la organización de Cambiaso frente al ensamble demorado de la familia Pieres
Si solo se focaliza en los nombres de quienes serán los protagonistas de la final del Abierto de Tortugas no se percibirá ninguna sorpresa y tampoco asomará algún dato significativo. En definitiva, La Dolfina Sancor Seguros y Ellerstina Johor son los principales actores de la Triple Corona y quienes monopolizan los títulos del mejor polo del mundo desde hace más de una década. Pero si la lectura es un poco más detallada, puntillosa, del anuncio del juego que se desarrollará pasado mañana podrá distinguirse que la final esperada pudo tener a solo una de las dos estructuras dominantes.
Es que más allá de los liderazgos, el equipo que comanda Adolfo Cambiaso y el de los Pieres arribarán por diferentes vías a esta definición. Si fuera una fábula o un cuento, se podría decir que mientras La Dolfina tomaba el camino más corto, Ellerstina se perdía en el bosque transitando por el sendero más extenso y peligroso.
Para la organización con sede en Cañuelas, el momento de dejar su marca y cosechar su séptimo título en el accidentado torneo de Tortugas es inmejorable. Por el extenso parate por las lluvias, luego de los cuartos de final, pudo recuperar físicamente a Cambiaso, que arrastraba dolores en la cintura. La ausencia sirvió para el debut de su sobrino Camilo Castagnola; su reaparición eleva al conjunto, lo que se reveló en la amplitud del resultado: La Dolfina demolió a Cría Yatay con un contundente 20-4, un marcador que no deja margen para las dudas y confirma que lo suyo es sentenciar los partidos con autoridad.
El ambiente, tras una victoria con semejante registro, le permite disfrutar y distenderse a este equipo. Tal es la confianza que irradia que inclusive es aprovechada por deportistas de élite que manejan un alto nivel de presión por estos días, como es el caso de Emmanuel Mas, jugador de Boca y amigo de Cambiaso; el defensor
xeneize se acercó, mate en mano y a 48 horas del determinante juego desquite con River, por la Copa Libertadores, para soltar tensiones.
“Por suerte pudimos jugar porque veníamos con una sequía barbara y también por suerte pudimos volver a encontrarnos como equipo: anduvimos muy bien. Estamos contentos de llegar a una nueva final. La motivación es estar ahí, en la final”, se entusiasma David Stirling, quien a su vez traza una línea imaginaria hacia el resto de la Triple Corona: “Estamos muy bien, creo que mucho mejor organizados que el año pasado en tema caballos y tenemos buen número; de hecho, hay caballos guardados para Hurlingham. Pero ahora tenemos que concentrarnos en la gran final de este miércoles”, resalta el uruguayo, que fija de a una las metas.
Cambiaso, que mejoró de su dolencia y que con una sonrisa amplia aseguró que mejorará aún más para la final, valoró la vuelta al ruedo: “Estoy bien, en un 60%, pero prefiero jugar a no jugar; meter ritmo, que eso es lo importante. En lo personal me sirvió el parate y hoy [por ayer] el equipo se sintió muy bien: estamos preparados para lo que viene”, aseguró, pleno, con la confianza que le dio el resultado, pero también el funcionamiento.
Para Ellerstina, la historia es menos desahogada, aunque por su jerarquía nunca hay que darla por descartada. Una prueba irrefutable fue que levantó un partido complejo para ganar 16-15 en tiempo extra a Las Monjitas, un rival duro y con aspiraciones, que en 2018 le provocó una dolorosa derrota durante el Abierto de Palermo y lo dejó fuera de la final en la Catedral. Según reconocen sus propios protagonistas, a Ellerstina le “falta jugar mejor”, pero hay jerarquía para confiar. A su favor, solo en las semifinales logró completar la formación habitual durante todo el juego, ya que en los cuartos de final, ante La Ensenada, Nicolás Pieres sufrió una caída que le provocó una lesión en el cuello, siendo reemplazado por Lucas James.
“Se cumplió el primer objetivo, que era llegar a la final; ahora tenemos otro: jugar bien”, fue el rápido análisis de Nicolás Pieres, que en la charla advirtió: “Viene La Dolfina, una final y por eso tenemos que jugar bien durante los siete chukkers”.
Respecto del momento que desanda el equipo, expresó: “Es un comienzo raro de temporada. De hecho, yo juegué sólo dos chukkers en el primer partido y recién después de 10 días volvimos a jugar. Es raro, pero vamos a ir mejorando”.
La final de siempre tiene a sus protagonistas que llegan por diferentes caminos. La Dolfina, a pleno y con paso arrollador; Ellerstina, rearmándose y ganando agónicamente. La definición del Abierto de Tortugas, el primer eslabón de la Triple Corona, ya palpita el cruce de los mejores.