Espinoza vs. Nadur: ¿hubo o no invasión del vestuario del árbitro?

El juez dijo que lo fueron a increpar en el entretiempo, pero el presidente de Huracán lo negó

Estaban los dos equipos dispuestos en el campo para empezar el segundo tiempo, pero faltaba la terna arbitral, que ingresó pasados los 15 minutos del intervalo. La demora se debió a que el árbitro Fernando Espinoza, de acuerdo con lo expresó dentro del campo apenas terminado el clásico, fue increpado dentro de su vestuario por el presidente de Huracán, Eduardo Nadur, y otras 20 personas.

El dirigente desmintió que haya ingresado al vestuario para hacer algún reclamo, pero admitió que se lo cruzó a Espinoza y este le dijo: “No me pegue, no me pegue”. ¿Por qué el árbitro daría esa respuesta sin que mediara alguna amenaza o intento de agresión? Nadur no supo explicarlo y pidió ante la prensa que el foco había que ponerlo en el “gran triunfo de Huracán en el clásico”.

Espinoza dejará constancia de su versión en el informe: que fue abordado por Nadur y un grupo de allegados. El Tribunal de Disciplina determinará si le corresponde alguna sanción a Huracán. Nadur admitió que se le labró un acta de contravención de acuerdo con el Código de la Ciudad de Buenos Aires, en la que consta que no ingresó en el vestuario.

Si bien Huracán ya ganaba 1-0 en la primera etapa con el gol de Lucas Barrios, en el Globo había descontento con Espinoza porque había amonestado a cinco futbolistas locales –incluido Coniglio, que estaba en el banco de los suplentes– y supuestamente no había sancionado dos penales. El primero, apenas empezó el encuentro, de Cerutti a Droopy Gómez, aunque dio la sensación de que el media-punta local simuló la falta. El segundo reclamo fue por un agarrón de Bruno Pittón a Garro, que estaba en posición para definir. Esa infracción resultó más evidente.

En la segunda etapa, Espinoza solo le mostró la tarjeta amarilla a un jugador más de Huracán, Lucas Barrios, a los cuatro minutos.

El técnico Néstor Apuzzo también se quejó de Espinoza: “No nos cobraron dos penales. Gracias a Dios ganamos. En el vestuario no nos enteramos de nada si había sucedido algo con el árbitro. Yo traté de calmar a mis jugadores y bajar los decibeles porque se habían sentido perjudicados en el primer tiempo. Les dije que los que tenían que estar nerviosos eran los de San Lorenzo porque estaban perdiendo”.

Por el lado del Ciclón, el capitán Fabricio Coloccini expresó: “No sé lo que pasó, pero es raro que un presidente se meta en medio de un partido. Hay que terminar con estas cosas si nos queremos parecer al fútbol europeo”.