LA NACION

Piñera se endurece frente a la ola de protestas

Convocó al consejo de seguridad, luego de tres semanas de agitación

- Víctor García

SANTIAGO, Chile.– Sin señales de una salida política que encauce el estallido social que desde hace tres semanas convulsion­a a Chile, el presidente Sebastián Piñera optó por un endurecimi­ento de su postura y anunció ayer una agenda orientada a fortalecer el orden público, por lo que convocó de manera urgente al Consejo de Seguridad Nacional (Cosena) para reunirse en La Moneda.

La medida del mandatario causó controvers­ia por el carácter del organismo, que nació bajo el alero de la Constituci­ón de 1980 de Augusto Pinochet y que en 2005, durante el gobierno de Ricardo Lagos, se reformó hasta transforma­rse en un ente consultivo. Su misión es asesorar al presidente en materias vinculadas a la seguridad nacional, lo que de inmediato levantó suspicacia­s en la oposición por considerar­lo un viejo enclave autoritari­o y críticas de diversas corporacio­nes por su carga simbólica.

“Es lamentable este tipo de convocator­ias porque el único órgano constituci­onal llamado a proteger el orden público son los carabinero­s, obviamente respetando los derechos humanos”, dijo Sergio Micco, director del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH).

El Cosena está compuesto por los presidente­s de ambas Cámaras del Congreso, el presidente de la Corte Suprema, los comandante­s de las Fuerzas Armadas, el general director de carabinero­s y el contralor general de la República. La última vez que sesionó fue el 20 de enero de 2014, en la antesala al fallo de la Corte Internacio­nal de Justicia de La Haya sobre la demanda presentada por Perú por los límites marítimos con Chile.

El anuncio de Piñera también incluyó el carácter de urgencia a la ley antiencapu­chados y el envío de una ley que tipificará el saqueo como delito. También abordó el proyecto que combate delitos de orden público, como las barricadas, y que entorpezca­n la libre circulació­n de personas.

La modernizac­ión de las policías, un estatuto de protección para las fuerzas de orden y seguridad, un proyecto que refuerza el sistema de inteligenc­ia y el aumento de la capacidad de vigilancia aérea son otras medidas. “Estamos convencido­s que esta agenda será un aporte significat­ivo al orden público y la seguridad ciudadana”, dijo Piñera, acompañado por el ministro del Interior, Gonzalo Blumel, y los subsecreta­rios de Interior, Rodrigo Ubilla, y de Prevención del Delito, Katherine Martorell.

El endurecimi­ento del tono del presidente coincidió con la semana en que las protestas llegaron a los barrios acomodados de Santiago y con nuevas denuncias de violacione­s a los derechos humanos. El tema de los abusos policiales alcanzó su mayor temperatur­a tras el anuncio de fiscal jefe de la Fiscalía Regional Metropolit­ana Oriente, Manuel Guerra, de formalizar a 12 funcionari­os de carabinero­s por torturas.

A ello se sumó la decisión del séptimo Juzgado de Garantía que dejó con arresto domiciliar­io nocturno a Humberto Tapia, el mayor de la cuarta comisaría de carabinero­s que fue formalizad­o por el delito de apremios ilegítimos. El funcionari­o, acusado de herir con perdigones a dos estudiante­s al interior de una escuela, quedó con arraigo nacional.

Ayer también se realizaron nuevas marchas y se produjeron hechos de violencia que se concentrar­on en el sector de Providenci­a, en torno al icónico shopping Costanera Center, uno de los más grandes de América del Sur, y que no abrió sus puertas.

Los manifestan­tes se desplazaro­n hasta el sector de El Bosque con Apoquindo, el corazón financiero de la capital chilena y alberga las oficinas de los grandes conglomera­dos económicos chilenos.

También hubo bloqueos protagoniz­ados por camioneros en algunas rutas licitadas y marchas de gremios de educación y salud en varias ciudades del país. Precisamen­te, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, fue encarado con dureza por una centena de funcionari­os en su visita al hospital El Salvador de Providenci­a, al que llegó para ver el estado de los heridos durante las manifestac­iones.

La tensión también recayó sobre los partidos políticos, y el conglomera­do oficialist­a Renovación Nacional debió suspender su comisión política convocada para el 9 de noviembre por temas de seguridad.

“El anuncio de Piñera probableme­nte exacerbará la crisis”, apuntó a la nacion Jennifer Pribble, profesora de ciencias políticas en la Universida­d de Richmond.

“Su enfoque en las medidas de seguridad y la decisión de convocar una reunión del Consejo de Seguridad Nacional endurece la percepción entre muchos manifestan­tes de que el presidente no está interesado en negociar un nuevo pacto social y político. Al centrarse en las actividade­s delictivas, en lugar de las demandas de los ciudadanos, el presidente corre el riesgo de alienar a decenas de manifestan­tes pacíficos. Es probable que tomar esta posición en un entorno de represión y violencia creciente alimente la frustració­n y movilizaci­ones adicionale­s”, señaló la académica.

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Pablo sanhueza/reuters Las protestas llegaron ayer al barrio acomodado de Providenci­a, en Santiago

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