LA NACION

Fusilan a un narco, llegó muerto al hospital y su familia se enfureció

Unas 30 personas pretendían que la víctima fuese revisada en la guardia; destrozaro­n los vidrios de la entrada

- Gabriel Di Nicola

A Marcos F., de 24 años, lo fusilaron. Una venganza o un ajuste de cuentas. Le dispararon 15 tiros desde un auto cuando caminaba por la villa Korea, de San Martín, donde vivía. Agonizaba, y su familia lo subió a un auto que, escoltado por un móvil policial, lo llevó hasta el Hospital Municipal Ciudad de Boulogne, de San Isidro. Pero llegó muerto. Sus parientes y amigos, unas 30 personas, exigían a los gritos que los médicos lo atendieran igual. Se resistían a la idea de que había fallecido. Después de romper los vidrios de la puerta, ingresaron a la guardia y lo dejaron en una camilla. La tensión se disipó solo después de que la Policía Científica se llevó el cuerpo para la autopsia.

Ocurrió el sábado entre las 18 y las 19.30, según informaron a la nacion fuentes judiciales y policiales. Después de la denuncia por daños al patrimonio público presentada por la Municipali­dad de San Isidro en la Unidad Funcional de Instrucció­n (UFI) N°5, descentral­izada en Boulogne, se inició una investigac­ión para identifica­r a los responsabl­es.

“La madre de la víctima contó que su hijo tenía problemas con dos hermanos y que hace tiempo era hostigado. Presumimos que estaba vinculado a temas de droga”, dijo un detective que participa de la investigac­ión.

Otra línea apunta a una venganza. “El tirador acaba de salir de la cárcel y fue a matar a Marcos F. porque él, tiempo atrás, había atacado a su hermano”, dijo una fuente al tanto de las hipótesis de la pesquisa.

Una calificada fuente judicial sostuvo a la nacion que el padre del muerto está preso en una causa por drogas .“Los familiares y amigos de Marcos F., después del ataque, recibieron a la policía a los tiros y se llevaron al herido al hospital de Boulogne, adonde llegó muerto”, explicó el informante consultado.

Según pudo reconstrui­r la nacion de fuentes oficiales, cuando la comitiva llegó al hospital –que tiene custodia de la policía bonaerense–, “el personal médico que fue hasta el auto constató que el joven estaba muerto”. Agregaron: “Los médicos saben que ante un hecho criminal no se puede modificar la escena para que se hagan los peritajes correspond­ientes. Esto no lo entendían los familiares y amigos, que exigían que lo revisaran en la guardia”.

Fue en ese momento que comenzó el caos. Hubo gritos y “discusione­s verbales” entre el personal del hospital y los familiares de la víctima. “Rompieron los vidrios de la puerta de ingreso a la guardia y entraron ellos mismos el cuerpo y lo dejaron en una camilla que había en un box de atención médica”, dijo una calificada fuente del caso.

Personal de la policía bonaerense tuvo que intervenir para controlar la situación. “Todo se calmó cuando una unidad de la Policía Científica se llevó el cadáver para la operación de autopsia”, dijo un informante.

Durante el fin de semana pasado el hospital tuvo una custodia especial por si continuaba­n los incidentes pero las horas pasaron sin nuevos ataques.

En el grupo de Facebook Médicos Autoconvoc­ados Argentina (MAA) hubo publicacio­nes que describier­on los hechos y también hubo mensajes de WhatsApp en los que se afirmó que hubo que esconder a madres y niños en los baños.

“Me saqué el estetoscop­io y el guardapolv­os para que no piensen que era médica”, rezaba uno de los mensajes a los accedió la nacion.

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