Un relato clásico siempre atractivo
libro: William Shakespeare. versión: Andrés Sahade. elenco: Charly Arzulian, Sergio Ballerini Gabriela Biebel, Pablo Bronzini, Andrés Sahade, Eleonora Valdez. dirección: Andrés Sahade y Daniel Casablanca. sala: El Método Kairós, El Salvador 4530. funciones: Sábados, a las 20.30.
Que las tragedias shakespeareanas son buen material para hacer reír es algo que el teatro ya ha probado, está el caso emblemático del Ubú
Rey de Alfred Jarry y, en el ámbito local contemporáneo, la fantástica versión de
Othelo de Gabriel Chamé Buendía. Esta propuesta de Andrés Sahade y Daniel Casablanca busca también jugar con el revés cómico de una de las tragedias más violentas y oscuras del bardo de Avon.
El espacio escénico juega con los niveles de la sala del Método Kairós. Tres proyectores enmarcan la puesta con dibujos en los que cobran espesor los crímenes con los que Macbeth, acicateado por su esposa, busca cumplir los pronósticos de las brujas que lo vieron rey. Abunda también el humo y las luces tenues para esta tragedia nocturna en la que el mundo de los muertos dialoga con el de los vivos. El ascenso al poder, el funesto insomnio que conlleva y el riesgo constante de ser derrocado marcan el hilo alucinatorio de esta pieza. Sahade, como ya había buscado en su versión de Antígona, hace que la obra mantenga un clima lúdico cimentado en los comentarios aparte y en el mostrar a público sus convenciones con caballos de madera, títeres de gran tamaño o actores que cumplen distintos roles. Hay algo, de cualquier forma, que no termina de cuajar y es ese maridaje entre la risa y el terror: la mayoría de los chistes aparecen por fuera de la acción dramática, más como ocurrencias ingeniosas que como exploración de la profunda ambigüedad que el original ya carga. Nada de esto quita que en escena se ve mucho trabajo.
Hay algo también que Shakespeare casi siempre logra, independiente mente del elenco que se le anime: el cuento resulta interesante, más allá de las infinitas maneras que tiene de contarse.