La transición entre Lifschitz y Perotti se cargó de tensiones
El peronista acusa al gobernador de dejarle un déficit muy alto; el socialista lo niega
ROSARIO.– Con duras críticas y pases de factura, la transición política en Santa Fe entre el gobernador Miguel Lifschitz y el mandatario electo por el peronismo, Omar Perotti, transita por un camino plagado de roces y fuertes críticas que tensan la relación entre la gestión que se va después de 12 años y el regreso del peronismo al poder en la provincia.
El primer síntoma de fricción fue el déficit que dejará la administración socialista. El diputado Roberto Mirabella, el dirigente más cercano a Perotti, quien desde que ganó las elecciones el 16 de junio pasado tuvo un perfil bajo, calculó que la gestión socialista le dejará al próximo gobierno un déficit que rondaría los
20.000 millones de pesos. Mirabella exigió que Lifschitz “garantice el pago del aguinaldo y sueldos en diciembre, enero, febrero y marzo. Es lo mínimo que podemos pedir”.
Desde el peronismo señalan que cuando Hermes Binner llegó al poder en la provincia después de
24 años de gobiernos del PJ, el entonces gobernador Jorge Obeid le dejó al nuevo mandatario una caja líquida de unos 30.000 millones de pesos para pagar los salarios de los empleados estatales hasta marzo.
“Más allá de que Binner recibió un Estado en funcionamiento existía la voluntad del gobierno saliente de acordar todo”, recordó Mirabella, quien consideró que “se viven dos procesos de transición muy diferentes, donde Lifschitz parece más preocupado en cumplir privilegios para sus amigos que en la gravedad de la situación”.
Desde la gestión de Lifschitz niegan que pongan palos en la rueda al nuevo gobernador y argumentan que los problemas en la larga transición desde mediados de junio se agudizaron porque Perotti aún no designó a los ministros que se ocuparán de cada área de gobierno.
La tensión entre Perotti y Lifschitz llegó a tal punto que evitaron cruzarse en público en un acto de entrega de diplomas a los candidatos provinciales.
Perotti anunciaría los integrantes de su gabinete a fines de noviembre. Espera que Alberto Fernández haga lo propio con su equipo de trabajo. Esta demora en definir los cargos jerárquicos del gobierno es lo que le critica el socialismo.
Según el actual ministro de Economía de Santa Fe, Gonzalo Saglione, el gobierno de Lifschitz dejará a su sucesor una provincia ordenada en materia financiera, que incluye montos a cobrar en los próximos meses, que dispondrá Perotti, el 10 de diciembre.
Desde el socialismo cargan las culpas contra la actual administración de Mauricio Macri por el retraso en algunos pagos. “Hasta la fecha, el gobierno nacional no ha realizado el aporte que corresponde de la Anses al gobierno de la provincia por 5800 millones de pesos. Si ese cobro se realiza antes del 10 de diciembre, los recursos estarán en las cuentas”, aclaró el funcionario.
Lifschitz trató de bajar el tono de la disputa con Perotti al señalar que su administración “tiene la mejor predisposición para avanzar en la transición” con el gobernador electo.
“Somos los más interesados en que haya una transición ordenada, prolija y sin inconvenientes para el futuro gobierno”, apuntó.
Y después advirtió: “Hasta aquí nos hemos contactado por temas muy generales, como los económicos, financieros o el presupuesto, pero hay cuestiones muy concretas como la salud, el funcionamiento de los hospitales, los insumos médicos, la educación, la policía o las colonias de vacaciones para los próximos meses, que requieren a esta altura ya tener un contacto más específico con quienes van a ser los responsables de cada área”.